La maleza ahoga los parques de la IV etapa de la Alborada
Falta de atención y de planificación de obras denuncian los moradores. Las solicitudes datan de años. Reparación de áreas es una de las necesidades
Burlados. Decepcionados. Así se sienten los moradores de la IV etapa de la Alborada, ubicada en el norte de Guayaquil. Desde 2017 han presentado escritos para que adecúen los 22 parques que tiene esta zona residencial, pero dicen que ya están cansados de esperar.
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Leer másMaleza por doquier. Charcos de agua. Juegos oxidados. Asientos dañados. Falta de accesos inclusivos. Copas de árboles no podados. Hace siete años, Julia Ramos, abogada y presidenta del comité de moradores de la IV etapa de la Alborada, ha presentado solicitudes al Cabildo de Guayaquil pidiendo una remodelación de los 22 parques que tiene este sector, pero hasta la fecha tienen una respuesta. Debido a la falta de atención municipal, estas áreas están “pésimas”, expresa Ramos.
“Me han dicho que ya sí, que ya me van a atender; inclusive me han llamado por teléfono diciéndome que ya está programado, que ya está en la computadora”, pero hasta la fecha el Cabildo hace un tratamiento integral, denuncia la abogada.
Espero que se conduelan de nosotros y envíen personal a cortar las copas de los árboles. El Ficus se mueve mucho y no sé si se vaya a caer en mi casa o en el de la vecina.
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Leer másLo que el Municipio les ha respondido, mediante el informe técnico DAPAV-PP-2024-0096, manifiesta Ronald Aguilar, también representante de la IV etapa de la Alborada, es que “los parques ya han sido atendidos”; y adjuntan “fotos antiguas de hace dos años”, también colocan “fotos que no corresponden a la IV etapa de la Alborada”. Por lo que afirma que el Municipio les miente.
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A eso se suma que la solicitud que Aguilar hizo para la remodelación de la cancha del parque fue mal procesada. De acuerdo con el requerimiento No. 018-2024-0003123, consta que el trámite es solicitado para la ciudadela Martha de Roldós, lo cual es erróneo, recalca el morador. Igual le fue negado.
Pero la cancha, este año, tampoco podrá ser utilizada, indica Aguilar, porque a pesar de que Silvia González, supervisora de Áreas Verdes del Municipio de Guayaquil, le dijo que “si lograban sacar el asfalto con una gallineta nos ayudarían con arcilla”, pero “ahí quedó” sin asfalto. Ahora tiene una zanja de agua donde están creciendo renacuajos y es caldo de cultivo de mosquitos, dice Raúl Chancay, quien habita en esta etapa de la Alborada hace 30 años.
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Leer másAdemás, según el documento, emitido por Boris Navarrete, jefe de Planificación de Áreas Verdes del Municipio de Guayaquil, y González, es que “esta dirección realizará la motivación respectiva para su inclusión en los próximos planes de obras”. Además, se comprometieron a ejecutar “labores de mantenimiento agronómico (…), con podas de aclareo, despeje de cableado eléctrico, desbroce de maleza, limpieza, barrido, control de maleza…”, del 22 al 26 de enero.
Pero nada se ha realizado, sostienen los moradores. Ni los árboles han sido podados, declara Rita Maridueña. Mientras lavaba su auto, un mango cayó sobre el parabrisas de su auto, este se rompió. $ 340 le significó cambiar el parabrisas, pero eso no es lo que le molesta, sino que constantemente piensa que pudo haberle caído en la nuca. “Me pudo haber desnucado”.
Nosotros pagamos los predios, ¿por qué no nos responden con lo que hemos pedido para los 22 parques de la IV etapa de la Alborada? Necesitamos una atención y respuesta inmediata.
Hace ocho años, María Elena Vélez se mudó a este sector por los parques que tiene; pero ahora teme que surja el dengue y el paludismo, y que pueda enfermarse ella como sus nietos. En su opinión, todo esto es un reflejo de que el Ayuntamiento “no tiene políticas claras de mantenimiento ni de planificación”.
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Vélez expone que ella no puede ni sentarse en el parque porque el mobiliario está dañado. Tampoco llevar a sus nietos que por lo menos jueguen, porque un insecto les puede picar, por la maleza, o lastimarse porque la resbaladera está oxidada. “Deberíamos estar bien, pero no lo estamos: Tampoco siento que estoy viviendo dignamente”.
Desde que vivo aquí, no he visto que den un mantenimiento adecuado. Deben crear un cronograma de planificación para el cuidado de los parques y poda de los árboles.
El enfoque urbano que busca devolverle vida a la Alborada
Leer másA criterio de Ramos, el parque “es un desastre” porque el piso está desnivelado; tampoco hay rampas con pasamanos para que las personas mayores y los minusválidos puedan acceder a este. Otro de los problemas que tiene el sector es que los árboles tienen cochinilla.
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A Chancay le indigna que tanto él como sus vecinos pagan a tiempo sus impuestos, “pero no vienen en el momento, sino en el tiempo que ellos quieren”.
EXPRESO consultó sobre la falta de mantenimiento de este y demás parques al Municipio de Guayaquil, pero hasta el cierre de esta edición no contestó.
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