Una obra narra la historia que no fue

Tamia Torres, la escritora más promisoria del Ecuador, nació en un universo extraño. Se trata de un mundo en el que Rusia ganó la Segunda Guerra Mundial, en el que Ernest Hemingway no se suicidó, sino que deambula por ahí como un viejo fracasado. Un universo en el que Mario Vargas Llosa murió joven, y en el que Gabriel García Márquez no existió.

Este es el escenario en el que transcurre ‘Tamia, el universo’, la más reciente publicación del escritor Roberto Ramírez.

La obra, lanzada bajo el sello Seix Barral, surgió como una fabulación del autor, quien afirma que el humor y el juego son cruciales en su proceso de escritura.

“Empezó como un juego. Me pregunté qué pasaría si destrozaba o anulaba un pedazo de historia importante. Qué habría pasado, por ejemplo, con la literatura latinoamericana sin los escritores del boom, o qué habría pasado si no nos dominaban las dictaduras estadounidenses”.

• BIOGRAFÍA DEL AUTOR. Nació en 1982. Estudió Literatura en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y tiene una maestría en creación literaria. Es doctor en Estudios Lingüísticos. Es docente universitario. Ha publicado ‘No somos tu clase de gente’ y ‘Evangelio del detective formidable’.

Descubrió, no obstante, que la hecatombe social y política que afecta a la región desde su misma fundación no habría cambiado de manera fundamental.

“Creo que otro movimiento habría reemplazado al boom, así como otras dictaduras, las soviéticas, habrían reemplazado a las estadounidenses”, afirmó.

En este universo surge Tamia, poderosa autora que se refugia en la creación como bote salvavidas frente a su realidad próxima: la atroz dictadura de Juan Martín Silva, botas locas.

“Quizá la historia no nos da un respiro, pero la construcción de nuestros propios universos sí nos lo ofrece”, dijo.

La novela aborda los períodos entre 2013 y 2065, y las obras producidas en estas dictaduras ficticias. A la par, esta narra lo que sucede con los personaje en estos años y su pasado.

La obra tardó seis meses en escribirse. Ramírez explica que, si bien por lo general trabaja con estructuras previas que va recopilando en libretas, ‘Tamia, el universo’ tuvo una creación atípica.

“Los primeros tres meses fueron de fabular, de jugar con los personajes y con la historia. Los últimos tres meses, en cambio, escribí profundamente deprimido, y siento que mis estados de ánimo se reflejan en la escritura y en el universo de Tamia”, dijo.

Y ese es efectivamente el caso, pues si bien la primera parte de la novela narra el escenario en el que se desarrolla la historia, la segunda mitad aborda temas como la soledad, que se hace presente a través de la huida.

“Siento que la soledad de Tamia es latente, que su búsqueda por sentirse cercana a la gente es perpetua. Es una genia, un alma artística sublime, pero a la vez sacrifica otros aspectos de su vida, como la felicidad en sus relaciones”, señaló.

La familia, aquel lazo que ata o ahorca, es fundamental en esta narración, pues la obra magna de Tamia busca combatir el olvido, y lo hace buscando que el recuerdo de su abuela, Aída, no desaparezca de la memoria colectiva.

Pero en esa búsqueda no cabe la maternidad, rol que juega un papel vital en la novela, pero que termina sorprendiendo.

“La literatura no necesariamente te va a dar respuestas a tus dudas, te puede dejar más dudas con las que quizá puedes ir resolviendo tu vida. La literatura debe sacudirte”, comentó Ramírez.

‘Tamia, el universo’ se puede leer junto a la lista en Spotify con la que el autor la fue escribiendo, llamada ‘Tamia triunfante’. En ella se encuentran melodías como ‘A boat lies waiting’, de David Gilmour, y ‘Birdland’, de Patti Smith. “Para mí, la música es imprescindible para crear. Esta es la lista con la que lloré y reí”, agregó.

Al momento, la novela, que se encuentra disponible a nivel nacional, también se ha publicado bajo el sello mexicano-estadounidense Katakana Editores.