Moreno destituye al director del Ineval y genera reacciones

Ni muy bien el presidente de la República, Lenín Moreno, anunciaba a través de su cuenta de Twitter que había pedido la salida del director ejecutivo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval), Edwin Palma, debido a la filtración de la prueba Ser Bachiller, las reacciones de expertos educativos, estudiantes, padres de familia y comunidad en general no se hicieron esperar.

Según Moreno, la filtración de las pruebas Ser Bachiller es inadmisible. “¡No se puede jugar con los sueños de los jóvenes ni mancillar su educación en valores!”, escribió, al informar que ha pedido que el director del Ineval sea separado del cargo y que conformará una terna de alto nivel para asumir este compromiso.

Expertos en educación, consultados por Diario EXPRESO, creen que la destitución del funcionario no es la solución al problema de la calidad de la educación del país.

“No se trata de nombrar a alguien o destituirlo cuando algo no funciona. Hay que buscar las raíces del problema para iniciar una reestructuración de la educación a todo nivel”, manifiesta Emma Marún, exdirectora provincial de Educación, quien agrega que esto es una cadena que solo terminará cuando el Gobierno quiera sembrar una educación de calidad que beneficie a niños y jóvenes del país.

La misma opinión tiene el experto en educación Ivo Orellana. “La destitución del director del Ineval de ninguna manera arregla un problema que es estructural en su organización y el hecho de que miles de estudiantes no puedan ingresar a la universidad”, anota.

Cree que la solución está en la eliminación de la prueba y del mismo Ineval. “Y que esos millones de dólares que se presupuestan para esa institución, que no ha arrojado los resultados esperados, se repartan a las universidades para que creen mayores cupos y acojan a más estudiantes”, sugiere.

La usuaria de Twitter Verónica Barriga escribió que lo que debe hacer el presidente de la República es eliminar esa prueba, “ya que muchos chicos se quedan sin estudiar en la universidad”.

En cambio, Diego Alvarado cree que la prueba no debe eliminarse.Carlos Morán, estudiante de tercero de bachillerato, menciona que aún queda mucho por hacer en este tema.

La filtración de la prueba Ser Bachiller, que se tomó del 17 al 23 de enero pasado, causó malestar en cientos de estudiantes de tercero de bachillerato, quienes en las últimas semanas levantaron sus voces de protesta, al sentirse perjudicados frente a aquellos que les llevaron ventaja porque conocieron las preguntas.

Padres de familia llevaron el caso ante la Defensoría del Pueblo, entidad que investiga una posible vulneración de los derechos de los estudiantes.

La Comisión de Participación Ciudadana y Control Social de la Legislatura, durante una sesión realizada ayer en Guayaquil, también analizó el caso junto a representantes estudiantiles y del Ineval.

“La prueba Ser Bachiller debe tomar en consideración otros parámetros para evaluar a los bachilleres del país, (para su ingreso a la universidad); y las autoridades, la disposición constitucional que obliga a realizar cursos de nivelación”, fue la resolución a la que se llegó al término de la cita.

Raúl Tello, presidente del organismo, dice que el presupuesto de la nivelación debe salir del Gobierno; y en el caso de las universidades particulares, de sus propios recursos.

Al encuentro realizado en el Salón Auditorio del Fondo de Cesantías del Magisterio Ecuatoriano (FCME), situado en el centro de Guayaquil, llegaron alrededor de 200 personas entre bachilleres y padres de familia, quienes portando carteles y gritando reclamos exigían la eliminación del examen. 

El hasta ayer director del Ineval admitió que la prueba se filtró.