Jesús, el guardia venezolano que ayudó a rescatar al piloto de la avioneta estrellada en Guayaquil
El extranjero relató los momentos de pánico que se vivieron tras la caída de la nave y posterior explosión que dejó dos fallecidos
Se llama Anzoni Jesús, tiene casi 5 años viviendo en Guayaquil, es guardia de seguridad y es venezolano. Este joven de 30 años, la tarde del martes 18 de octubre se convirtió en uno de los héroes que ayudó a salvar la vida del piloto de la avioneta que se estrelló junto a un parque de la ciudadela Sauces 1, en la avenida José María Roura, que lo separa de la cuarta etapa de la Alborada, en el norte de Guayaquil.
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Leer másEl extranjero relató estaba en la esquina donde suele pararse para cuidar las casas y carros de los moradores de este sector, cuando observó que la aeronave se precipitaba a tierra y luego se impactó contra un poste de alumbrado eléctrico. Rápidamente corrió a auxiliar a los tripulantes. Sin embargo, el fuego, producto de la explosión impidió que todos fueran retirados con vida.
"Cuando me acerqué observé que una señora trataba de ayudarlos. Sacamos al piloto, quien gritaba por ayuda y pedía que sacáramos a sus compañeros, pero la explosión no nos dejó, ellos fallecieron quemados, uno de ellos estaba inconsciente", contó Anzoni Jesús.
El olor a gasolina se mezcló con el llanto y susto de los vecinos de la cuarta etapa de la Alborada y Sauces 1, después de que un estallido los obligó a huir de sus casas: una avioneta se estrelló. El saldo: dos muertos y un herido.https://t.co/KgNWt4kPth
— Juan Daniel Ponce Merchán (@JuanDaPonce) October 19, 2022
Recordó que a los pocos segundos los vecinos salieron de sus casas, pero ya la avioneta estaba prendida en fuego, por lo que nadie pudo hacer nada por ayudar a las otras dos personas.
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Leer másAntes de estrellarse, la aeronave, que cumplía la ruta Manta-Guayaquil se impactó contra el techo de la terraza de un inmueble de dos pisos, e incluso una llanta cayó sobre el tumbado de un domicilio, donde milagrosamente una niña, de 12 años, se salvó de morir, ya que una piedra cayó a centímetros de su cuerpo.
Tras la tragedia, personal del Municipio, de la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM), de la Empresa Eléctrica y operadoras de Internet y telefonía acudieron al sitio, los primeros para ayudar en la emergencia y los otros para habilitar los servicios a los habitantes de esta zona porteña que afortunadamente se salvaron de que la tragedia afectará a sus hogares y a sus seres queridos.