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Estudiantes de la Universidad San Francisco de Quito en la Biblioteca, en una imagen correspondiente a un semestre anterior.Cortesía

El lento ingreso de las universidades ecuatorianas a los rankings

Ecuador va a la zaga de sus vecinos y solo un reducido grupo de instituciones es visible a nivel regional. Las entidades privadas lideran  el avance.

Lo primero que hacen los consultados es advertir que existe una profusión de rankings, que miden diferentes cosas y que usan distintas metodologías. Por lo que tomar solo uno como referencia puede inducir a error.

Aclarado esto, coinciden en que hay un grupo de universidades ecuatorianas que empieza a ser visible de manera recurrente en el ámbito regional de los listados de prestigio. Es decir, a nivel latinoamericano.

(Solo un ranking internacional incluye a tres o cuatro universidades del país en su lista de las primeras mil del mundo, entre los puestos 800 y 950).

Lo que dicen estos cuadros, comparados con los de hace diez años, es que es un avance más individual que colectivo. Es un arribo lento y demorado en comparación con vecinos como Colombia o Venezuela.

Y, por lo menos en esta década, lo empujan más las instituciones privadas que las públicas. Algo totalmente opuesto a lo que ocurre en otros países de la región como Brasil, México, Argentina o Colombia.

¿Por qué pasa esto último? “Porque la universidad privada vive de su propia eficiencia, de su propia fuerza y compromiso. Parte de ello es querer ser internacional; y eso implica calidad”, dice Joaquín Hernández, rector de la Universidad Espíritu Santo (UEES).

En ello coincide Sergio Flores, exrector de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, considerada la mejor universidad pública del país. “Las privadas tienen mucha más agilidad, menos peso burocrático que el Estado impone y pueden ser más eficientes”. Pero acota: “El desafío de la universidad pública es que tiene que romper con la burocracia e inercia estatal para tratar de avanzar”.

Carlos Montúfar, rector de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) califica de “un mérito increíble” el posicionamiento de las privadas en los rankings, conseguido sin la ayuda económica del Estado y a pesar de que el sistema ecuatoriano es “hiperregulado”.

A su criterio, a la mayoría de las universidades públicas del país las afecta la excesiva política. “Nadie dice que el profesor o el estudiante no pueden expresarse; pero cuando la política se vuelve lo importante en una institución, no hay manera de que salga adelante. Hay muchos intereses individuales”.

Hernández insiste en la importancia de la internacionalización. Le atribuye tanto el ingreso del citado grupo en los ‘top’ universitarios como el retraso de los que no constan.

Pensemos que lo fundamental de estos rankings es el carácter internacional. Una universidad solo metida dentro de sí misma, es imposible que aparezca en ellos.

Joaquín Hernández, rector de la UEES

Eso implica un sinnúmero de aspectos como más investigaciones y que estas trasciendan lo local; publicaciones científicas en revistas especializadas; movilidad de estudiantes y profesores; alianzas con pares del exterior, entre otros.

“En relación a la década pasada, cuando se decía que las universidades ecuatorianas no aparecen en ningún ranking internacional, sí aparecen. Están apareciendo más”, afirma.

Alude a una frase de 2013 del entonces presidente Rafael Correa, quien durante su gobierno aprobó la vigente Ley Orgánica de Educación Superior (2010) e impulsó dos procesos de evaluación y acreditación de las universidades.

Esto derivó en una categorización de entidades, en cuya cabeza se ubicaron las mismas que ahora aparecen mejor situadas en los rankings.

También en la aplicación de una ley que si bien fue reformada en el actual gobierno, sigue siendo cuestionada.

Hay que desregularizar el sistema universitario. Hay que tener un proceso de acreditación, de certificación, pero no de intervencionismo.

Carlos Montúfar, rector de la USFQ

Para Montúfar, es un marco legal que no permite un mayor avance de la universidad ecuatoriana. “Sin duda no. Hoy la educación superior es un proceso de cambios, de adaptación, pero estamos tan regulados. Las leyes siguen afectando a la autonomía universitaria”.

Una mirada que comparte Flores: “Mientras las leyes no cambien y tengan un enfoque diferente de la educación superior, las universidades públicas tienen un problema serio y en el futuro puede ser peor”.

Hernández le reconoce a la normativa el fomento de la investigación y la necesidad de tener publicaciones. “Pero también ha paralizado a las instituciones por la cantidad de obstáculos reglamentarios que pone, sobre todo, en este tema de las relaciones internacionales”.

Por ello, es escéptico de que se acelere el ingreso de más universidades a los rankings. “Va a ser difícil, sobre todo si seguimos atados al modelo anterior de universidad”, expresa.

Durante la semana, EXPRESO buscó el criterio de la Secretaría Nacional de Educación Superior sobre este tema. Pero según indico el departamento de Comunicación, ni el titular del despacho, Agustín Albán, ni el viceministro Aldo Maino, pudieron atendernos hasta el jueves, por motivos de agenda.

De la San Francisco, Montúfar destaca el cuerpo docente. “Una serie de jóvenes PhD muy bien preparados y en diversas áreas”. Se muestra optimista y cree que el avance de las universidades del país no es circunstancial y va a continuar. “El que haya más jóvenes con títulos de doctorado que están regresando a las universidades después de haberse preparado en el exterior, es positivo. Eso va a seguir adelante”, alega.

Pero a la vez, llama a seguir trabajando: “Falta muchísimo para estar entre las top, entre las primeras del mundo”.

“Mientras las leyes no cambien y tengan un enfoque diferente de la educación superior, las universidades públicas tienen un problema serio y en el futuro puede ser peor”.

Sergio Flores, exrector de la Espol

LO QUE MIDEN ALGUNOS RANKINGS INTERNACIONALES:

  • Times Higher Education. Mide cinco áreas: Enseñanza, investigación, citas académicas, perspectiva internacional y transferencia de conocimientos. Los tres primeros suman el 80 %.
  • QS Ranking. Mide seis aspectos: reputación académica; del empleador; proporción facultad / estudiante; citas académicas; ratio internacional de profesores; y proporción de estudiantes internacionales.
  • Webometrics. Mide la presencia en la web, considerando la cantidad y calidad de los contenidos publicados, las citas que reciben sus artículos académicos, entre otros.