La obra que llega a su fin tras dos años de lucha vecinal

Esa sensación agridulce de no ver su vecindario como lo soñaban, se ha esfumado; y en su lugar, los habitantes de la ciudadela Sauces 1 se aferran a la promesa que les ha dado la constructora: las áreas verdes que se encuentran entre las manzanas 20 y 21 del vecindario, estará lista en tres meses.

EXPRESO ha seguido de cerca el cambio que esta ciudadela ha tenido y de hecho, desde un inicio, ha hecho eco de los reclamos de los residentes. En 2018 exigieron que aquellas peatonales, camineras y caminos repletos de tierra, que no habían sido intervenidos en 40 años, sean regenerados. Y en 2019, tras una serie de reportajes publicados por este Diario, la gestión empezó. Y aunque hubo una transformación, el hecho de contar con un espacio recreativo estaba pendiente. Hoy, tras casi un año y medio de lucha incansable, según explica Alexandra Laborde, presidente del consejo barrial de Sauces 1, los sitios donde se plantarán nueve guayacanes, e irán las camineras, las máquinas geriátricas, las bancas, mesas y faroles, están ya marcados.

“Cuando culminó el contrato de la regeneración, desde el consejo luchamos para que el parque fuera intervenido. Dos veces el pedido fue negado, pero finalmente obtuvimos el sí. No fue fácil, pero estamos felices. Felices de contar con un espacio de entretenimiento para los niños y el adulto mayor, ambos obligados a estar encerrados durante la pandemia, y para las familias”, asegura Laborde.

Para Mayra Crespo, quien reside en este vecindario integrado por 36 manzanas hace 42 años, ver como el proyecto llega a su final, le permite recordar la importancia que tiene la unión entre vecinos. “Lo conseguimos”, dice una y otra vez, mientras observa el terreno en el ahora no hay nada más que tractores, e imagina el sitio donde estarán los árboles.

“Tendremos sombra, al fin. Un pulmón en el barrio. Sauces 1 no será solo concreto”, piensa.

Pero aunque la sensación de satisfacción es general, entre algunos residentes, como Carlos Guerrero, la alarma frente a cómo se ejecutarán los trabajos permanece activada. Y es que cuando el Cabildo intervino la primera fase del proyecto, en varias ocasiones la comunidad se vio obligada a hacer públicas sus quejas porque algunas luminarias se quemaron al poco tiempo de haber sido instaladas, y uno que otro adoquín se desencajó.

“EXPRESO vino, cubrió la noticia y recién ahí el problema fue resuelto. Hay todavía una peatonal que se llena de agua porque el trabajo no quedó bien hecho, eso no queremos que ocurra acá. Las luminarias, asimismo, están otra vez apagadas”, advierte Guerrero, quien además asegura que velará porque las plantas, entre los que se encuentran árboles de mango y palmeras, que habían sido ya sembradas en el espacio vuelvan a ser replantadas.

“Me parece ilógico que las hayan sacado cuando fue la misma comunidad quien la sembró. Lo hizo porque la respuesta del Cabildo no llegaba, hubiese preferido entonces que no las toquen y que los guayacanes los coloquen en otro lado....”, argumenta. Al respecto, Pietro Albarracín, ingeniero a cargo de la construcción, hace un llamado a confiar.

“El contrato fue adjudicado el 29 de abril de este año y desde entonces estamos trabajando de una forma técnica. Aquí cada una de las especies será replantadas. Nada se va a quitar o peor aún a dañar”, promete, al detallar que el parque además de cerramiento y zona de parqueo, tendrá 140 metros cuadrados de césped.

Sobre las fallas vigentes, EXPRESO consultó al Municipio y desde la Dirección de Obras Públicas, Nydia Delgado, subdirectora (e) de Obras por Contrato, explicó que debido a la ejecución del movimiento de tierra para la construcción del parque, se retiraron los ductos eléctricos subterráneos que alimentan a los postes; y que una vez culminado el movimiento de tierra, la contratista realizará la reconexión.

Respecto a los adoquines, será Interagua el que ejecute la reparación, puesto que “por un arreglo de acometida de agua potable, un área de 0.50 x 0.50 metros cuadrados resultó afectada”, reconoce.