Invasión de roedores en Guayaquil: vecinos piden intervención urgente del Municipio
El Cabildo inició una jornada de desratización. Varios barrios del norte piden ser incluidos en este cronograma
Después del reportaje publicado en EXPRESO sobre la gran cantidad de roedores que han invadido La Alborada, una ciudadela ubicada en el norte de Guayaquil, el Municipio anunció el 10 de diciembre que llevaría a cabo una serie de jornadas de desratización.
Estas labores se extenderán hasta el viernes 13 de diciembre en diversas ciudadelas de la urbe, como Ceibos Norte, Pradera 2, Centenario, Belohorizonte, entre otras.
No obstante, en el comunicado emitido por el Cabildo, no se menciona ninguna de las etapas de La Alborada en este cronograma de actividades. Este hecho ha generado una serie de cuestionamientos e indignación entre los habitantes, quienes, a pesar de haber hecho públicas sus denuncias, siguen sin ser escuchados.
“Hemos pedido a la Alcaldía casi todos los días que nos den una solución o, al menos, inicien un plan a corto plazo para detener, por un momento, la invasión de roedores en el barrio”, comenta Gerardo Espinoza, residente de la segunda etapa de esta ciudadela.
Los residentes y su consejo barrial han emprendido varias jornadas de exterminación de plagas, en las que han contratado empresas privadas y también han participado con sus propios recursos, pero sin éxito alguno. Detallan que, al poco tiempo de realizar estas labores, los roedores vuelven a aparecer en cada rincón de este sector
Más barrios afectados
Sin embargo, esta no es la única ciudadela donde a diario se registran estos animales rondando cada rincón y vivienda de la zona. Sauces, Samanes y Guayacanes, por nombrar algunas, reportan cientos de ratones que incluso invaden las viviendas y hacen nidos en su interior.
“He tenido que llamar a control de plagas dos veces en lo que va del año porque ahora tengo un nido de ratas en mi casa. No sé por qué, si mantengo todo pulcro, pero imagino que es por mi vecino, que siempre deja su basura regada por doquier e incluso ha llegado a dejarla a un costado de mi casa. Pero el problema principal es el gran número que se ha tomado las paredes de mi casa”, comenta Francisca Torres, residente de Sauces 3.
Pero las viviendas no son las únicas afectadas; los ciudadanos también los han avistado en los parterres y parques, donde han formado madrigueras. “Los niños ya no pueden jugar en paz por temor a que los muerdan estos animales. Necesitamos que el Municipio haga algo, porque todo el norte ha sido invadido por roedores”, asegura Diana Moscoso, residente de la segunda etapa de Guayacanes.
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