
El norte de Guayaquil exige acciones concretas ante la delincuencia
Asalto a blindado y persecución generaron temor en la ciudadela Simón Bolívar. El robo incrementa en La Garzota
El robo a un vehículo blindado en los exteriores de un centro comercial en la avenida Joaquín Orrantia, en el norte de Guayaquil, generó zozobra entre los ciudadanos que transitaban por esa zona cerca de las 10:00 del jueves 6 de marzo.
Crónica de un crimen de película
Luego de herir a dos custodios al asaltar el blindado, los delincuentes escaparon, pero fueron perseguidos por guardias en el vehículo. Recorrieron varias calles de la ciudadela Simón Bolívar, contigua al centro comercial, aumentando la alarma y confusión entre residentes y trabajadores de esa zona.
Finalmente, los antisociales huyeron y no han sido capturados. La persecución quedó registrada en videos viralizados en redes sociales, con el blindado impactando un taxi en el que escapaban los delincuentes.
Este hecho refleja que la inseguridad sigue siendo uno de los mayores problemas en las ciudadelas del norte del Puerto Principal. Residentes de Vernaza norte, Simón Bolívar y La Garzota hablaron sobre casos de robos e intentos de secuestros en estos sectores.

El miedo de la gente
Carlos (nombre protegido) contó que varios sujetos intentaron asaltarlo a finales de febrero mientras llegaba a su casa, en Vernaza norte. Él regresaba de su trabajo y estaba solo.
“Dos (hombres) se bajaron de un carro negro sin placas, uno estaba armado, el otro no. Pensé que me querían secuestrar y arranqué, aceleré, comencé a pitar, seguí sin parar un kilómetro más o menos y ya no los vi. Ya eran las 8 de la noche. Fueron minutos de terror”, narró.
En la ciudadela Simón Bolívar, salir en la noche se puede tornar riesgoso, según la residente Joseline Zamora. Hombres sospechosos rondan el sector en motocicletas a diario.
Ciudadano
”Hace falta más iluminación y que los patrulleros estén atentos dando vueltas. A mi hermana le robaron sus pertenencias hace dos semanas. Se le llevaron la cartera, el celular. Menos mal no la hirieron, porque estaban con revólveres”, contó.
Un hecho similar quedó registrado en video en la ciudadela La Garzota, esta semana. La mañana del lunes 10, una pareja fue asaltada por cuatro sujetos que se movilizaban en dos motos. En el clip se observa a los delincuentes desvalijando a una de sus víctimas. Enseguida huyeron en forma rauda.

“Son tan avezados que no les importa que haya una UPC (Unidad de Policía Comunitaria) cerca, porque saben que la Policía se demora en reaccionar. En las mañanas andan atentos (los maleantes) a los que caminan a coger el bus, entre las 6 y 7, porque no hay mucha gente en la calle”, expresó Elizabeth Jara, quien vive desde hace 21 años en La Garzota.
Los residentes de estos sectores han manifestado su preocupación ante la falta de acciones efectivas para frenar la ola de asaltos. Algunos han optado por reforzar la seguridad en sus viviendas con cámaras y cercas eléctricas, mientras que otros han reducido sus horarios de salida por temor a ser víctimas de la delincuencia.
Sin embargo, los vecinos consideran que estas medidas individuales no son suficientes y demandan un plan de seguridad integral que brinde protección a toda la comunidad, asfixiada por la violencia a todos los niveles.
Durante un recorrido que realizó EXPRESO la mañana del jueves 13, se evidenció que tres agentes policiales realizaban operativos de control en la avenida Leopoldo Benítez, en la ciudadela Simón Bolívar.
Era casi el mediodía cuando los uniformados paraban la marcha de ciertos vehículos para solicitar a los conductores sus documentos de identificación. Luego, inspeccionaban minuciosamente la parte trasera de sus automóviles.
No obstante, hay voces que reclaman un trabajo conjunto entre las instituciones del Estado encargadas de la seguridad ciudadana y la comunidad.
Omar Álvarez, residente de la ciudadela Simón Bolívar, reflexionó que la ciudadanía “hace su parte” con la instalación de cercos y cámaras, pero son necesarias mejores estrategias por parte de dichas entidades.
“¿Tenemos opciones para defendernos de la delincuencia? Pocas, porque siempre salimos perdiendo. Los cercos y las cámaras ayudan en algo, pero así no se puede vivir bien. Merecemos tranquilidad. No pedimos un policía en cada cuadra, porque es imposible, pero con tantas cámaras en la calle, la vigilancia debería estar mejor articulada. Al menos eso”, manifestó el ciudadano.
Lamentó que por las pugnas políticas se descuiden temas vitales como la seguridad en una ciudad como Guayaquil, con índices altos de violencia.