Guayaquil: Kennedy, la ciudadela más ruidosa
La Espol ha elaborado un mapa que ubica la bulla. Otro lugar con menos silencio también está La Garzota. Un gremio plantea la ley contra el ruido
El ruido quema tanto los sentidos como lo hace el intenso calor que hay. En la calle Plaza Dañín, que está dentro de la ciudadela Kennedy, se escuchan los motores de los carros, pitos, el gritar de los vendedores y hasta el pasar de un avión. Allí las horas más ruidosas son las 09:00 y 16:00, los decibeles (dB) pasan de 80 (en la medición máxima), según un estudio de la Espol.
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Leer másUn informe (2016) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera los 50 dB como el límite superior deseable. Y dice que una zona es ruidosa a partir de 65 dB.
El paisaje sonoro de la Kennedy no es aislado, todo el Gran Guayaquil es estridente y ello llevó a la academia y a un gremio de profesionales a hacer un análisis del problema y plantear soluciones.
Los alumnos de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) crearon un mapa virtual del ruido y los miembros de la Fundación Médica Contra el Ruido, Ambientes Contaminantes Adicciones y Tabaquismo (Fumcorat) escribieron un borrador de la Ley Contra el Ruido. Aunque cada entidad ha trabajado independientemente, sus labores se complementan.
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Leer másEn la conclusión del primer análisis del mapa del ruido, que se realizó del 26 de mayo al 2 de octubre de 2020, los sectores de Guayaquil que presentan mayor frecuencia de altos niveles de contaminación acústica son: Kennedy, la 9 de Octubre, Aurora - Las Lojas; Ayacucho; Bastión Popular; El Batallón; ciudadelas Bellavista, Brisas del Río, Fertisa, Guayacanes, Sauces y La Garzota, parroquia Febres Cordero, entre otros.
Este Diario consultó al Municipio sobre las acciones que ha tomado para reducir el ruido en la urbe, pero hasta el cierre de este artículo no hubo respuestas. Aunque públicamente se sabe que por dos años se van a estudiar 23 puntos de la ciudad por un costo de cerca de $ 160.000.
En este año el estudio de la Espol empezó desde el 24 de mayo; en el pasado 4 de agosto, el mapa virtual indicó que en todo el Gran Guayaquil la hora con más ruidos fue la una de la tarde (13:00), la medición máxima fue de 73,9 dB.
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Leer másTomando en cuenta estos parámetros, Diario EXPRESO realizó un recorrido por la ciudad. Empezó en el centro-sur, en las calles Gómez Rendón y Pedro Moncayo, en la esquina del hospital del Niño, doctor Francisco de Icaza Bustamante.
Sentados en un muro están Michael Reyes y César Calva. Ellos tratan de conversar sobre la operación que debe tener Samari, de un año y siete meses. Pero deben alzar la voz para escucharse. En el lugar hay muchos ruidos provocados por unos 11 vendedores ambulantes, dos de ellos promocionan sus productos con altavoces. También se impone el sonido de los motores y pitos de los carros.
La pareja sube todavía más la voz para poder dialogar, pero el ruido no los deja. “Venimos del campo, de Milagro. Allá hay más tranquilidad. Aquí hay mucha bulla”, lamentó Reyes antes de retirarse de la zona, para encontrar otro lugar donde pueda explicar a Calva de la operación que le van a realizar a la bebé.
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Leer másSobre este problema el presidente de Fumcorat, Wilson Tenorio, dijo a EXPRESO que en el estudio que han hecho detectaron que eso pasa en el exterior de todos los centros hospitalarios y por esto en la Ley Contra el Ruido plantean que los carros no piten al pasar por los hospitales e incluso cerca de instituciones de educación. “Porque los pacientes requieren tranquilidad para curarse y los sonidos altos provocan lo contrario; generan estrés, insomnio, taquicardia, entre otras afectaciones a la salud”, dijo Tenorio.
Resaltó que el ruido mata el pensamiento, porque es difícil concentrarse para aprender si hay bulla y por esto también solicitan que en los colegios no existan sonidos que estén más allá de los 70 dB.
El borrador de la Ley Contra el Ruido también plantea que se regule hasta la bulla de los mítines políticos y religiosas. El sonido de los equipos de sonido no debe ser con volumen mayor a 60 dB. Prohíbe el uso de megáfonos para vender. También exige que se planten más árboles, porque reducen el impacto acústico. El proyecto de ley se entregará a la Asamblea Nacional y al Cabildo.
Para confirmar que el ruido está en toda la urbe el equipo periodístico avanzó hasta Chimborazo y Huancavilca, allí hay un puente a desnivel. Es evidente que el ruido molesta a quienes habitan en los edificios, como prueba de ello uno de los moradores, Alfredo Salguero, señaló la acera derecha donde hay 34 ventanas, pero solo cinco están abiertas. “Se mantienen las ventanas cerradas para amortiguar el ruido, pero aún así molesta”, indicó.
En este punto, el investigador, docente de la facultad de Ingeniería en Ciencias de la Tierra, de la Espol y director del proyecto que mapea el ruido del Gran Guayaquil, Andrés Velastegui, señaló que es importante instalar aisladores de ruidos en los puentes a desniveles.
El recorrido de EXPRESO incluyó la avenida 9 de Octubre. Según el mapa aquí la hora en que hay más ruido es a las 09:00 y en la mediación máxima el ruido es de 75,6 dB.
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Leer másEl aumento de los sonidos ya no deja conversar a los jubilados, que por costumbre se sientan en esta arteria para recordar los días del siglo pasado. En la intersección de la calle Pedro Carbo está sentado Luis Palma, de 72 años de edad.
Él es uno de los jubilados que gusta conversar en esa zona, pero se quejó de que los ruidos de los carros y los alta voces no permiten que la plática sea placentera. “Por la bulla aquí ya no escucho ni mis pensamientos”, manifestó Palma.
En efecto, hasta entrevistarlo fue difícil, porque en ese momento se promocionaban productos usando megáfonos y uno de los maestros de la Unión Nacional de Educadores, que está en la huelga de hambre, en el parque San Francisco, daba un discurso.
La escena no fue diferente en la arteria vial de la José María Egas, al norte de la ciudad. A la 13:00 el mapa indicó que había 71,7 dB.
La Espol va seguir mapeando el ruido y Fumcorat también ha propuesto que se designe al 6 de agosto como el día contra el ruido, porque considera que falta hacer una campaña para que la ciudadanía sepa que el ruido es un enemigo silencioso que a largo tiempo afecta a la salud.