
¿Es mejor no salir en la noche? Guayaquileños invadidos por el miedo
Aumento de casos de robos, balaceras y secuestros limitan el ocio y la vida nocturna en la ciudad
Sin duda, ha sido un inicio de año violento en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), con fragmentos de tiempo donde se registraban 8 muertes diarias en promedio, y redondeando a casi 500 las muertes violentas sólo en los primeros 50 días del año. Por eso, hay mucho que el miedo les vence y prefieren resguardarse en casa.
Relatos de los residentes
Para Steven Monge, joven profesional que vive cerca del Mercado de las Cuatro Manzanas, centro de Guayaquil, las nueve de la noche es sinónimo de 'cuarentena'.
''Estoy fatigado de sentirme siempre en alerta. Y eso nunca será suficiente para evitar algo contra una delincuencia que es más organizada que mi vecindario'', cuenta a EXPRESO, añadiendo que el miedo se agudiza por saber que, incluso en flagrancia, hay la posibilidad de represalias por parte de los malhechores. Además, relata que los cruces de disparos en la noche ya son como ''otra pirotecnia más''.
''Ya no tenemos la confianza como para salir en las noches, a los parques o reunirse con amigos'', asegura Melania Haz, moradora del norte de Guayaquil. ''Incluso el movilizarse en taxi es un riesgo, ni por aplicación. Hay mucho secuestro'', relata, enlistando también una serie de precauciones que toma para no ser víctima del hampa.
Es el mismo calvario para Raquel Mármol, quien regresa siempre a 'guardarse' en las noches después del trabajo. “No salgo en las noches principalmente porque no me siento cómoda ni segura”, afirma. Ya sea al manejar, ingresar a un restaurante, un cine o cualquier otro establecimiento, la sensación de vulnerabilidad es constante.
“Siento que mi integridad física está amenazada todo el tiempo. Si escucho una moto, el frenazo de un carro o veo a alguien acercarse de manera abrupta, mi adrenalina se dispara y creo que estoy en peligro, incluso de muerte”, relata. Para evitar el estrés y los problemas de salud que le genera esta situación, prefiere quedarse en casa. “Hasta para dejar mi carro en el parqueo evito hacerlo tarde. Máximo a las seis de la tarde, el auto ya está guardado”, concluye.
Por eso, piden que la seguridad se refuerce y nuevamente haya cooperación integral entre la Policía y el Municipio, que refuerce la vigilancia y retorne la garantía de vida nocturna. Sobre el no-uso de las camionetas municipales por parte de Policía Nacional, Segura EP ha anunciado que enviará una propuesta de convenio más específico a los cuerpos de seguridad para coordinar las acciones conjuntas de vigilancia. Mientras tanto, la empresa continuará utilizando los vehículos municipales con agentes metropolitanos, a pesar de que estos no cuentan con armas de fuego para enfrentar hechos delictivos.