Guayaquil: El malecón del Salado se ahoga en un ‘mar’ lleno de obstáculos
La reactivación no llegó a este sitio turístico. Los locales cerraron y las visitas bajaron en un 50 %. Ciudadanos dan propuestas para revivirlo
La pandemia, la inseguridad general en la ciudad y la reducción de visitantes les pasan factura a los negocios y restaurantes ubicados en el malecón del Salado, por el lado de la calle Aguirre, en el tramo de la avenida 9 de Octubre y Tungurahua, así como a aquellos de la calle Quisquís, junto a la Universidad de Guayaquil.
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Leer másEn este sitio turístico, que en los primeros años tras su inauguración (2009) fue una zona de encuentros de amigos y turistas, apenas unos cuantos locales sobreviven actualmente. Mientras que otros intentan adaptarse y sacar sus negocios adelante, como ha informado EXPRESO en otras ediciones.
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En varias ocasiones se ha intentado reactivar este espacio, rodeado de un mar de obstáculos. Sin embargo, no han logrado ponerlo a la par del malecón ubicado al pie del río Guayas, donde cientos de personas trabajan, venden, compran y prestan servicios, y los visitantes cuentan con restaurantes, teatros, museos, jardines y paseos.
El toque de queda que aún rige en Guayaquil y otras zonas del país está “matando” lentamente a los negocios nocturnos. Los administradores de discotecas, bares, restobares y otros similares sienten que sus negocios agonizan luego de sobrevivir a la pandemia.
— Diario Expreso (@Expresoec) April 21, 2023
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En el malecón del Salado el turismo ha disminuido. Antes de pandemia, cerca de 250.000 personas al mes visitaban el lugar. En pospandemia llega tan solo el 50 %, señala a EXPRESO la gerencia de la Fundación Malecón 2000, que es la administradora.
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Leer másLa plaza de mariscos, ubicada en la calle Aguirre, hoy luce desolada, ya que están cerrados los cuatro locales donde se ofertaban platillos elaborados con camarón, pescado y otras especies marinas.
El parque infantil aledaño recibe visitas de vez en cuando; mientras que el muelle del estero Salado en el que aún se ofertan paseos en bote, solo está activo los fines de semana y feriados, aunque también con poca afluencia de usuarios.
Debería pensarse en abrir espacios para que los jóvenes compartan experiencias, dialoguen y planteen soluciones a los problemas que los afligen a ellos y a la comunidad en general.
Santiago Manrique, quien transita por el sector, señala que este es peligroso y desolado. “Por eso, pocos acuden, por el temor a ser víctimas de la delincuencia”, menciona.
Podría ser buena idea llevar al malecón del Salado las actividades recreativas que ofrece el malecón Simón Bolívar, como las exposiciones de animales prehistóricos.
Esta zona no es la única afectada. El tramo ubicado en la avenida 9 de Octubre y Tungurahua presenta un bajo flujo de visitantes, ya que los locales tampoco brindan servicio a los clientes, en su mayoría estudiantes universitarios.
Daniel Mendoza, empleado de uno de los pocos locales en funcionamiento, estima pérdidas en sus ventas superiores al 70 % en comparación con el 2019, antes de la pandemia. “Estamos resistiendo, pero necesitamos que las autoridades nos ayuden con planes concretos”, comenta.
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Leer másUna situación similar viven los negocios ubicados por el lado de la calle Quisquís, que colinda con la Plaza Rodolfo Baquerizo y la Universidad de Guayaquil. En su mayoría están cerrados, y lo que están abiertos atienden con poca clientela.
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“No hay ninguna novedad ni variedad en estos locales. Preferimos ir a los de la avenida Delta, donde los precios son más bajos”, opina Esteban Moreno, un estudiante universitario.
Fundación Malecón 2000 informó que los locales vacíos se ofertan en subasta; mientras que para los cuatro que estaban ubicados hacia el lado de Aguirre, se han planteado diversas líneas de negocio, como picantería, gasolinera y museo interactivo de ciencia y desarrollo por la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) y Epico.
En el espacio donde funcionaba Safari Zone, que sigue cerrado, señala que también se han realizado esfuerzos por instalar ya sea un acuario, una discoteca o una pista de hielo, sin que hasta el momento se haya concretado ninguna de estas opciones.
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Leer másPara el espacio cultural La Bota y el área de distracción Safari Park, también hay proyectos que podrán concretarse cuando la nueva administración del Municipio asuma sus funciones.
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¿Qué faltó para dejar un malecón del Salado reactivado?, preguntó EXPRESO. Desde la administración respondieron: “Un ambiente general de seguridad en el país que garantice al pequeño o gran empresario invertir en Ecuador en negocios de gastronomía o turismo y, por ende, a la población circular sin temor a pasear y consumir fuera de casa”.
Ciudadanos consultados por este Diario creen que para darle vida al malecón del Salado, este debería contar con espacios para que colectivos de artistas, poetas y actores expongan su trabajo con frecuencia.
La estudiante Marlene Jaramillo plantea abrir locales de venta de recuerdos de la urbe hechos con material reciclable, además de crear espacios para emprendimiento juvenil para vender productos de este mismo tipo que se presentan en las ferias de la universidad, como muebles hechos con cartones.
Carmen Bustamante, ama de casa, propone implementar actividades deportivas y trasladar al malecón del Salado los eventos del malecón Simón Bolívar, como la exposición de animales prehistóricos.