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Dueños y trabajadores de los negocios afirman que antes sentían mayor seguridad.Álex Lima

Los locales comerciales cierran una hora antes para evitar ser víctimas del hampa

Propietarios y vendedores dicen sentirse desprotegidos por la falta de policías en el sector. Los robos comienzan a plena luz del día.

José (nombre protegido) sintió el frío metal del cañón de una pistola justo cuando bajaba unos maniquíes de la tienda deportiva que custodia en una esquina de la Bahía, entre Chimborazo y Ayacucho.

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Un hombre armado, vestido con una camisa negra con estampado rojo, gorra blanca y tapabocas, entró al local cuando José terminó su jornada laboral, a plena luz del día, para llevarse una cartera de su tía.

Todo ocurrió en cuestión de segundos, a las 18:00 del pasado sábado. Antes de eso, el delincuente fingía hablar por teléfono para disimular su intención, mientras recorría sigilosamente los pasillos de la Bahía buscando su objetivo.

Al pasar cerca de la tienda de ropa deportiva, se asomó a la calle con su celular en la mano, observó hacia su izquierda para ver a su compañero de la moto que lo esperaba más arriba y entró de nuevo, como si estuviera recibiendo una llamada.

Cuando estuvo más cerca del local esquinero, el ladrón no dudó más: guardó su celular, sacó su arma, entró rápido al módulo y después de dos forcejeos se llevó la cartera de la dueña del local, mientras le pintaban las uñas.

Ella no fue la única sorprendida por el hampón, sino también su manicurista y otra mujer que las acompañaba. No se robó nada más.

El motociclista que acompañaba al ladrón bajó la calle en contravía y se ubicó en la salida del sector comercial para esperar a su compañero. En medio de los afanes, el otro sujeto apuntó con su arma a José, quien trató de impedir el robo. Y tras finalizar el hurto, los pillos emprendieron la huida.

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Los dueños de locales han decidido cerrar una hora antes, luego de escuchar sobre el asalto con arma de fuego, los supuestos rumores de saqueos a los locales comerciales de la Bahía y el decreto de toque de queda que ordenó el presidente Guillermo Lasso, por los altos índices de violencia que viven las provincias de Guayas y Esmeraldas.

“Nos enteramos después de que habían robado”, comentaron dos mujeres que trabajan en un local de la Bahía que vende accesorios para el hogar. “Nosotras no vimos nada, pero la dueña de esta tienda tiene miedo y por eso cerramos temprano. Normalmente trabajamos hasta las 19:00, pero ahora estamos cerrando a las 18:00”.

No son las únicas personas que sienten miedo. Una propietaria de un local de zapatos, un vendedor de accesorios de acero y el dueño de un puesto de venta de cosméticos también comentaron que están cerrando una hora antes por temor a ser asaltados.

“Estamos preocupados. Aquí te roban por descuido, te meten las manos a la cartera para sacar el celular. Me da miedo que pase un asalto en mi local. Ahora vivimos con temor Todo es inseguridad”, expresó la dueña de la tienda de calzado.

Por su parte, el vendedor de los accesorios de acero dijo que el día que se decretó el toque de queda hubo saqueos en el Mercado Central y se asustó al escuchar la alarma de la Bahía, porque pensó que iba a ser asaltado.

El miedo se apodera cada vez más de los vendedores, quienes consideran que hace falta mayor presencia de policías o guardias de seguridad motorizados que vigilen el sector. Y más en diciembre, mes en el que el comercio se mueve con intensidad.

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El comandante subrogante de la Zona 8 de la Policía, Fabary Montalvo, desmintió que falten agentes en el distrito 9 de Octubre, justamente en el sector comercial.

Aseguró que el jefe del distrito es quien debe confirmar si hace falta personal de la Policía en la Bahía. EXPRESO intentó comunicarse con él hasta el cierre de la edición, pero no obtuvo respuesta.

Sin embargo, Montalvo cree que “no se ha disminuido en ningún momento la capacidad operativa. Se ha implementado y aumentado el control en la Penitenciaría y sector de Nueva Prosperina”, dijo.

El Comandante también afirmó que a los establecimientos comerciales ya no va solo una motocicleta, sino dos, junto a un patrullero.

Finalmente, indicó que se está “reforzando la situación de la seguridad de los policías para evitar cualquier tipo de enfrentamiento con ellos, y por eso se ha desagrupado un poquito más. Pero sigue el mismo servicio y responsabilidad de acuerdo con cada distrito”.