El Paraíso
En algunos puntos del vecindario se observa a la maleza creciendo en estructuras ya del entorno.Miguel Canales Leon

La maleza crece hasta en los cables y postes de un barrio guayaquileño

Los vecinos de El Paraíso piden ayuda a las autoridades para mejorar el panorama actual. Exigen sanciones y cuidados para evitar accidentes

La falta de poda en ciertas áreas verdes y terrenos ha convertido a la ciudadela El Paraíso, ubicada en el norte de Guayaquil, en una selva que se expande y crece sin control, según denuncian los residentes. Hoy, la maleza se agarra y crece hasta en los cables y postes, lo que incrementa el miedo ciudadano a que pueda ocurrir un accidente. 

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"Con tanta lluvia, me da recelo a que pueda haber un cortocircuito. Tener áreas verdes es maravilloso y en el vecindario somos privilegiados. Tenemos un cerro, un pulmón natural lleno de vida; pero también tenemos maleza que crece sin medida en algunos tramos del vecindario, y que se trepa hasta los postes. Algunas veces, como si fuera cortina, esta tapa el cableado y la ves colgado", señaló Douglas Calderón, residente del sector. 

En la calle Las Toronjas, por ejemplo, hay puntos en donde este escenario se ha vuelto común. "Ves a tu alrededor y ves vida por todos lados, incluso en el alumbrado público. Hay rejas o cercas de metal con plantas que sobresalen por todos lados. Es una muralla verde o de color café, si las plantas ya están secas, que son muchas. El problema es que a veces estas guardan también basura. Ahora que hubo una vivienda que se desplomó, por las lluvias, hay gente que sube y baja para observar lo que pasó, y en el camino se topa con esto. Yo soy una de ellas. Yo vivo en Miraflores, pero he venido más seguido ahora al barrio y pues he notado esta escena", precisó Elizabeth Mendoza, residente del barrio aledaño. 

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Frente a esta situación, la comunidad pide ayuda para recuperar el área, y a la par, exige sanciones dirigidas a los dueños de los solares privados que no han hecho el debido mantenimiento al lugar. "Lo que vemos no solo afea determinados puntos, sino que los hace ver desordenados y, además, aumenta el riesgo que haya más insectos. Ya de por sí aquí los moscos nos comen vivo. Lo único que pedimos es cuidado. Somos un barrio bonito, unido... Hasta cascadas naturales tenemos. Sin tanta maleza ahí sí que seríamos el paraíso como tal, le haríamos honor al nombre del barrio", señaló Analía Lima, quien apenas llegó a vivir al vecindario hace seis meses. 

No obstante, lo que pasa con la vegetación no es exclusivo de este punto del Puerto Principal. A decir de la ciudadanía, de hecho, es común en todos los vecindarios del norte y sur de Guayaquil; entre ellos Álamos Norte, el Cóndor y las distintas etapas de la Alborada. "Vean cómo están los parques. Ni los columpios se ven. En ellos puedes jugar solo al safari... Falta apoyo municipal en esos espacios también. Mas, no me asombra. Toda la vida, por años, ha sido así", señaló Daniela Trujillo, al referirse al parque de Álamos Norte, donde la maleza asimismo supera ya la altura de las rejas.