Movilidad: baches, el legado con el que los guayaquileños se niegan a convivir
La ciudadanía cuestiona que todos los años, los baches sean el común denominador de los vecindarios. Critican que se hagan obras parches que no duran y que haya, a la vez, barrios desatendidos
Uno de los problemas que acecha al guayaquileño, por años, han sido los baches. La ciudadanía, como lo ha publicado EXPRESO en múltiples ocasiones, ha cuestionado que las obras de bacheo no lleguen, o que lleguen pero al poco tiempo el asfalto esté nuevamente desgastado.
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Leer más"Si me preguntan qué es lo que más feliz me haría en esta ciudad, además de tener seguridad, que es algo que parece nunca logremos ya tener, es tener calles lisas, sin cráteres. Me encantaría, ya que estamos en el mes de la Independencia de Guayaquil, poder independizarnos de los baches. Es decir, estar libres de ellos; no verlos nunca más. No pasar sobre tremendos huecos, no tener más la necesidad de jugar a esquivarlos y no lograrlos. La alcaldesa Cynthia Viteri dirá que los ha tapado, que hay trabajo de bacheo. Y puede ser, en los últimos meses han tirado asfalto que da miedo. Sin embargo, esas obras han llegado a las vías principales; las secundarias, las transversales y barrios enteros sobre todo del sur, siguen caminando o simulando tener un terreno lunar", se quejó el taxista Wilfrido Soledispa; quien solo en lo que va del año, detalla, ha ido a parar tres veces al mecánico por tener los amortiguadores dañados.
Soledispa enumera solo algunos de los vecindarios o zonas que, denuncia, permanecen con vías en estado deprimente. Nombra a las calles de El Cóndor, de Colinas de la Alborada, de Las Orquídeas, de Vergeles, Mucho Lote... "Es un pecado ver que en pleno Siglo XXI y al ver cómo se invierte en obras, para mí, banales o no prioritarias, para que suene mejor, nuestras vías sigan con agujeros. La piscina de olas, por ejemplo. Para qué tenerla, si lo que más necesitamos son rutas que permitan movilizarnos. En la Entrada de la 8, la Florida Norte, la situación es todavía peor", se queja.
Avanzamos con la reconstrucción de la calle Guayacanes en Urdesa Central. 2.000 habitantes serán beneficiados con esta obra que contempla la construcción de un sistema de alcantarillado pluvial, aceras y bordillos. pic.twitter.com/YgdtWMV5g7
— Alcaldía Guayaquil (@alcaldiagye) August 17, 2022
Para Sebastián Ponce, quien habita en el barrio Garay, donde los habitantes carecen además de parques (allí los niños juegan aún en la calle, sobre el asfalto), la parroquia Urdaneta, a la que pertenece el vecindario, es una muestra de que "la obra municipal no llega por igual".
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Leer másSolo en esta zona asegura, coincidiendo con Xavier Zurita, líder del barrio Garay, son al menos siete los puntos más críticos: la calle Novena y Febres Cordero; la calle Febres Cordero y la Séptima; la Novena y Capitán Nájera, hasta el tramo que llega a Ayacucho; la calle María Ángel Silva, desde la Décima hasta la séptima; la Octava, desde Cuenca hasta Pedro Pablo Gómez; y la calle Guerrero Martínez, desde Ayacucho hasta Cuenca.
"Estoy cansado de los baches, de las tapas de servicio mal instaladas, con desniveles que son igual o peores que un bache. Qué demonios pasa con los encargados del mantenimiento de las vías dentro de Guayaquil. Poco a poco van terminando con mi auto", se quejó Mario Lemos; quien al igual que el habitante José Escandón, de la Pradera 3, otro de los vecindarios afectados por este problema, critica que año a año se tenga que pavimentar las mismas vías.
"Los trabajos, si hacemos memoria, llegan siempre a los mismos sectores que, a los pocos meses de ser intervenidos, tienen otra vez cráteres. En la Pradera, sin embargo, no llegan ni siquiera los trabajos, ni por única vez. Puedo jurar que ya son tres años que convivimos con el abandono vial. Pregunto, ¿hasta cuándo? ¿Cuándo nos van a mirar? También somos votantes", sentenció.
Frente a esta situación, EXPRESO cuestionó al Cabildo qué está pasando, cuánto dinero se ha invertido para ejecutar estas obras, en qué sitios se han hecho los arreglos; y cuál es la razón por la que hay vecindarios desatendidos.
A través de un correo electrónico, el director municipal de Obras Públicas, Andrés Burbano, aseguró que el año pasado concluyó siete obras de mantenimiento vial, con una inversión de $ 8.773.647 que permitieron la intervención de 166. kilómetros de vía. Este 2022, en cambio, aseguró, están en ejecución 13 obras y por iniciarse otras 6 con una inversión de $ 63.289.286 destinados al mantenimiento de 459 kilómetros de vías con pavimento flexible y pavimento rígido en toda la ciudad.
"Las calles que son parte del barrio Garay serán intervenidas con mantenimiento vial, dado que se ejecuta un contrato de 84 kilómetros que incluyen estas vías. En torno a Vergeles, Orquídeas y Mucho Lote, está listo el proyecto de intervención por lo que será incluido en el próximo ejercicio fiscal. Sin embargo, en estos sectores se trabaja con atención por administración directa", explicó; sin precisar la fecha estimada de cuándo será ese proceso.
"Quizás no será nunca. Ya mismo acaba su gestión y nadie nos ayudará. Quizás lo dice porque cree que será reelegida. ¿Y si no lo es? Seguiremos viviendo entre nubes de polvo. Repito: hay indiferencia hacia nuestra comunidad, por cierto histórica. Una de las primeras que hubo en Guayaquil", se quejó Miguel González, residente.
Sobre esta esta situación, el planificador urbano Johnny Cóndor, apunta a que la medida que requieren ya ciertas zonas, como las calles del barrio Garay, la Esmeraldas, Rumichaca o la Once, en La Pradera, por donde hasta circulan tráileres, no hay más opción que ponerles pavimento o poner una carpeta asfáltica más gruesa".
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Leer más“Hacer trabajos de bacheo, que implican solo tapar huequitos, no ayudará a nada más que salir de la emergencia. Y eso en Guayaquil no es suficiente. Las diferencias de los materiales que se usan para ejecutar estos trabajos, marcan la diferencia”, indicó.
Respecto a la posibilidad de colocar pavimento, la subdirección municipal de Estudios y Programación, agregó Burbano, tiene avanzados los estudios que permitirán reemplazar el pavimento flexible por pavimento rígido en calles que son consideradas por la ATM como corredores viales entre las que constan: Esmeraldas, Tungurahua, Los Ríos, Rumichaca, Federico Godín, entre otras. "El estudio para reemplazar el pavimento rígido en calles de La Pradera ya está terminado y será incluido en las próximas contrataciones", señaló.
Cóndor, tanto o más que la ciudadanía, exige además un plan integral para que el asfalto llegue y lo haga de forma permanente, a la par de las obras que facilitan el paso al peatón y al ciclista.
"Las veredas anchas, con árboles que den sombra; las veredas y parterres sin obstáculos, las rampas... ¿Dónde está todo esto? Guayaquil requiere de un proyecto inclusivo y diverso, que responde a la planificación. Ya son décadas que vivimos de lo que nos puedan buenamente dar y no de lo que realmente necesitamos. Ya los han dicho los urbanistas locales y extranjeros: el Puerto Principal no es una ciudad amiga. Si tuviéramos todo esto, la gente estaría más feliz. El adulto mayor podría caminar y los jóvenes podrían utilizar las aceras como punto de encuentro, que es para lo que también sirven. Basta buscar en Internet cuáles son los beneficios urbanos y para la sociedad que dan las buenas vías y los buenos espacios públicos. Hay menos estrés y más convivencia. Si los planificadores urbanos no se lo dicen a la alcaldesa, entonces busque en Internet. Allí está la respuesta. Es algo tan simple para no conformarnos con recibir un legado que nadie quiere seguir pasándoselo a las nuevas generaciones", se quejó la arquitecta Leonela Navas, habitante de Urdesa, donde las labores de regeneración, pese al clamor de la ciudadanía, han llegado a paso lento.