Milagro: El mercado que no vende ni lo visitan
La plaza 22 de Noviembre, en Milagro, está desolada. Solo atienden 4 comerciantes. La comunidad plantea dar vida a otra obra
Es uno de los centros de abastos más antiguos de Milagro, está ubicado en el corazón de la ciudadela 22 de Noviembre, al norte del cantón; pero aun así permanece vacío.
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Leer másLas familias no lo visitan. Pese a que cuenta con el espacio suficiente para acoger a más de 50 comerciantes, apenas 4 ocupan el lugar para ofertar frutas y legumbres. El problema, según Anabel Ramos, una de las comerciantes del mercado 22 de Noviembre, habilitado como tal desde hace 10 años que dejó de funcionar como un coliseo, está en que los clientes prefieren realizar sus compras en el centro de la ciudad y los comerciantes, por las secuelas que ha dejado la pandemia, se arriesgan a vender sus productos en la calle.
“Si hay más gente en el centro, prefiero irme allá por seguridad económica. Aseguro la venta. Siempre he estado en contra de la informalidad, pero ahora me toca dejar mi puesto en los mercados para ir a buscar a los clientes”, reconoce Wellington Altamirano, comerciante que, por al menos 9 años, ha trabajado vendiendo legumbres de manera formal.
Ramos, quien hace un llamado a que la Alcaldía ponga orden en este tema, asegura que apenas los fines de semana que desarrollan las ferias, el espacio se llena. “El resto de días vender aquí es como vender en el cementerio y ni eso”, piensa.
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Leer másEXPRESO recorrió el lugar y efectivamente constató ese escenario. Allí, a plena luz del día o al caer el sol (abren hasta las 18:00), no se escuchan risas, ni comerciantes ofertando, a gritos, sus productos o platos de comida ya elaborados. Los pocos comerciantes que se han decidido quedar, solo registran entre siete u ocho dólares diarios en ventas. Y aunque no es suficiente, prefieren eso a tener que irse a las calles.
“Con eso no gano nada. Pero me quedo porque sé que en algún momento la situación cambiará. Al menos vendo para las familias de los barrios aledaños, sabemos que los cuatro que estamos aquí, somos fieles a la comunidad”, indica Elsa Villagómez, mientras pelaba cebollas.
Los fines de semana, cuando hay feria, este lugar se llena. De lo contrario, todo permanece vacío. Estamos los mismos de siempre y vendiendo a los pocos que llegan.
Luis González es un morador del sector y afirma ser un cliente asiduo. Cada fin de semana acude al espacio en busca de las frutas que llegan de Ambato. “Todo es fresco, además que los productos son baratos”, piensa.
Frente a esta situación, el alcalde Francisco Asán indicó a EXPRESO que se está trabajando en la intervención de este y los mercados La Dolorosa, Central y Colón, para hacerlos más atractivos para los clientes.
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Leer másEl subdirector municipal de Obras Públicas, Jorge Roditti, dice que dentro del plan bianual (2021-2022) está considerado el mantenimiento integral de todos los centros de abastos. Por ahora, expresa, se están limpiando las alcantarillas de los entornos y se están repotenciando las cámaras frigoríficas. “Apenas se pueda, por cuestión de presupuesto, se elevará al portal de Compras Públicas el proceso para hacer la intervención total”, señala.
Pero a los comerciantes y las familias, sobre todo, les preocupa que ese plazo sea indefinido. “Si el lugar permanece así, no iré a comprar ni siquiera los fines de semana. Uno busca adquirir alimentos en un sitio seguro. Si hay poquitos comerciantes, me pueden robar. En las noches pueden meterse ahí los consumidores de droga y delincuentes. Pueden atacarnos a los pocos clientes que llegamos al sitio”, reconoce Andrea Lima, residente.
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Leer másPara habitantes como Ginger Peña, Natalia Méndez y Carlos Cantos, ambos vecinos de la ciudadela Apolo, urge que desde la Alcaldía se ordenen las calles y estos espacios. “Si tremenda infraestructura la ocuparán apenas unas personas, ¿por qué entonces mantenerla? ¿Por qué darle mantenimiento? ¿Por qué no crear un gran parque? Estos siempre hacen falta”, cuestiona Méndez.
Ello, además, plantean que se haga una socialización masiva y se les brinde beneficios a los comerciantes y clientes para que ocupen esos espacios vacíos. Una de las alternativas, a decir de Peña, serían las promociones especiales ciertos días a la semana.
El sitio suele llenarse de polvo por los carros que pasan cerca del mercado. Sería bueno que se atienda también a ese tema. Así la ayuda, cuando llegue, sea integral.
“Si la autoridad hace caso omiso, la delincuencia se instalará en el sector. Cuidado. Pueden reaccionar ahora. Si van a gastar plata, como ya lo anuncian, que lo hagan por algo que sea usado o visitado. De servicio real para la comunidad”, sentencia Lima, quien vive en la calle Pedro Carbo, aledaña al sitio, y sugiere que se baraje hasta la opción de crear una pista de skate y patinaje.
“Este deporte llegó ya a los Juegos Olímpicos y qué emocionante que fue. ¿Por qué permitir que los jóvenes usen solo la calle? Si no se compra, si no se vende, entonces que se patine”, reflexiona.