La nostalgia de revivir al centro que unía a las generaciones
A pocos días de que las inscripciones al concurso se cierren, los adultos mayores hablan con EXPRESO para plantear los cambios que, a su juicio, urgen para lograr tener un núcleo urbano inclusivo y que los tomen en cuenta
A escasos tres días de que se cierren las inscripciones del concurso que lanzó EXPRESO para recuperar al centro de Guayaquil, desde hace ya varios años olvidado y desolado; los adultos mayores que por décadas lo recorrieron y fueron testigos de su transformación, dan a este Diario una especie de receta que -alertan- debe ser tomada en cuenta por los especialistas para ser incluidos en el cambio.
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Leer másEllos aseguran haber estado pendientes a las publicaciones que ha lanzado EXPRESO y en la que los urbanistas y constructores han planteado una serie de proyectos para dotar de sombra a este núcleo urbano, que carece de parques de bolsillo, piletas, sitios de descanso y aceras amigables que faciliten su paso.
“Recuerdo haber leído, hace no más de un mes, sobre la idea de levantar un enorme parque lineal que sirva de club y tenga todo tipo de zonas recreativas para los miembros completos de la familia. Qué belleza. Cuando leí eso, supe que eso es lo que requiere el adulto mayor: de un enorme parque donde haya mesas para jugar damas chinas, ajedrez, parchís...; donde haya camineras en las que nosotros, que vamos a un paso más lento, podríamos hacer ejercicio. Quiero un centro que piense en mí como alguien activo. No que me pongan solo una banca para pasar el tiempo”, piensa Eduardo Acosta, de 67 años; quien vivió en la calle Panamá hasta que cumplió 30.
- Los adultos mayores quieren además un cine que proyecte de forma permanente películas clásicas.
- Sugieren teatro al aire libre en calles peatonalizadas y clases de teatro y pintura en los parques. Allí, alertan podrían inspirarse y hacer amigos, que es su fin principal.
Los olores y las historias del centro de Guayaquil
Leer másPara Acosta, el hecho de que haya zonas de entretenimiento a las que puedan acceder caminando, sin la necesidad de hacer largos trayectos y que estos, a la vez, tengan accesibilidad universal, será el inicio de su centro ideal.
“En el pasado, teníamos todo esto. Bueno, lo de la accesibilidad universal quizás no. En esos tiempos había lamentablemente poca conciencia de ello. Pero recuerdo haber estado en los soda bar con mis abuelos, recuerdo haber paseado con mi abuela de vitrina en vitrina; tengo guardado en la mente los domingos familiares en los restaurantes. En el centro nos uníamos todas las generaciones. No había distinción y eso debe recuperarse. El centro era el barrio en el que todos querían vivir”, hace hincapié; al asegurar que de experimentar esa anhelada metamorfosis, adquirirá un departamento en pleno Malecón para regresar al sitio donde fue feliz.
#RescatemosElCentro | EXPRESO dialoga con Zaida Muxí Martínez, arquitecta y catedrática reconocida en todo el mundo sobre la realidad del centro de #Guayaquil. Ella, además es una de las jurados internacionales del concurso..
— Diario Expreso (@Expresoec) October 18, 2022
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“De mi centro tengo los más gratos recuerdos. ¿Que si quiero volver? Siempre he tenido el anhelo, pero el vecindario no ha tenido nada que ofrecerme. Si veo portales llenos de luz todo el año, como lo están ahora por Navidad; si veo el nivel de arte y cultura que también veo ahora allí por las fiestas, ni para qué pensarlo. Sería la razón para enseñarle a mis nietos lo que es vivir en barrio”, relata Acosta, de vía a la costa.
Para José Vélez, un ingeniero civil jubilado que cada domingo recorre el centro para desayunar junto a su esposa e hijas en la tradicional dulcería La Palma, uno de los elementos que no debe faltar en la reestructuración recae en el equipamientos de sanitarios públicos.
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Leer más“Quizás a más de uno le dé risa o le parezca poco importante esta sugerencia, pero importa. A determinada edad, son estos elementos los que nos harán pasear con seguridad. El centro no tiene baños abiertos, a veces ni en el Malecón. En otros países han hecho de los baños públicos obras de arte. Los hay minimalistas o retráctiles, que se esconden bajo la superficie, como los hay en Londres y Ámsterdam. Eso es pensar en la gente”, explica, al asegurar que el centro además sería un sitio cálido si tuviera bibliotecas públicas y presentaciones teatrales o actividades geriátricas en los parques.
Quiero un centro que me permita moverme con libertad y sin riesgo de caer. Quiero un centro que me permita mostrar con seguridad mi cuerpo para caminar, hacer ejercicios, hacer teatro o bailar.
Para él, que el pasado domingo vio con gusto cómo un grupo de adultos mayores jugaba con un balón en pleno Malecón, urge que haya una agenda de actividades a ejecutarse al menos unas dos veces por semana. A su juicio, los contados parques que hay en el centro de la ciudad sirven nada más que como sitio de descanso. “¿Por qué no tener un taller de teatro o un karaoke cada jueves, pasadas las 17:00? ¿Por qué no tener paseos sobre el río? ¿Por qué no peatonalizar un circuito entero y darnos la posibilidad de movernos en carritos como los de golf? Estas iniciativas pueden venir de los arquitectos participantes. Este es un mensaje para ellos que tienen en sus manos la posibilidad de vincularnos a la sociedad y hacer así que el resto nos vea ”, piensa.