
La nostalgia marca el adiós de 133 bachilleres de Copol
Comienzan las graduaciones en el régimen Costa. En la Zona 8, más de 51.000 alumnos se despiden de sus colegios
Unos reían y otros lloraban, en medio de los abrazos y felicitaciones de familiares y amigos. Eran los 103 estudiantes de tercero de bachillerato del Colegio Politécnico (Copol), quienes ayer culminaron una etapa de su vida académica y recibieron la investidura de nuevos bachilleres de la República. Ahora sus ojos están fijados en la universidad.
En la Zona 8, que abarca los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, arrancaron las graduaciones de bachilleres. No obstante, el calendario escolar elaborado por el Ministerio de Educación señala que este periodo debe realizarse del 26 al 28 de febrero.
rector del Colegio Politécnico
Son cerca de 51.275 estudiantes de 500 unidades educativas que dirán adiós a sus colegios. En el ciclo Costa suman más de 110.000 jóvenes.
Con la música de marcha sonando en el parlante y con los birretes en sus manos, los alumnos copolinos ingresaron al Teatro Sánchez Aguilar para colocarse en los asientos instalados en el escenario, donde minutos más tarde hicieron la promesa de servir a la patria a través de los conocimientos adquiridos en el plantel.
Los estudiantes con excelente récord académico recibieron diplomas y reconocimientos. También lo hicieron aquellos que se destacaron en el área deportiva y quienes han permanecido en el colegio desde primero básico (12 años).
Paúl Esteban Paredes Pincay, quien es el abanderado del periodo lectivo 2019-2020, fue uno de los más emocionados. El joven recibió un premio por haber obtenido el mejor puntaje del Diploma del Programa de Bachillerato Internacional (BI) y, además, fue proclamado como el mejor bachiller de la vigésima primera promoción.
Su emoción la exteriorizó durante el discurso de despedida que ofreció en nombre de sus compañeros. Allí agradeció a los profesores por la enseñanza brindada; a sus compañeros, por los hermosos momentos compartidos; y al colegio, por haberle ofrecido una educación que le permitirá ser una persona competitiva en la sociedad.
Para los jóvenes, ser bachiller marca el fin de la etapa colegial y el comienzo de la vida universitaria, donde entrarán a un mundo lleno de más responsabilidades, obligaciones y retos que deberán cumplir para ser personas productivas.

Durante la ceremonia, los chicos interpretaron melodías que arrancaron algunas lágrimas, porque hablaban de despedidas, pero también de la amistad que puede perdurar a pesar de la distancia.

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Los padres de familia no quisieron quedarse atrás. Ellos también interpretaron la melodía ‘Yo te esperaba’, que fue dedicaba para sus hijos, quienes emocionados aplaudieron desde sus asientos.
Rodolfo Chang, rector de la institución educativa, deseó éxito a los nuevos bachilleres y los exhortó a continuar con el mismo empeño de querer alcanzar las metas trazadas.
Ahora los estudiantes tienen puestos sus ojos en la universidad. Algunos gestionan su ingreso en centros de estudios extranjeros o en universidades privadas del país. Otros esperan el proceso de postulación de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), para acceder a un cupo en la universidad pública.