Maholy Vernaza y su lucha por los niños
La voz de la joven activista se escuchó en la ONU donde expuso los problemas de los menores del Ecuador. Está orgullosa de sus raíces afroecuatorianas
Desde los 13 años participa y lidera espacios juveniles de incidencia en Ecuador; a los 14 fundó la Red de Organizaciones por la Defensa de los Derechos de la Niñez y Adolescencia (Roddna); y ahora que tiene 18, Maholy Vernaza Sánchez continúa en ese camino de lucha que la llevó hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Suiza, donde dio a conocer los diferentes problemas que afectan a los más pequeños del país.
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Leer másFue en 2020, en plena pandemia por la COVID-19, cuando esta guayaquileña de raíces afroecuatorianas tuvo la oportunidad de participar, de manera virtual, en un foro mundial donde conoció a otros jóvenes activistas sociales con quienes abordó temáticas de interés para este segmento de la población.
En su casa, ubicada en la Isla Trinitaria, un sector popular del suroeste de Guayaquil, esta joven entusiasta, de mirada penetrante y trenzas de colores, se emociona cuando habla de sus inicios en esta causa que la aprendió de su madre, quien desde muy chiquita la llevaba a marchas, ‘cacerolazos’ y a otros eventos que se realizaban en las calles en defensa de los derechos humanos.
No obstante, conocer la historia de una mujer que cuando era pequeña fue obligada a trabajar como doméstica y su empleador la vulneró física y sexualmente, a tal punto de dejarla estéril, la involucró más a trabajar en estos casos.
“Escuchar aquello me hizo pensar que pudieran existir muchas niñas que estén viviendo una situación similar y me propuse batallar por la erradicación del trabajo doméstico infantil. He hecho contactos con algunas entidades nacionales que se encargan de prevenir esta problemática y creo que voy por buen camino para avanzar en ese objetivo”, subraya emocionada.
Paralelamente trabaja en proyectos contra la violencia infantil para promover la inclusión educativa y el derecho a una enseñanza de calidad para los niños, adolescentes y jóvenes a quienes ha prometido ayudarlos a reinsertarse al sistema educativo que abandonaron por diferentes circunstancias, especialmente durante la pandemia.
Teniendo como escenario el estero, ubicado a pocos metros de su hogar, Maholy se reúne con grupos de niños a quienes no solo les aconseja que no abandonen la escuela; sino que además enrumba a aquellos que tienen dificultades para desarrollar alguna tarea de las asignaturas impartidas en los planteles.
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Leer másPara hacerlo desempolva los conocimientos que adquirió en el colegio fiscal Vicente Rocafuerte, donde en 2022 se graduó con honores (mejor bachiller) y por su récord académico fue proclamada portaestandarte de la bandera de Guayaquil.
Matemáticas, Lenguaje, Estudios Sociales y Ciencias Naturales son algunas materias en las que nivela a los niños, a quienes las pantallas y la virtualidad -en el caso de aquellos que tenían los equipos y la conectividad- y la casi nula educación entre las familias que no contaban con los recursos, limitó el aprendizaje durante los dos años de clases no presenciales.
Incluso, les enseña inglés básico que ha aprendido en cursos y academias privadas a las que ha asistido gracias a becas de estudios otorgadas por demostrar ganas de superarse.
“Siempre fue buena estudiante y muy dedicada a ayudar a quienes la rodean”, destaca su madre Maricruz Sánchez, quien pertenece a un gremio que defiende los derechos de las empleadas domésticas y le ha inculcado el trabajo, la perseverancia y el amor al prójimo.
En su anhelo por lograr que los niños no se queden sin estudiar, Maholy ha participado en diferentes foros que el Ministerio de Educación ha organizado para los jóvenes.
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Leer más“He dado a conocer mi preocupación por los 195.000 niños que están fuera del sistema educativo y por los reportes publicados por la Unicef que señalan que seis de cada diez alumnos han aprendido menos en estos últimos dos años. Esto es gravísimo y no debería estar pasando en mi país”, añade.
Está convencida de que solo la educación permite a los pueblos salir de la ignorancia y que nadie debe estar fuera de ella.
“Debemos recuperar la atención de los niños y jóvenes, y traer de vuelta las ganas de aprender; de lo contrario, la pobreza de aprendizajes seguirá aumentando. Hay que realizar campañas, dialogar con los padres y hacer que las autoridades asuman la responsabilidad de brindar educación para todos”, enfatiza.
A sus 18 años esta chica tiene una agenda copada dentro de su activismo social que la comparte con jóvenes de otras provincias que forman parte de Roddna, aquella organización que ella creó hace tres años. “En sus inicios tuvo tres participantes y ahora hay más de 80 que aportan con ideas y acciones para la defensa de los derechos de los menores”, anota.
También saca tiempo para participar en actividades culturales, donde muestra con orgullo sus raíces a través de la danza y la marimba, cuyos bailes enseña a los habitantes de la comunidad, quienes la admiran y la ven como un ejemplo a seguir por el trabajo que ejecuta en beneficio de ellos.
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Leer más“Estamos contentos de saber que contamos con una líder que nos tiende la mano y que está dispuesta a batallar para cambiar la situación de los menos favorecidos”, indica Ariana Vargas, una adolescente de la Isla Trinitaria que asiste a los encuentros que se desarrollan en la Fundación Cleotilde Guerrero, donde otros niños del sector hacen sonar las afinadas láminas de caña y madera que invitan a los presentes al movimiento de caderas y contorneo del cuerpo.
Por su labor social, la embajada de Estados Unidos en Ecuador la condecoró otorgándole el premio de ‘Joven Embajadora’, que le permite prepararse para realizar proyectos sociales de ayuda comunitaria.
Al momento, Moholy tramita una beca para estudiar en una universidad de EE.UU. las carreras de Sociología y Neurociencias. Tiene grandes sueños.
“Cuando me gradúe pondré mis conocimientos al servicio de la comunidad y seguiré trabajando fuerte porque quiero ser presidenta de la República para hacer realidad todos mis proyectos de ayuda social”, concluye la joven.