Nómina municipal: el roce con el nepotismo, a debate
El Cabildo de Guayaquil asegura que las contrataciones pasan por pruebas de ingreso. Sectores sociales y líderes ponen en duda esa aseveración
La inclusión de familiares de funcionarios municipales en la nómina ha desatado un debate entre líderes de organizaciones sociales, quienes proponen, incluso, una reforma a las normas existentes sobre nepotismo.
La Ley Orgánica de Servicio Público prohíbe en su artículo 6, a toda autoridad nominadora, designar, nombrar, posesionar y/o contratar en la misma entidad, institución, organismo o persona jurídica a sus parientes comprendidos hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, a su cónyuge o con quien mantenga unión de hecho.
Esa norma sirve al Municipio de Guayaquil para defenderse, bajo dos argumentos. El primero apunta a que ningún funcionario que entró luego de un familiar al Municipio de Guayaquil es autoridad nominadora; el segundo, que cada uno de los empleados ha pasado por un proceso de selección.
En su edición de ayer, este Diario dio a conocer varios casos. Se trató el del procurador síndico, Cristian Castelblanco, quien es hermano de la gerente del Registro de la Propiedad, María José Castelblanco, y cuñado del investigado por peculado gerente de la Fundación Siglo XXI, Xavier Álvarez.
También se informó de los cuatro parientes de la directora de Recursos Humanos, Priscila Salcedo, que entraron luego de su incorporación, y se explicó que ella, además, tiene a su cónyuge y a una prima en otras dos entidades municipales.
Otra decena de casos detectados por el equipo de este Diario, de funcionarios cuyos apellidos paterno y materno coinciden en nómina, están siendo analizados por el Municipio; pero hasta el cierre de esta edición no llegaba la confirmación. Ni tampoco la explicación de cómo en realidad se realiza la selección de personal.
Esta realidad expuesta en el Municipio no es ajena a otras entidades. Hay quienes dijeron que el reportaje no descubrió el agua tibia y con esa postura de uno de los lectores coincide Jaime Carrera, presidente del Observatorio de Política Fiscal. “Esto es generalizado. En función de sus autonomías, ni los gobiernos seccionales, ni las universidades ni el Seguro han demostrado un manejo serio de los recursos”, opina.
Está totalmente consciente de que no se ha faltado a lo que la ley entiende como nepotismo, pero aún así observa que “todos estos casos deberían ser sancionados por la opinión”.
“La ética y la moral también miden la responsabilidad en el manejo de recursos y deberes que tienen las entidades con la sociedad. Después de todo, son los ingresos de la gente los que pagan el funcionamiento de las entidades”, insiste.
Aducen que todos los puestos se evaluaron, que lo demuestren con las convocatorias...
Con él coincide Gelacio Mora, representante de la organización social Tejido Social Guayaquil. “Si bien el tema político no se puede eludir al momento de entregar un cargo público, porque toda administración irá con su gente, debe haber méritocracia. Asegurar que los funcionarios han llegado allí por su perfil profesional”, indica.
Cree que este escenario no es ético, porque se trata de la función pública, donde debe haber transparencia. “Se aprovecha un puesto para poner a familiares, al que podrían acceder otros ciudadanos con perfiles tan preparados como los que entran. Eso es favoritismo y amiguismo”, critica. Tampoco considera ético que un funcionario recomiende a un familiar para que ocupe un cargo en la misma institución donde es jefe o está prestando servicios.
“Debería de implementarse una prohibición por ordenanza para que se impidan estas situaciones. Es lamentable y afecta la imaginen del Cabildo. Se pretende normalizar este tipo de conductas bajo el escudo de que es legal”.
Marlon Cabrera es presidente del Observatorio Ciudadano de Servicios Públicos y dice que esto, aunque sea un secreto a voces, siempre se ha criticado. “Lo óptimo para esta escenario es que exista una convocatoria transparente, que tenga una selección por mérito socializada de forma adecuada, pero en lugar de eso hallamos compadrazgo y familiares.
El líder de organizaciones de Guayaquil dice, además, que si la ley ha permitido estos escenarios habrá que corregirla. “Y hasta que eso ocurra, ¿para qué están los valores de cada funcionario”, increpa.
En una entrevista anterior el Municipio expuso que cada funcionario pasa por un examen de mérito. Cabrera invita al Municipio a demostrar que ha sido así.
