“Las mejoras para Sauces 1 han quedado en el olvido”

Una peatonal de tierra y piedras que limita con siete manzanas es el problema con el que los residentes de la ciudadela Sauces 1, ubicada en el norte de Guayaquil, llevan padeciendo desde hace 40 años. Se lamentan de que la regeneración en su totalidad no haya llegado hasta este punto, pese a los reiterados oficios que la comunidad ha enviado al Cabildo y que, afirman, no han obtenido una respuesta definitiva.

De eso da cuenta Dolores Ayala, una de las fundadoras del barrio, quien conserva solicitudes remitidas desde hace 9 años, pero se cansó de esperar. “Tengo los oficios firmados y no hay ejecución, por eso dejé de hacerlos. Sabemos que había un presupuesto asignado y no sabemos qué pasó. Las mejoras en Sauces 1 quedaron en el olvido”, dice apenada Ayala, cuya vivienda se levanta al pie de la caminera y que, por el polvo, se ve obligada a encerrarse.

Pero no es el único problema que preocupa al vecindario. El espacio actualmente es usado como parqueadero de vehículos y botadero de desechos que bloquean el paso de los niños, que no pueden andar con tranquilidad sobre sus bicicletas, o a los peatones que circulan diariamente por ahí. Más de uno se ha tropezado.

Sin embargo, los moradores temen que si la mejora no llega antes de que caigan las primeras lluvias en la ciudad, la caminera terminará convirtiéndose en lodo, como ya ha ocurrido en años anteriores, y se forme una “piscina” que favorecerá a la proliferación de mosquitos.

“La falta de atención municipal es evidente desde hace muchos años. Siempre está el ofrecimiento o nos dicen que vendrá el siguiente año y nada. Ojalá ahora nos atiendan”, se queja Rebeca Vera, moradora, que explica que este problema no se registra en las otras peatonales del sector que sí tienen adoquines.

EXPRESO recorrió las manzanas de la ciudadela y constató que, si bien hay peatonales regeneradas (algunas hace poco más de un año), en al menos dos de ellas algunos adoquines están ya desprendidos de sus sitios, complicando la movilidad de los residentes.

Asimismo, las luminarias no encienden, volviendo al entorno inseguro. Los “tallarines” de los cables que recorren las peatonales también molestan a los residentes.

Según el líder barrial Carlos Guerrero, estas obras (de colocación de adoquines) apenas tienen dos años, pero “está inconclusa”. Al igual que sus vecinos, se hartó de hacer llegar las peticiones al Municipio e incluso a concejales, pero afirma que tampoco ha obtenido una contestación.

“El Municipio sabe de la problemática, por eso queremos saber cuándo vendrá la obra. Hemos recolectado firmas, tomado fotografías y todavía nada. Queremos tener una mejor calidad de vida, no podemos vivir con esta polvareda y lo peor vendrá cuando sea invierno”.

Cuánto va a demorar el Municipio para culminar al menos lo que empezó, denuncia Belén Soro, comerciante del sector, que ha sido testigo de cómo en el vecindario los vecinos se han caído o les han robado, precisamente por esta falta de obras.

Ante estas denuncias ciudadanas, EXPRESO solicitó información al Municipio y al Departamento de Obras Públicas, respecto a cuándo se realizarán los trabajos, pero hasta el cierre de este reportaje las respuestas no llegaron. Sin embargo, Luis Peralta, promotor comunitario de Obras Públicas del Cabildo, aseguró que el proyecto de regeneración de este espacio aún está en estudios.

“Va a llevar su tiempo y luego que esté listo se lo incluirá en un programa de obras, pero no se puede decir exactamente en qué mes; eso lo maneja la autoridad principal”, señaló Peralta, quien aclaró que en la parte central de la caminera hay una jardinera por lo que, dijo, hay que cambiar el diseño. Lo que generará, a decir de los residentes, más retraso.

“Es dar vuelta en lo mismo, demorar la obra más”, coincidieron; al señalar, además, que están a la espera de las mejoras en los parques y áreas verdes de Sauces 1. Ellos solicitan la instalación de máquinas geriátricas, sobre todo para los adultos mayores (que son muchos, según advierten los líderes), un mayor mantenimiento y el cambio de las piezas mecánicas vetustas de los parques.

“Una funcionaria del departamento de parques nos ha dicho que para que un parque funcione tiene que haber un comité, pero eso no siempre debe ser así. O sea si un espacio está en abandono y necesita regeneración, ¿es obligadamente necesario esto? No es justo porque hay parques que se han regenerado y quizá ni tienen comités”, manifiesta Guerrero.

Mónica Álvarez, también moradora, coincide con él y subraya que por el parcial abandono de las áreas recreativas, estas son aprovechadas por consumidores de drogas y delincuentes.

“En el parque de la manzana 16 y 17 hay venta de drogas y hemos tenido un intento de asesinato. Ocurrió al pie de mi casa. ¿Vamos a esperar a que alguien muera para tomar medidas?”, cuestiona.