Nicolás Romero: la falta de personal en migración del aeropuerto terminará el 1 de septiembre

Desde el 1 de septiembre estarían solucionados los problemas en el área de migración del aeropuerto José Joaquín de Olmedo de Guayaquil, que han originado la protesta de los pasajeros por la demora que se produce en esta zona porque el personal designado no es suficiente.

Así lo dio a conocer el gerente general de la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG), Nicolás Romero, a través de un video subido a la redes sociales de la entidad, en donde informa que funcionarios de migración se han comprometido a remediar el problema en la fecha señalada.

Esta medida habría sido tomada luego de las críticas surgidas por la colocación de unos ‘banners’ en donde la AAG deslinda responsabilidad por las deficiencias que se producen en el servicio que presta Migración que, según dice, es total responsabilidad del Gobierno central.

Romero señaló que personal de Tagsa (empresa que opera el aeropuerto de la ciudad) ha hablado de la falta de personal con los tres últimos subsecretarios de Migración, con los ministros de Turismo y de Transporte y el anterior gobernador del Guayas, sin tener una respuesta favorable.

“Por primera vez vinieron seis funcionarios de Migración, de los cuales dos o tres de ellos venían de Quito por los letreros, caso contrario no hubieran venido”, manifestó.

Los banners verticales escritos en español e inglés estaban ubicados bajando el corredor de ingresos de los aviones, en la zona en donde se entra al recinto que atiende Migración, pero fueron retirados la semana pasada.

No obstante, las críticas de la comunidad continúan.

“Este es el tipo de cosas son las que nunca deberían pasar. El servicio al turista debe ser la primera preocupación, la buena imagen del Ecuador. Que pena que las autoridades viren la cara a pedidos justos, que es obligación del gobierno cumplir”, indicó Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Turismo del Ecuador.

Otros ciudadanos lamentan que no haya acuerdos entre el Gobierno y el cabildo porteño en pro del bienestar de la ciudadanía, independientemente de cuál sea el escenario de las discrepancias.