El Municipio subsidiará a la metrovía con un fondo de compensación por COVID-19
Los recursos saldrán de multas, como por invadir el carril exclusivo. Lo manejará la ATM.
En agosto de 2020, este Diario publicó un informe en el que se abordaba la crisis en la que está sumergido el sistema de transporte masivo metrovía. La deuda de los consorcios ascendía entonces a más de cuatro millones de dólares y se habían empezado a desmantelar algunas unidades sin uso para poder tener a flote la movilidad de cerca de medio millón de pasajeros.
Conscientes de esa realidad, las autoridades locales decidieron crear un fondo para echar un salvavidas al sistema, criticado por no respetar la exigencia de la reducción del aforo, que, en cambio, sí se pone como argumento a la hora de crear la nueva ordenanza para la ayuda financiera.
En su sesión virtual ordinaria convocada para el mediodía de ayer, el Concejo Municipal de Guayaquil discutió en primer debate el proyecto de ordenanza que regula la creación, funcionamiento y entrega del Fondo de Compensación por COVID-19 para la Metrovía, un documento de más de un centenar de páginas que pretende paliar la crisis que vive el sistema.
Este fondo surge como salvataje y medida de compensación por las pérdidas sufridas por los operadores de la metrovía debido a la drástica reducción de pasajeros obligada por la emergencia sanitaria y será entregado por única y exclusiva vez a los operadores de los consorcios Metroquil, Metro-Express y Metro-Bastión. Así como a sus alimentadores.
El fondo se conformará, de acuerdo con el artículo 4, con los recursos provenientes de sanciones por invasión de carril exclusivo e incumplimiento de las prohibiciones relacionadas con el uso del espacio público establecidas en la ordenanza para la facilitación de la circulación vehicular, gestionadas por la ATM.
La distribución se hará con base en los kilómetros recorridos dentro del periodo señalado. Esto aunque se supone que el operador se comprometió a prestar el servicio por su cuenta y riesgo.
En pandemia, cada unidad solo funciona con un aforo del 50 %, y eso hizo que, en lugar de trabajar a pérdida, los transportistas retiren incluso las rutas alimentadoras en algunos periodos, lo que también provocó críticas.
