El mercado de Vergeles, diez años de promesas incumplidas
Los comerciantes esperan por un sitio para trabajar desde 2013. Peatones y vendedores corren riesgos por puestos ubicados en la calle
“Queremos el mercado, queremos el mercado”, es el grito repetido de decenas de comerciantes que llevan esperando la promesa de un sitio para trabajar desde 2013, sin embargo, luego de más de una década, el mercado todavía no es inaugurado.
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Leer másTal como EXPRESO lo ha contado en anteriores reportajes, los comerciantes de la ciudadela Vergeles, en el norte de Guayaquil, reclaman por un lugar para poder expender productos en un espacio destinado para esos fines; con limpieza, sin miedo a los accidentes, robos y dejando de ser un obstáculo para los peatones.
En 2013, fue ofrecido como promesa de campaña del exalcalde Jaime Nebot. En 2016 se hizo la expropiación de un terreno, pero nunca se llevó a cabo la construcción. Para el 2019 la sucesora Cynthia Viteri volvió a ofrecerlo, pero recién en junio de 2022 se empezó a trabajar con una nueva promesa: la inauguración se realizaría en marzo de 2023; sin embargo, pasó el tiempo y nada. En mayo del presente año, Viteri hizo apenas una preinauguración, anunciando que quedaba listo para ser entregado por el nuevo alcalde, pero inicia julio y todavía la promesa continúa. No hay hechos, recuerda molesta Aracely Vélez, representante de los comerciantes de Vergeles, quien asegura llevar más de 10 años en la lucha, pero sin lograr conseguir el objetivo.
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Leer másEXPRESO realizó un recorrido por la calle principal de Vergeles, que desde hace 18 años se ha convertido en un mercadillo, lleno de basura, insalubridad y problemas.
En la zona, los peatones deben caminar por la calle con el riesgo de ser atropellados, mientras que los comerciantes gritan a todo pulmón, en un afán de llamar la atención de los clientes, pero también se exponen a los ‘tricimoteros’, que se convierten en el “terror” de todos, por lo rápido que conducen y sin respeto a nada.
“Hace pocos minutos un tricimotero me aplastó varias papayas. Ellos andan a toda velocidad y no se dan cuenta. Yo le reclamé y me dijo que me daba dos dólares y que no moleste, pero cada papaya vale eso. La verdad para evitar problemas tuve que quedarme frío para no tener problemas, pero tuve pérdidas”, contó Jacobo Murillo, quien lleva ocho años vendiendo frutas en su pequeño kiosco.
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Leer másOtros comerciantes, como Celio Arroyabe, considera que trabajar ahí es arriesgar la vida, pero es la única opción que tienen para subsistir. “Llevo aquí trabajando 10 años, ya todos me conocen, no podría irme a otro lado porque perdería clientes”, sin embargo reconoce que los acelerados buses son muy peligrosos. “Vienen soplados. Hace unos días hubo un atropellado y por poco cae en mi negocio. Realmente vivimos en tensión porque sentimos que en cualquier momento puede ocurrir una desgracia. Necesitamos un espacio digno para trabajar”, reclamó Arroyabe, comerciante de artículos de limpieza.
Esta situación también se vuelve incómoda para los peatones que deben transitar por el sector, esquivando carretas, frutas y hasta ropa colocada en media calle. “Entendemos que quieren trabajar, pero llevamos años soportando esto. Tenemos que caminar con cuidado para no pisar sus cosas, los carros nos pasan soplando la nuca”, comenta Griselda Yáñez, residente de la zona.
Para Julio Martillo, esta situación es un problema “de nunca acabar”, ya que la promesa se ha eternizado. “Ya estamos perdiendo las esperanzas. Aquí afuera de mi casa se paran a vender verduras y después que se van dejan todo sucio. No solo ellos quieren el mercado, nosotros también”, comentó.
de venta de todo tipo, contará el mercado de Vergeles, según el proyecto.
EXPRESO consultó al Municipio sobre el avance de esta obra y cuándo tiene previsto entregarla, pero hasta el cierre de esta edición no llegaron respuestas.
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Leer másAracely Vélez revela otro temor de los comerciantes. “No sabemos cómo nos acomodarán. En el mercado hay 99 puestos, pero somos 200 comerciantes censados. Seguramente muchos se quedarán fuera y eso hará que la informalidad continúe”, mencionó la representante. También hay el temor de que algunos puestos sean vendidos de manera ilegal. “Un contacto que tenía dentro de la anterior administración me dijo que algunos puestos estaban ya dados a personas que nunca han trabajado en Vergeles, pero pagaron para tenerlos. Ojalá eso no sea cierto. Aquí nos conocemos entre todos”.
Necesitamos un mercado decente urgente. Tenemos problemas con los ‘tricimoteros’ porque conducen de manera peligrosa. También aplastan nuestros productos.
Llevamos más de diez años esperando se construya el mercado. Solo le pedimos al actual alcalde que sea entregado para que nos dejen trabajar con tranquilidad.