Los niños de Solca disfrutaron de un Halloween al pie del río 

La alegría de un grupo de niños invadió ayer el área al aire libre del Yacht Club Balandra, en el Malecón 2000, niños pacientes de cáncer de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca), que en muchas ocasiones pasan aislados por su condición, lograron pasar una tarde llena de correteos y risas en un evento por Halloween realizado en este espacio. 

Los pequeños arribaron al lugar a las 12:30 de este 31 de octubre, con disfraces de héroes, princesas y monstruos. En el punto los esperaba una serie de actividades, entre ellas juegos, bailes, concursos con payasos y stands de caras pintadas.

La reunión, organizada por el Comité de Damas de Solca y el dueño del Yacht Club Balandra, Wilson Andrade, quien tuvo la iniciativa de proponer la reunión para los más pequeños, resultó satisfactoria para los protagonistas del festejo y sus familias. Según explicó Andrade, el fin del encuentro buscó en hacerlos olvidar, por unas cuantas horas, de las vicisitudes que enfrentan; y motivarlos a jugar y a entretenerse sin límites... Y lo lograron. Y es que a los niños se los escuchó reír y dar brincos sin parar en el club, ubicado al pie del río. 

En total, fueron 20 niños, acompañados de sus madres y voluntarios de Solca, los que disfrutaron del momento que quedó, además, guardado en decenas de selfis y fotografías que se tomaron por doquier. 

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Para Gabriela Tumbaco, quien llegó con su hijo de 5 años, Maykel Gilse, a quien le detectaron cáncer en enero de 2023, el día fue espectacular. Gabriela relata que la vida de su hijo ha dado un cambio drástico. Las salidas en familia fueron reemplazadas por citas médicas y terapias que tienden a agotarlo. Pese a ello, Maykel trata de estar siempre feliz. Y este 31 de octubre fue uno de los más entusiasmados jugando al aire libre. 

“Desde que le dieron el pasado 28 de octubre la noticia, Maykel ha pasado impaciente, ya quería disfrazarse y correr con sus amigos. Ha sido una experiencia hermosa verlo tan libre”, comenta Tumbaco.

Asimismo, para la voluntaria Ivonne Calderón este tipo de actividades no son algo nuevo en los 26 años que lleva asistiendo a estas salidas para los pequeños, pero cada ocasión que observa a los niños disfrutar es como si fuera la primera vez para ella.

“Hay niños que logran superar su enfermedad y lograr una vida, pero también afrontamos perdidas. Con esto en mente, hacemos todo lo posible para  que puedan ser felices y disfrutar cada día. Hoy lo hemos logrado y no podemos estar más contentos”, comenta.

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