Lluvias en Guayaquil: de la ciudad del caos a la ciudad de las cascadas
En la ciudadela Paraíso y en la vía Perimetral se reportaron afluentes. Familias aprovecharon para tomarse fotos y bañarse en este cuerpo de agua
En medio de toda la desesperación y molestias que trajeron consigo las torrenciales lluvias que azotaron a Guayaquil durante el feriado de carnaval de este 2023, se detectó un panorama poco común, y hermoso; cascadas comenzaron a aparecer desde varios puntos de la ciudad, como en la Perimetral y en la ciudadela Paraíso.
En el caso de la ciudadela Paraíso, este cuerpo de agua se encuentra al ingreso de esta zona. ¿Cómo llegar? Avance por la calle Los Ciruelos. Luego gire a la derecha, en la calle Las Toronjas y por último ascienda hacia el mirador. La caída de agua estará a la izquierda.
Este fenómeno natural es conocido para unos, pero para otros es un nuevo descubrimiento, como es el caso de Fabián Bustamante, quien reside en esta ciudadela hace dos años y vive a solo dos cuadras de esta cascada, pero nunca la había visto.
"Es una vista hermosa que no pensé que tendría tan cerca de mi. Sería hermoso que siempre este presente y no solo después de las tremendas lluvias que azotaron Guayaquil", señala.
Sin embargo, personas ajenas al barrio, como José Antón, quien vive en Mapasingue, aseguran que no es la primera vez que disfruta de este espacio natural. “He venido en unas ocho ocasiones. Cada año ocurre esto. Se tiene que aprovechar la lluvias más fuertes para venir y refrescarse”.
De acuerdo a guayaquileños de generaciones mayores, antes este panorama era común de presenciar en todos estos puntos, "ahora con toda la urbanización y la expansión de la ciudad, estos bellos cuerpos de agua que estaban presente y ahora se han secado. Por suerte están renaciendo, aunque temporalmente", detalla Mauricio Solorzano de 64 años, guayaquileño que se habría acercado a la cascada que se formó frente al Cerro Azul, en la vía Perimetral.
Asimismo, la familia Lainez, que pasaba por la vía en su Aveo color rojo, frenaron apenas vieron aquella majestuosidad. “Es increíble esto en Guayaquil. Aproveché para ir con mis dos hijos y divertirnos”, asegura Stalin Lainez.
Al punto llegaron quienes solo se tomaron fotos con este fenómeno natural y se fueron, y estaban aquellos que se bajaban de sus vehículos o llegaban a pie para mojarse un rato con su familia.
