Navidad: El regalo del perdón
En estas fechas hay quienes dejan ir el rencor para liberarse. EXPRESO cuenta cinco historias donde es posible hacerlo incluso con una carta que puede ser enterrada
Que la Navidad sea una fecha para compartir, pero también para perdonar o dejar ir el rencor, es cierto. Lo dicen los especialistas en salud mental y terapia familiar, así como también quienes han practicado ya ese ejercicio de dejar ir aquello que nos lastima. Hoy EXPRESO cuenta la historia de cinco guayaquileños que, este mes, se preparan para practicar ese ejercicio, que no necesariamente se lo realiza estando cara a cara con quien, de alguna manera, les hizo daño. Basta con decidir “soltar” mentalmente, explica la psicóloga guayaquileña Daniela Salcedo, para que el cuerpo a la par del alma empiecen a recuperarse.
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Leer másY es que esas heridas, que las generan no solo actos como la infidelidad o la muerte de un familiar a causa de un accidente, sino también las palabras y el desprecio; pueden dar cabida a sentimientos como el enojo y la amargura; que no hacen otra cosa que acabar con la alegría de una persona. La tensión emocional es desmedida, advierte.
Según un estudio realizado en la Universidad de Harvard y dirigido por Katelyn Long, el perdón tiene un impacto tan positivo en la salud mental a largo plazo que puede aplacar la depresión y reducir incluso el riesgo a sufrir cardiopatías. Leticia Ortega Rosines, psicóloga clínica, terapeuta y perito judicial de Guayaquil, corrobora la información, al alegar que solo cuando uno disculpa “a consciencia”; logra eliminar el veneno que esa serpiente, “que representa el dolor o los mismos sentimientos de odio por quien nos falló”, nos dejó.
“Que te calumnien, que te fallen, que te sean infiel, que te estafe un amigo, que un hijo te abandone, todo eso va calando en el alma, hasta que te enferma. El dolor que sientes se vuelve físico. Perdonar, por lo tanto, es no dejar que tu cuerpo se carcoma más, que te hagas daño, y aunque es difícil, en algunas situaciones más que en otras, al final el beneficio lo tendrás tú”, piensa; al agregar que a veces es suficiente con escribir una carta sin remitente, que luego puede ser quemada o enterrada.
Al referirse a las situaciones complejas en las que no es fácil darle luz verde al proceso, aunque sea igual de necesario, ambas especialistas señalan a las pérdidas familiares en los accidentes viales. “Nadie espera que por la irresponsabilidad de un conductor arrebaten la vida del ser que amas. A esto se suman las deficiencias en la justicia, que profundizan el rencor. Aun así, el perdón suele darse y claro, te sana”, relata Ortega.
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Leer másAdela Macías, quien perdió hace 15 años en un accidente automovilístico a un familiar, provocado por un individuo en estado etílico que invadió el carril, es testigo de esa sanación. “Me costó la vida absolver a esa persona, me costó, por poco, el matrimonio, y perder a mis otros dos hijos. Me costó tanto perdonar, pero lo hice, 10 años después de lo ocurrido. Lo hice con ayuda psicológica y sobre todo luego de ver que aquel conductor, joven por cierto, intentó suicidarse en la cárcel. Perdoné y salvé a los míos. No olvidé, eso no pasa nunca, pero dejé ir el dolor, entendí ciertos designios y solo así la rabia se esfumó...”, relata; al ahora abogar por tomar la decisión de perdonar, bajo cualquier escenario. Hacerlo, sentencia, es un regalo: “nos hace sentir aliviados”.
- Victor Araus, General de la Policía
“Perdono las ofensas de la comandante Tannya Varela”
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Leer másEl general de la Policía, Víctor Araus, tiene claro lo que hará en esta Navidad: “perdonar”. No titubea al decirlo. Dice que perdonará a la comandante General de la Policía Nacional, Tannya Varela, a quien denunció por falsedad ideológica, tras ser cesado de sus funciones el 3 de agosto pasado y luego de 36 años de servicio.
Araus, quien vuelve a la Policía luego de que un juez aceptó una acción de protección que anuló la calificación, validada en ese entonces por Varela, para últimos ascensos; asegura que en estas fechas vale la pena tener el corazón lleno de paz y amor. “Un corazón que sabe querer y, en definitiva, un corazón que sabe perdonar aún a aquellos que nos llegan a ofender, como ha pasado conmigo, es necesario en estas fechas. La perdono porque he obtenido ya el mejor regalo de Navidad, que ha sido que se haga justicia y me restituyan a mi querida institución, eso es todo lo que importa”, asegura el general; quien dice que absolverá a la general orando por ella. “Será mi forma de dejar todo ahí, de sentir que todo está en su puesto y está bien”, señaló.
- Gustavo Rivadeneira, líder del Barrio del Salado
“Disculpo a los funcionarios que intentaron dañarme”
El líder comunitario del barrio del Salado, Gustavo Rivadeneira, señala que por su actividad comunitaria ha sido perjudicado por funcionarios públicos corruptos a los que ha puesto en evidencia y lo han calumniado para dañar su imagen. “A todos ellos los perdono”, asegura, sin dar nombres puesto que, advierte, no hace ya falta, porque eso también “es parte del perdón”.
“La humanidad debe dejar a un lado los conflictos y buscar nada más que la paz. En mi opinión, la pandemia nos dejó ese mensaje; la vida es muy corta, hoy estamos vivos, mañana no sabemos y no hay nada más terrible que enterrar a un familiar o amigo con el que nos peleamos. El espíritu de la Navidad refuerza ese criterio, lo hace de forma general. Es tiempo entonces de perdonar y olvidar todo lo malo, para mí el perdón trae paz, salud y es una bendición”, asegura Rivadeneira, quien para estas fechas prenderá una vela con el nombre de cada una de esas personas que lo hizo sentir dolor.
“Lo haré en Nochebuena, como un simbolismo de olvido. De perdón hacia sus actos y palabras”, señala.
- Rodrigo León, músico de la Orquesta Sinfónica
“Le digo adiós a las calumnias”
A vísperas de la Navidad, Rodrigo León, músico de la Orquesta Sinfónica, ha empezado a perdonar a quienes lo lastimaron. Se refiere, confiesa a EXPRESO, a algunos compañeros de trabajo que, en determinado momento, lo rechazaban a tal punto que, fuera de horas laborales, le negaban hasta el saludo. “Hace tres años, un director injustamente me calumnió y, valiéndose de su posición, influyó en mis compañeros: me despreciaron. Esto fue una situación muy fuerte que me afecto a nivel profesional, personal y familiar, pues llegó un momento en que todo cambió. Me llegué a encontrar sin trabajo, sin sustento, con una hija recién nacida que requería atención médica. Lógicamente, y gracias a Dios, el tiempo me dio la razón e incluso se pudo conseguir una sentencia judicial que estableció claramente los actos de discriminación de los que fui objeto y pude reingresar a mi trabajo. Pero fue muy difícil”, recuerda; al señalar que, pese al dolor, hoy está decidido a olvidar por completo todo.
Alimentemos el alma hoy, mañana y siempre
Leer más¿Cómo lo hará? Dándole apoyo a quienes sufrieron el mismo rechazo que él, asegura. “Creo que cuando muchas veces ignoramos el sufrimiento del prójimo y permitimos que se lo humille o se le vulneren sus derechos, por miedo a ser colocado en la misma posición o por comodidad, no hace más que la discriminación se perpetúe. Por eso apoyaré a quienes lo requieran, solo eso nos permitirá crecer como equipo y generará paz. Lo más importante para vivir”, señaló.
Más que pensar en conflictos o rencores personales, lo importante es entender que nuestra naturaleza humana nos hace imperfectos, que las personas actuamos muchas veces en base a las circunstancias personales y el entendimiento que tenemos de las
mismas. Esto, es vital para iniciar el proceso del perdón.
- Carla Barciona, especialista del Hospital Luis Vernaza
“Perdonarnos es también una opción necesaria”
Para la especialista del hospital Luis Vernaza, Carla Barciona, durante esta fecha, este año o cualquier otro, uno debe empezar por perdonarse a sí mismo. “Gracias a Dios no tengo en este momento alguien específico con quien guarde algún tipo de rencor o resentimiento. Sin embargo, hay algo muy importante que no debemos olvidar y es que, a veces, los primeros en lastimarnos somos nosotros mismos y qué mejor manera de entenderlo que haciendo un examen de conciencia”, dijo.
En la intimidad de una oración, solos en la habitación o en un lugar de calma, precisó, urge pensar en lo que hicimos y perdonarnos; y a la par, pensar en a quien nosotros hicimos daño. “Esta es la época idónea para reflexionar, pensar en quién o de qué manera hemos ofendido, o cómo nos afectamos, nos devolverá esa tibieza en el corazón que está ausente”, señala.
Para Barciona, cirujana digestiva del centro hospitalario, confesarse, comulgar y acercarse a la persona afectada para pedir perdón le quitará un peso enorme a quien causó dolor y quien lo recibió. Solo así, piensa, la tan anhelada paz de Navidad se sentirá.
María del Cisne Montes, modelo
Experimento social: "Mira a tu alrededor (no solo en Navidad)"
Leer más“Si tengo que pensar en disculpar, me disculpo conmigo misma”
El competitivo mundo de la moda puede resultar un dolor de cabeza para quien recién empieza. Eso lo sabe bien María del Cisne Montes, que con apenas 23 años ha podido entrar a las pasarelas más destacadas del país.
Ser modelo, cuenta, es estar expuesta a un círculo social amplio, “donde se evidencia la falsedad y lo superficial”. “He tenido que soltar amistades tóxicas que no representaban un apoyo fraternal”, confiesa cuando reflexiona sobre el perdón esta universitaria egresada de comunicación y modelo profesional desde los 15 años.
“No me ha tocado perdonarle nada a nadie”, dice no obstante, pues asegura que no ha tenido ninguna situación en la que deba enfrentar la decisión de perdonar. “Cuando alguien ha fallado, solo lo saco de mi vida”, cuenta determinante. “Si tengo que pensar en disculpar, me disculpo conmigo misma, por permitir que personas que no merecían nada de mí entraran a mi vida”, indica.
Para ser mejor persona, reflexiona, es necesario ser leal y agradecido. “Si no tienes estos códigos morales, no sirve”, sentencia.