Milagro: La ciclovía de la discordia
La colocación de delineadores viales genera críticas por parte de la Comisión de Movilidad. Ciclistas denuncian que la ruta es usada por motociclistas
La colocación de delineadores de seguridad vial en calles de Milagro como la García Moreno, Juan Montalvo, Pedro Carbo, entre otras, no ha logrado la reacción esperada por parte de las autoridades. Y es que la Empresa Pública Municipal de Movilidad, Tránsito y Transporte de Milagro (Emovim) instaló esas estructuras para dar más seguridad a los ciclistas; pero la obra, a decir de la Comisión de Movilidad del Concejo Cantonal, no había sido aprobada previamente por ellos. Por lo que, advierte, no debió realizarse.
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Leer másEsta situación, agrega el Concejo, debido a la falta de planificación, está generando más embotellamientos, inseguridad y desorden. La ciudadanía lo ha corroborado.
Desde enero pasado, a lo largo de la avenida García Moreno, una de las principales arterias vehiculares y comerciales del cantón, se empezaron a colocar los delineadores, junto a los muros de concreto que dividen la calle de la línea férrea. El objetivo de la obra, a decir de Emovim, es precautelar la seguridad vial de peatones y ciclistas mediante el establecimiento de un camino exclusivo para su uso.
“El comienzo de un cambio puede llegar a generar molestias; sin embargo, una vez que se concluya la obra, será posible observar el crecimiento que esta ha generado”, manifestó Margarita Ochoa, gerente de la empresa municipal.
Aunque no ha precisado cuántos meses tomará la ejecución del proyecto, Ochoa aseguró que la ruta de la ciclovía atravesará algunas calles del perímetro urbano, contemplando un total de 3,5 kilómetros en su primera fase.
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Leer másPero esta gestión, que mantiene a la población con criterios divididos, no ha sido bien vista por la Comisión de Movilidad. Rómulo Vélez, quien la preside, afirma que para llevar a cabo los trabajos se debió contar con su aprobación mediante ordenanza municipal. Y eso no pasó.
“No hay autorización para que estén instalando la ciclovía. Esto crea caos vehicular, porque ahora solo tenemos un carril. Las calles de Milagro, en un 90 %, son angostas”, argumentó. Y precisó que la titular de la empresa pública podría enfrentarse a una glosa por ejecutar una obra sin la aprobación de los ediles.
La obra es buena, pero el control es escaso. Se supone que el carril es exclusivo para nosotros, pero los motorizados lo están usando. Nos preocupa el riesgo que nos genera.
Por ello, para el proceso de fiscalización solicitó el pasado 18 de febrero las especificaciones técnicas del contrato, pues dice que se han invertido 365.930,04 dólares. “Tengo entendido que han abonado ya el 70 %”.
Seis días después de su pedido formal, al no recibir respuesta, Vélez dijo que insistiría en solicitar la información. Todo esto respaldado por la comisión que preside y que está integrada además por los concejales Franklin Gaibor y Hamilton Cuvi.
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Leer másFrente a esta situación, Ochoa se limitó a decir que para la ejecución de la obra no necesita autorización del Concejo, pues forma parte del Proyecto Integral de Señalización Horizontal, Vertical y Semaforización, que se ejecuta en gran parte de la ciudad.
Pero entre los ciudadanos y expertos en movilidad, obviando los roces internos que se han generado por esta obra entre los funcionarios, es vital saber si antes hubo un estudio técnico que confirme si era adecuado o no colocar esas estructuras.
“Para construir obras de este tipo, no se trata solo de colocar delineadores y ya. Hay calles que, por su dimensión, no lo permiten. Que una ciclovía es necesaria, por supuesto que sí, pero para hacerla bien es necesario a veces reducir aceras (si son extremadamente grandes), o cambiar la ruta. No son decisiones que se toman a la ligera”, explicó el arquitecto Agustín Morán.
Entre los ciudadanos, si bien algunos están a favor de la obra, existen otros que reclaman que no haya sido socializada y, más aún, que no se controle de forma adecuada quién pasa por el carril de los ciclistas.
Solo si se realiza un control exhaustivo, la vía será utilizada de forma adecuada. De lo contrario, que es lo que está pasando, esta no será más que un estorbo para la ciudad.
Daniel Muñoz y Raúl Verdesoto, ambos ciclistas, lamentan que el espacio sea usado por motociclistas. “Esta falta de control nos está poniendo aún más en riesgo. Mientras no vea orden, no la usaré. No pienso poner en riesgo mi vida”, sentenció Verdesoto.