Los letreros invisibles
Decenas de señales no logran distinguirse porque los árboles las tapan. Conductores exigen que las reubiquen. Talar las especies no es una opción
Están ahí, hay cientos de ellos, están en buen estado, tienen pinturas reflectivas para que puedan ser vistos a largas distancias. Sin embargo, nada de eso pasa. Hay señalética en Guayaquil que pasa desapercibida. Y no a propósito. Si son invisibles es porque las ramas y las copas de los árboles de la ciudad las tapan.
Una tala de árboles de la que nadie quiere ser responsable
Leer másEXPRESO hizo un recorrido por el Puerto Principal para constatar dónde es evidente este “problema”, como lo tildan algunos; y confirmó que son varias las zonas donde los conductores se han visto, en algunos casos, gravemente afectados. Y es que el hecho de que los árboles tapen las luminarias, los semáforos, las direcciones y las señales de tránsito, no solo ha dejado como resultado multas e insultos, sino también accidentes.
Andrés Marín es taxista, lleva 20 años en el oficio y asegura que siempre ha tenido que lidiar con lo mismo. “Me han sancionado injustamente por estacionarme donde no debo o por pasarme una luz roja, pero la culpa no ha sido mía sino de las autoridades que no han hecho una poda responsable en los sitios. Dígame en qué ciudad del mundo un árbol tapa una señal en una ruta tan congestionada como la avenida de las Américas o la misma 9 de Octubre”, expresa; al recordar aquel incidente de enero pasado en el que, por no ver el semáforo, no frenó cuando este tenía la luz en rojo y se fue contra un ciclista.
“Casi lo mato”, recuerda. Lamentablemente, circular por Guayaquil implica ir a ciegas por varios tramos, que en algunos puntos se asemejan a una jungla, piensa.
Para evitar este problema, los árboles deberían ser podados una vez al mes. Y el trabajo lo debería ejecutar gente que sepa hacerlo para evitar dañar a la especie.
Municipio elabora borrador de ordenanza que proteja la arborización urbana
Leer másSolo en la 9 de Octubre, una de las arterias más transitadas de la ciudad, son varias las señales que no se ven. En la intersección con la calle Tulcán, por ejemplo, las ramas de un arbusto impiden que se vea con claridad un letrero de doble vía; y en el tramo que va desde la calle Escobedo hasta Pedro Carbo, son inapreciables los disco pare, los de prohibido estacionar y hasta los rótulos que indican cuál es el sentido correcto para circular.
Frente a este escenario, este Diario envió una serie de preguntas al Municipio de Guayaquil para conocer qué tipo de mantenimiento se da a los árboles, cada cuánto tiempo se realiza y quién inspecciona que la poda sea la correcta; pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. De igual forma preguntó cuál es el presupuesto que se destina a este tipo de obras, y si existe un equipo que de forma permanente monitoree que todas las señales sean lo suficientemente visibles para los conductores, pero la reacción fue la misma. Silencio.
Un informe achaca la tala de árboles a decano de la Estatal
Leer más“Necesitamos que alguien haga algo. Y es que no es nuestra obligación memorizar dónde está y qué dice cada uno de los letreros. Guayaquil apunta a ser una ciudad acogedora, al menos así se vende. Pero cómo serlo si ni siquiera existe una correcta guía vial que te diga cómo y por dónde moverte”, argumenta el conductor Jorge Carrión, quien hace énfasis en que para solucionar el problema, el hecho de talar los árboles no es viable (una postura con la que coinciden los consultados).
“Que nadie diga que ahora los ciudadanos estamos pidiendo que los talen, porque no es así. Lo que exigimos es que reubiquen los letreros, los levanten o que a los árboles les den un mantenimiento correcto y a tiempo”, precisa. Y no solo en los sitios antes detallados, sino en zonas tan congestionadas como la avenida de las Américas, la 25 de Julio, la calle Los Ríos y la Rodolfo Baquerizo Nazur, cerca de la Alborada, donde el escenario se replica.
No es la primera vez que vemos los árboles así, este es un problema con el que vivimos desde hace décadas y que afecta no solo a la señalética del entorno, sino que a los postes y las viviendas. ¿La solución? Que el Cabildo haga una poda responsable. Queremos una ciudad verde, pero para ello las especies deben recibir un mantenimiento adecuado.
Las ramas de los árboles del barrio Garay se mezclan con los cables
Leer másEs este último punto, donde existe dificultad para distinguir los carteles en al menos siete cuadras, en el tramo que va desde la calle José María Roura hasta la Benjamín Carrión; Celeste Escandón fue multada por girar a la derecha donde no estaba permitido. “No vi el letrero, me multaron, impugné y gané. Era lógico. Con tremendas ramas, solo hubiese podido ver la señal teniendo una visión de rayos X”, argumenta.
En varias vías principales las señales están tapadas por la vegetación, que incluso invade la calzada. En las noches, el panorama empeora con la escasa iluminación.
Sobre las sanciones de este tipo que la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) emite y que no siempre son anuladas, como lo denuncian los ciudadanos; la entidad aclara, a través de su departamento de comunicación, que es posible impugnarlas presentando imágenes que sustenten que la señal estaba cubierta.
Ciclovía de La Puntilla no es segura, denuncian ciclistas
Leer másNo obstante, la entidad advierte que el conductor está obligado a tomar todas las precauciones y a prestar atención cuando guía un vehículo, para evitar esos inconvenientes. Pero esta postura es rechazada por los ciudadanos.
Para Sebastián Segovia, arquitecto y conductor guayaquileño, si la ATM apunta a que su entorno urbano sea seguro, entonces -advierte- sus directores deben prestar atención, planificar, corregir errores y exigir respuestas. “Si es obligación del Cabildo ejecutar los mantenimientos, es deber de la ATM decir cuáles son los fallos que nos están afectando y poniendo incluso en riesgo”. Que no hablen por hablar, cuestiona. “Si quieren que las cosas se hagan bien, pues creen el entorno adecuado para hacerlo”.