“La joven se desangraba y el ECU 911 jamás llegó”
Los usuarios denuncian que el sistema en Guayaquil, a cargo de la Corporación de Seguridad Ciudadana, es deficiente. Exigen que no pongan en riesgo sus vidas
El ECU 911 de Guayaquil, ahora manejado por la Corporación para la Seguridad Ciudadana (CSCG), es deficiente para decenas de ciudadanos. Que sirve para dar alertas de quienes beben en la vía pública, hacen tal ruido que la convivencia se ve afectada o intentan robarse un bien, es cierto, coinciden. Pero que para acudir al rescate de las personas en emergencias, el servicio queda debiendo. Y más que eso, pone en riesgo la vida de las víctimas.
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Leer más“No llegan a tiempo. Nos roban, atropellan a nuestros amigos, clamamos por ayuda y nunca llegan. El sistema nos queda debiendo”, alertó la guayaquileña Emilia Romero, quien dejó de confiar en el ECU 911 de Guayaquil, cuando tras su hermano ser asaltado pidió ayuda para que lo vayan a socorrer, pero fue en vano.
Los ciudadanos, como lo relataron ahora a EXPRESO, han podido experimentar de primera mano la ineficiencia de esta entidad. Sebastián Moreno asegura haber pasado por una emergencia de vida y muerte por la que pasaba una amiga, que requería de la asistencia de un profesional. .
Ella estaba perdiendo la conciencia, tuve que actuar yo solo. Si esperaba más, ella moría ahí.
“Ella intentó quitarse la vida, pero en mi desesperación salí desde Daule a asistirla a Sauces, donde se encontraba. Estaba solo, sin saber qué hacer. Por eso intenté llamar al ECU 911, una y otra vez hasta el cansancio, por eternos largos minutos, pero nadie respondía. En ese lapso, conseguí un carro particular en el que la pude movilizar al hospital. Pasados los 20 minutos, finalmente alguien del ECU contestó. Lo hizo cuando ya la persona estaba siendo intervenida. Cuando la desesperación nos había dejado en blanco. Cuando ella pudo haber muerto en mis brazos”, se quejó; al alegar que la ayuda llegó de personas buenas, que nada tienen que ver con la institución que aparentemente protegen al ciudadano.
“Todo es mentira”, pensó.
Emily Monroy es guayaquileña y asistió a una completa desconocida que había sufrido un percance por causa de una moto en la avenida Francisco de Orellana.
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Leer más“Estaba desangrándose, tenía una herida en la cabeza y otra más grave en la pierna, y el rescata jamás lo hicieron. Llamé al 911, y aunque tardaron apenas unos minutos en tomar el teléfono, a lo largo de 50 minutos la ambulancia o lo que sea que podían haber enviado, no llegó. La joven estaba perdiendo ya la consciencia. Es horrible enfrentar esta realidad” relató Monroy, quien además de ira, sintió impotencia de ver lo vulnerable que, asegura, está la sociedad.
Consultado sobre esta situación y el por qué de las demoras, EXPRESO se contactó con Gustavo Zúñiga, director general de la CSCG, quien al escucha las interpelaciones de este Diario, respondió con otra pregunta. “¿Mal funcionamiento del 911? Le pido que se ubique. ¿Le atendieron la llamada o no?”, respondió cuando este Diario enfatizó en el caso de Monroy.
Me dijeron por una hora que ya llegaba una ambulancia, solo para luego decir que no hay unidades.
Zúñiga señala que la Corporación, que tiene 30 puestos de atención para los pedidos de socorro, solo atiende las llamadas, no se encarga de resolver el socorro del ciudadano; realiza la gestión debida y comunica, en un tiempo promedio de un minuto, al ente pertinente, como la Policía, el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil o el Ministerio de Salud. El funcionario defiende, pese a las quejas que se replican además en las redes sociales, que el funcionamiento del sistema no es deficiente.
“Uno de los problemas que tenemos es con el tiempo de respuesta de la Policía, que se demoran más allá de lo posible, ya no es visita de auxilio, sino visita de cortesía. A veces es igual con la ATM. O no tienen las suficientes unidades o personal, pero el 911 solo contesta la llamada y dirige los pedidos a ellos. Que eso quede claro”, explicó
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Leer másAnte esta respuesta y situación, EXPRESO preguntó a Zúñiga que si no resultaría mejor que el ECU 911 como tal, el que atiende llamadas a nivel nacional, se encargue de nuevo de la zona de Guayaquil. Habría la posibilidad de que haya más dotación de personal y equipo, le indicó. A lo que respondió, otra vez, con un cuestionamiento.
“¿Usted nos quiere botar a nosotros? ¿Qué le hemos hecho a usted? Yo creo que esto es personal con la institución ¿Por qué quiere que el ECU 911 de Samborondón, que está en pésimas condiciones, tome las riendas de Guayaquil?”, reclama a este Diario.
EXPRESO también se contactó, a través de sus departamentos de comunicación, con la Policía, los Bomberos y Salud, a quienes les pidió sus respuestas al por qué de las demoras en la atención; pero hasta el cierre de esta edición, salvo los Bomberos, el resto mantuvo el silencio.
William Muñoz, jefe de la división especializada de ambulancias de los Bomberos de Guayaquil, indicó que sí acuden a los rescate, a cualquiera que sea y lo hacen en un tiempo máximo de 7 minutos.
Señala que entre los vehículos que poseen, cuentan con 26 unidades de ambulancias y alrededor de 400 camiones de bomberos. Que hay casos en los que pueden demorar un poco más, reconoció, es cierto, pero los casos son excepcionales cuando las indicaciones que les dan no son precisas.
“Si la Corporación sirve solo de mediador, entonces habrá que ver si deben seguir o no. Si se supone que hay más camionetas para patrullar, la ayuda debería estar ahí. ¿Por qué no destinaron mejor toda esa plata a reparar ambulancias? Están dañadas, eso lo sabemos. Salud tiene carencias y claro, el Gobierno no hace nada por resolverlas”, sentenció Norma Oviedo, de 59 años.