El miedo atraviesa los pasos peatonales de la Perimetral

El panorama no ha variado hace un año en que EXPRESO alertó de los problemas que se registran en la mayoría de los pasos peatonales de la vía Perimetral que, además del deterioro, son puntos utilizados por delincuentes para asaltar a osados ciudadanos que se atreven a utilizarlos.

“Al cruzarlos corro el riesgo de que me desvalijen". “Son dormitorios de indigentes”. “Con o sin cámaras igual roban”. Estos fueron algunos de los comentarios que soltaron los peatones, y quienes se sienten cansados de correr y sortear los vehículos, bajo las estructuras, para llegar a sus destinos.

En un recorrido nocturno que realizó este rotativo se constató que el estado de los puentes, a partir del primer viaducto a la altura del ingreso de la Isla Trinitaria, continúa siendo deplorable. Además de la oscuridad, el robo de barandas, tejado y luminarias se suman a la lista de males que acarrean estos pasos, destinados a garantizar la seguridad del peatón al cruzar de un extremo a otro de la transitada arteria.

Los más propensos a ser víctimas de los atracos son los residentes de las cooperativas o empresas que se levantan a lo largo de los más de 20 kilómetros que tiene la vía. “Tengo que pasar corriendo y da pena cómo está el puente: sin luces ni techo”, se lamentó Gladys León, ciudadana que espera que la luz retorne al sitio.

Incluso antes de comenzar el ascenso a las estructuras el peligro se hace presente. Así lo sostiene Diego Idrovo, un trabajador que sufrió un asalto hace pocas semanas en el callejón que se forma en el mismo puente peatonal, que está aledaño a una Unidad de Policía Comunitaria (UPC).

El panorama se repite en los pasos elevados de más adelante. Erika Carabajo incluso mostró su sorpresa al ver a un policía en motocicleta cruzando a su lado, pues según ella, no es una escena cotidiana en el lugar.

Para conocer cuál es el plan de mantenimiento que se ejecuta en los pasos peatonales, y cómo cambiar estos escenarios, este Diario consultó tanto a la Agencia de Tránsito Municipal (ATM) como al Ministerio de Transporte y Obras Públicas, pero hasta el cierre de esta edición las respuestas no llegaron.

Gabriela Suárez es moradora de la Florida Norte y argumenta que el hurto de barandas y otras piezas de metal e incluso del techo, así como lo ha venido contando EXPRESO, tiene cancha debido a que las recicladoras informales compran estos objetos sin el mínimo control policial o municipal. La situación se agrava en la noche, pues las estructuras están en penumbras.

Lo mismo opinan usuarios que van al Hospital Universitario o en la populosa zona de El Fortín, donde los vendedores informales, asimismo, obstaculizan el paso de los peatones. “En otros puentes he visto que hasta los motociclistas lo usan. Parece chiste, pero urge más control”, comentó Magaly Fabara, de Socio Vivienda.

Manuel Lindao, quien a diario viaja de Cerecita a Guayaquil, ha sido testigo de asaltos en la parte baja e inmediaciones del paso ubicado a la altura donde se construye la nueva terminal terrestre vía a la costa. Espera que con la llegada de esta edificación, la situación cambie y tener así un cruce iluminado y seguro.