Guayaquil: La mascarilla mal desechada se enreda en las alas de aves
Tres expertos hablan del impacto de los desperdicios por la COVID. EXPRESO recorrió zonas, en las que se suma otro problema: la acumulación de basura
El respiro que la contaminación le dio al planeta durante el confinamiento del 2020, ahora se ve ‘ahogado’ por la basura que está generando la pandemia de COVID-19 y la indisciplina de los ciudadanos, que muchas veces depositan la basura donde no se debe y a la hora que no pasa el recolector de los desechos.
Basura en Guayaquil: Una realidad de dos caras
Leer másDías atrás, EXPRESO analizó los puntos más críticos donde se acumula la basura por el desorden de los habitantes. En este artículo se analiza cómo los residuos de mascarillas, guantes, envases que contenían alcohol u otros desinfectantes o productos de limpieza están llegando hasta las orillas de los esteros, tal como este Diario lo comprobó al recorrer el parque lineal de Cisne 2 y parte del estero Mogollón, a la altura de las calles 21 y El Oro.
La caminata se la realizó junto al ingeniero Xavier Salgado, activista ambientalista y presidente de Medio Ambiente Sustentable. Desde los primeros pasos que se dieron se visualizaron tapabocas botados tanto en el malecón del parque lineal como a la orilla del estero. Lo lamentable es que el personal encargado de limpiar ya había pasado por allí.
La cuadrilla estaba al final del parque y al ver las fotos exclamaron: “No somos la voz oficial de la empresa encargada de la recolección de la basura aquí; pero cada día pasa lo mismo, no importa cuánto limpiemos, siempre reaparece más basura, más mascarillas, más guantes”. Sin revelar sus nombres, dieron la vuelta y empezaron a recoger nuevamente los tapabocas, pese a que unos minutos atrás creían que por ese día ya habían recolectado todo.
La recolección de basura en Quito se reduce en comparación a 2020
Leer másEn ciertas partes de la ribera del estero Salado, en el cerro de Mapasingue, entre otros puntos, Urvaseo ha empezado a hacer trabajos de limpieza. “Se implementaron para ingresar a los sectores de difícil acceso, cambiando el sistema de punto fijo a un servicio puerta a puerta”, explicó Stefany Camacho, vocera del consorcio Urvaseo.
Salgado advirtió que esta basura puede provocar la intoxicación o muerte de las especies que viven en las riberas del manglar y estero, como las aves, ardillas, peces, entre otras.
En el recorrido se vio cómo las aves vuelan sobre la basura y hasta la picotean, y es cuando terminan enredadas en los elásticos de las mascarillas. Había una garza que daba la sensación de que miraba con tristeza lo contaminado que está su entorno. Y a unos cinco metros de ella, un gallo que trataba de darse un festín con los desechos.
Como solución, Salgado plantea educar a la población que vive cerca de los 80.000 kilómetros de estero Salado de Guayaquil.
El problema se está viendo en varios países de todos los continentes. En muchos destinos se están haciendo los correctivos. Aquí también se debe organizar un plan.
Para Pablo Guerrero, director en la costa de WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) en Ecuador, el problema es grave. Señaló que hay ya pruebas de que tortugas, aves, peces y mamíferos marinos están afectados por la basura que está generando la pandemia. Aseveró que ya hay especies que han muerto al ingerir la basura, confundiéndola con alimento.
Guerrero explicó que las especies no pueden digerir el material sintético, se sienten llenas y dejan de buscar el verdadero alimento. El final se entiende.
Es una pena que el estero siga con basura y preocupa que en el parque lineal de Cisne 2 hay mascarillas y guantes botados. A cada paso que se da, se ve este tipo de desechos.
Lo más inquietante es lo que pasa con los envases plásticos, que con los años entran a la red trófica. Es decir, después de un proceso los peces comen las moléculas de plástico. Eso puede llegar al ser humano. “Tenemos que generar una cultura ambiental que incluya el manejo apropiado de la basura”, recalcó Guerrero.
Extraen de los fondos marinos de Galápagos 2.239 kilos de basuras
Leer másAntes no se desechaban tantas mascarillas como ahora. Una persona usa entre una y dos por día. Si trabaja seis días a la semana, como mínimo gasta 24 tapabocas al mes, y al año unos 288. Lo triste es que ya se han encontrado aves enredadas en los elásticos de las mascarillas, e incluso algunas se han ahorcado, sostuvo Jaime Arellano, licenciado en Turismo y experto en avistamiento de aves y aviturismo.
Arellano destacó que muchas de las aves son controladoras de plagas; así que si hay menos porque se mueren, van a crecer las plagas, lo que al final afectará a las personas, porque todos los procesos son cíclicos.
Se insiste en la importancia de clasificar los desechos en casa, en fundas por colores, que se deberían entregar a los recolectores por día. Por ejemplo, los lunes solamente la basura de mascarillas, los martes solo plásticos, y así empezar a organizarse para evitar que los chamberos rompan las fundas y que la basura se riegue y termine en las orillas de un estero, un río o en el mar.