La mayoría de prácticas preprofesionales se hacen en casa por la pandemia
Por prevención, las universidades priorizaron actividades virtuales para sus alumnos; y hay empresas que suspendieron las pasantías presenciales.
Como a la mayoría de actividades, la COVID-19 ha alterado las prácticas pre-profesionales estudiantiles y tiene a miles de universitarios viviendo la que suele ser la primera experiencia laboral... en sus casas.
Para preservar la salud de sus estudiantes, y también por disposiciones de las autoridades de la ciudad y el país, las universidades mantienen suspendidas las clases presenciales y laboran en modalidad virtual. En tanto, los alumnos que están próximos a graduarse deben cumplir sus prácticas pre-profesionales, pues constituyen un requisito obligatorio.
Ante ello, las universidades han dado preferencia a las prácticas virtuales, mientras hay empresas que cancelaron o suspendieron las pasantías por motivos de seguridad. Como resultado, más son los estudiantes que están haciendo esas prácticas desde su hogar.
Así lo confirma una consulta de este Diario a un grupo de entidades locales. La Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y la Universidad Politécnica Salesiana les crearon opciones ‘on line’ como asesorías, investigaciones, conferencias, ayudantías de cátedras, entre otras , dentro de su propio entorno digital.
La Universidad de Guayaquil y la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), abrieron la posibilidad de hacerlas presencialmente, siempre que las empresas aseguren por escrito que mantienen todas las medidas de bioseguridad. Y tanto la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) como la Universidad Ecotec informan que la mayoría de sus estudiantes ejecutan sus prácticas de manera virtual.
Algo que para estos alumnos ha sido una experiencia distinta a la esperada, complicada desde el punto de vista comunicacional y, en algunos casos, de su propio aprendizaje.
A Mariana Hidalgo, estudiante de Diseño Gráfico de la Universidad Casa Grande, la empresa le facilitó una computadora y ha cumplido con las actividades que le solicitan en el área de Marketing. “Esta modalidad me ha ayudado a distribuir mejor mis tiempos y las reuniones son más eficientes”.
Sin embargo, dice que no es sencillo adaptarse a un entorno laboral en esas condiciones, en especial por primera vez. “Pienso que cuando vas a una empresa empiezas a tener más contacto con tus compañeros, entonces creo que sí me ha costado un poco tratar de conectar con las personas con las que voy a trabajar. Para mí, sí hubiese sido mucho mejor, como primera experiencia laboral, tener que ir presencialmente”.
De manera similar opina Jheimy Jironza, alumna de la carrera de Cine de la Universidad Católica. Durante sus prácticas no tuvo problemas: su función era editar ciertos episodios para un canal de Youtube de la productora. Pero le hubiese gustado hacer sus pasantías presencialmente. “Todos buscamos una experiencia completa al hacer las prácticas. En mi caso, estar en un estudio de grabación y conocer de primera todo el entorno”.
Para Rody Santos, estudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad de Guayaquil, ejecutar las prácticas en esta modalidad tiene sus dificultades “cuando falla la conectividad” o no ha tenido energía eléctrica en su vivienda. Resalta que ha conseguido, en el área de Producción, mantener una buena comunicación con sus compañeros para compartir sus ideas. No obstante, hay actividades que no puede realizar debido a que necesariamente requieren de presencia física. “En ciertas ocasiones me hubiera gustado estar en prácticas presenciales porque se aprende más”.
Así lo ratifican alumnos que están cumpliendo sus prácticas físicamente. “Prefiero mil veces trabajo presencial. Nada reemplaza la experiencia personal de un trabajo.”, expresa Jorge Paredes, estudiante de Ingeniería Mecánica en la Espol. Sus prácticas las desempeña en una empresa de diseño de climatización y proveedora de equipos de aire acondicionado y ventilación mecánica.
Allí, recalca, ha logrado adquirir nuevos conocimientos. “Lo teórico es una cosa. Por ejemplo a mí me enseñan termodinámica, el ciclo del aire acondicionado, pero más allá no me enseñan qué tipos de equipos hay y eso debo aprenderlo en el campo”. En la empresa cada mes les realizan pruebas de coronavirus, trabajan por turnos para que no todos acudan diariamente, mantienen la distancia y usan alcohol constantemente para desinfectarse las manos.
Lee Peñafiel, quien cursa Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica Salesiana, las cumple en el área de seguridad, salud ocupacional y medioambiente de una empresa de dulces. Para él es importante hacer las prácticas presenciales por la función asignada. Asimismo, subraya que en la empresa se preocupan por el bienestar de los colaboradores, les aplican dosis de vitamina B, les obsequian vitamina C, les dotan de mascarillas y mantienen los espacios desinfectados.
Jessi, Lee y Jorge cuentan que en sus carreras hay compañeros ejecutando prácticas en modalidad de teletrabajo, pero ellos prefirieron presencial.
La vicerrectora de Vinculación de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, Mónica Franco, explica que desde el Semestre A-2020, que inició en mayo del año pasado, se “determinó que las prácticas preprofesionales se lleven a cabo únicamente en línea”.
Excepto para las carreras de Enfermería y Medicina, que sí cumplieron con los internados rotativos en hospitales dentro y fuera de la ciudad, y en los casos en que los estudiantes solicitaron, de forma voluntaria, asistir presencialmente a las empresas que los acogían.
En Guayas, según estadísticas del sistema de educación superior, en 2019 se titularon 17.760 estudiantes. Según se desprende de las respuestas de las autoridades consultadas, la evolución de la pandemia y el índice de contagios volverá a determinar si las prácticas y pasantías de la siguiente promoción de universitarios las harán en empresas o en sus casas.
LA DOBLEMENTE OBLIGADA PRESENCIALIDAD EN SALUD
Andrea Paredes, estudiante de Enfermería de la Universidad Estatal de Milagro (Unemi), explica que las prácticas para su carrera, los internados, son obligatoriamente presenciales por su naturaleza. “Tenemos que estar ahí, frente al paciente, saber qué le duele, valorarlo para conocer qué siente, qué se le ve, qué anomalías ha presentado y de esa manera ayudar a su evolución”. Sus labores las cumple en el Hospital Abel Gilbert Pontón.
Cinthia Brito, estudiante de Medicina de la Universidad de Guayaquil, las realiza en el mismo lugar, en el área de Cirugía. “Hago guardias de 24 horas a los pacientes, viendo qué necesitan, como radiografías, tomografías, tomando los signos vitales, y otras funciones”. Indica que el trabajo, a pesar de ser muy demandante, le brinda mucha satisfacción. Sin embargo, debido a la pandemia, cuenta que por pedido de su familia no inició el internado en mayo y esperó hasta septiembre.
distribuidas a lo largo de la carrera, dependiendo del nivel del curso y de la normativa interna.