Guayaquil: El olvido y una mala ubicación le dan la espalda a esculturas de la ciudad
Existen monumentos que no reciben el mantenimiento adecuado. En la mayoría de sectores, la comunidad desconoce a qué o a quién representa la obra artística
Sus ojos se han convertido en nicho de palomas y su larga cabellera de a poco va tornándose blanca por el excremento de los animales, que lo han convertido en su palomar, en medio de la indiferencia de quienes transitan por la 9 de Octubre. Aunque está en un sitio altamente concurrido, pocos se detienen a apreciar la escultura del guerrero Rumiñahui, una obra del artista Theo Constante, ubicada en lo que fue el antiguo museo del Banco Central, donde actualmente funcionan varias unidades de la Fiscalía General del Estado, en Guayaquil.
Guayaquil: Bustos y monumentos convertidos en dormitorios
Leer másEl estado de la escultura muestra el olvido en que va quedando, al igual que otras obras insignes de la ciudad que no reciben el mantenimiento adecuado o su encierro y mala ubicación impiden que sean valoradas como corresponde, por el legado que el personaje ha dejado al país o lo que representan para la ciudad.
Durante un recorrido realizado por EXPRESO se pudo constatar el abandono en que se encuentran algunas estatuas, de las que poco o nada sabe la comunidad donde están levantadas. Un ejemplo de ello es el monumento al Dr. Pío Jaramillo Alvarado, en el redondel ubicado sobre la avenida Domingo Comín, a la altura de la ciudadela La Pradera, en el sur de la urbe.
Tamara Perdomo, de nacionalidad cubana, confiesa que desconoce en honor a quién es la estatua, a pesar de que lleva viviendo en el sector 12 años, aunque considera que como extranjera estaría justificado su desconocimiento. Sin embargo, cree que el estado de abandono en que se encuentra el monumento y el redondel, en general, propician ese desánimo.
La Ruta de la Independencia resurge y se cuela en el feriado
Leer más“Los arbustos lo tapan y hay mucha suciedad. Se debe hacer alguna actividad cultural. Traer a los niños, a los colegiales, llevarlos de visita por los museos, visitar los monumentos que hay en la ciudad”, aconseja, como lo ha visto en su país y en Alemania, donde ha estado.
Con ella coincide el escultor y muralista Francisco Velásquez. “Siempre esperaría de las autoridades que aprovechen la importancia que tiene el arte y estas manifestaciones artísticas monumentales, porque eso le da una característica especial a la ciudad, a la comunidad, al urbanismo”, señala.
Y las considera vitales porque generan una atracción de identidad turística. “Es importante enlazar: arte, turismo y economía, mientras más los GAD (Gobierno Autónomo Descentralizado), los municipios favorezcan en darle realce, buscar espacios, mantenimiento a estas piezas artísticas, murales, esculturas, la ciudad sube más en su notoriedad, en su personalidad y eso atrae al turismo, lo que genera dinero. Hay que entender lo que entienden los pueblecitos más pequeños de Europa, que potencian su turismo a base de la cultura, de las manifestaciones artísticas, entonces es vital darle mantenimiento, reubicarlas, si es necesario, en sitios destacados”, recomienda; además de destacar como importante que se invite a un artista cuando se coloque un monumento, para dar su opinión al respecto.
El artista visual Jorge Jaén lamenta que, por ejemplo, monumentos como el de Eloy Alfaro, que sufrió un traslado a la entrada de Guayaquil (puente de la Unidad Nacional), perdió notoriedad a diferencia de donde sí se lo podía ver, en la avenida de las Américas y la Kennedy. La escultura hoy permanece encerrada, con candado y, bajo la ‘sombra’ del monumento a Guayas y Quil, los vigías de la ciudad, cuyo mantenimiento es más periódico, como así lo comprobó este Diario, y donde la guardianía impide incluso que se pueda transitar libremente por el sector.
Guayaquil ilumina 6 monumentos y edificios con un show de 'mapping'
Leer másJaén cuestiona la escultura de las Manos (en la avenida de Las Américas), la que considera “fue un derroche de dinero” y de la que no cree que pueda expresar la bienvenida o la amistad de los guayaquileños, “más bien fue un gasto innecesario”, y donde deberían ubicarse otras obras artísticas más insignes de la ciudad, considera.
Pero, a pesar de que algunas están bien ubicadas, como la ‘Encyclia angustiloba, Schltr’, la flor emblemática de Guayaquil, comúnmente conocida como La Orquídea, ubicada en la ciudadela que le dio el nombre, tampoco tiene mantenimiento. El polvo y la falta de riego de sus plantas la están ‘marchitando’, sin que la comunidad sepa que la escultura representa a la “flora huayaquilensis”, como así se describe en la leyenda de la obra, inaugurada el 20 de noviembre de 2015.
La estatuafobia se extiende por el mundo
Leer másTamara España considera que algunos monumentos están colocados en sitios donde el tránsito y los indigentes impiden visitarlos, como a don Pío Jaramillo. “Ocho años viviendo por aquí y no sé quién es”, confiesa al igual que Perdomo. Más adelante, a la altura de la ciudadela La Saiba, un redondel con un pedestal vacío desde hace tiempo, tampoco llama la atención. “Alguna vez hubo un monumento que se lo llevaron. No sé quién era y tampoco recuerdo cuándo se fue”, dijo un morador.