Guayaquil: la lista de patrimonios con más riesgo
Unidad Técnica del Municipio enuncia seis: dos casas y cuatro iglesias. Uno de estos bienes conserva solo su fachada. Ciudadanía aguarda más atención
Guayaquil cuenta con más de 600 bienes patrimoniales, pero entre estos hay seis que tienen que ser intervenidos antes de que ocurra algún desastre. En torno a este tema, Diario EXPRESO ya contó el panorama desalentador de dos: la iglesia La Victoria y la San Agustín. Los otros restantes corresponden a la casa Tola, la iglesia San Francisco, la Catedral y la casa Maldonado; todas ubicadas en el centro de la ciudad.
La nómina es desvelada a este Diario por la Unidad Técnica de Patrimonio Cultural de Guayaquil (UTPC). De estos bienes patrimoniales, el estado de la casa Maldonado, que se levanta en las calles Víctor Manuel Rendón, entre Pedro Carbo y Panamá, es el que tiene a más de uno con los pelos de punta: ahí solo ‘sobrevive’ la fachada pese al fuerte sismo del sábado 18 de marzo de 2023.
En un recorrido por el sitio se constató que la vivienda está con candado y una parte de la ventana ya se esfumó. Sin embargo, las palomas fácilmente entran y salen por la parte alta del inmueble, pues el techo también se ha venido abajo.
Mientras que, en la parte baja, una tolda blanca cubre a algunas cañas que sostienen a la estructura, y junto a estas, hay cintas de advertencia que alertan a los que salen, por ejemplo, de la iglesia La Merced, los que van a los restaurantes aledaños, o a quienes se dirigen a pasar la tarde en el Malecón 2000.
“Esto es un claro peligro. Esta casa bien podría ser un museo o un espacio para emprendedores, pero lamentablemente no hay atención en este tema de los inmuebles antiguos”, expresó María Quinto, trabajadora del sector, quien apresuraba su paso al momento de ir por la acera.
Un comentario similar soltó Danny Cortés, quien califica la colocación de cañas y la tolda como un “trabajo parche”. “Rescatar esta casa se debió hacer hace mucho tiempo; ahora hay lluvias y ojalá no se venga abajo cuando pase alguien. Se deben contemplar proyectos como estos y no veo que se lo haya hecho”, se quejó el joven.
¿Pero qué acciones ha ejecutado la Alcaldía frente a esta situación? Se sabe que, a finales de enero de este año, la Dirección de Obras Públicas fue la que colocó la lona en la fachada para “evitar que la estructura vetusta ocasione un accidente y afecte a los peatones que transitan por el sector”.
En un comunicado de prensa, la institución manifestó que el Cabildo no ha recibido la competencia total del Estado central, ni los recursos para el mantenimiento de los bienes patrimoniales de la ciudad. “El domicilio está registrado e inventariado en el Sistema de Información del Patrimonio Cultural Ecuatoriano (Sipce). La Ley Orgánica de Cultura, en su artículo 67, prohíbe ‘la destrucción total o parcial de bienes de patrimonio cultural nacional. Cuando se trate de edificaciones patrimoniales se promoverá su conversación y rehabilitación’”, se lee en el documento.
En ese entonces, Xavier Narváez, director de Justicia y Vigilancia, aseguró que existe un expediente en la comisaría sexta municipal, en el que ya se advertían las condiciones y características de deterioro e insalubridad.
En el caso de los templos católicos, el padre Wilson Malavé, vicario de la parroquia San Agustín, confesó que, a su juicio, son diez las parroquias de Guayaquil que “están a punto de caerse”. Él mostró a EXPRESO los puntos más problemáticos del templo que representa, donde hasta los reflectores han explotado o ya no encienden. “Ya parezco el libro gordo de Petete”, ironizó el religioso en un artículo anterior, y en el que aseguró haber dirigido oficios al Instituto de Patrimonio, el Municipio, la Fundación Siglo XXI y la Fundación Malecón 2000. Pero hasta ahora, dice, obtiene una respuesta.
Por otra parte, en el caso de la iglesia Victoria, donde la alcaldesa saliente Cynthia Viteri prometió $ 1 millón para su rescate, haciendo el anuncio en el mismo templo donde llevó a cabo un enlace radial, tampoco ha habido un pronunciamiento o contestación frente al cuestionamiento de qué pasó con esa suma de dinero. Nada.
La ciudadanía anhela una intervención en torno a esta situación, tanto para que el patrimonio de Guayaquil no se pierda, así como para que estos no se conviertan en sinónimo de peligro.
