ONG Clemencia busca dar calidad de vida a adultos mayores

"Somos una obra nacida en el corazón de Dios", dice con voz firme Fernanda Salazar, vocera de la Fundación Clemencia, una institución que desde el año 2000 ha trabajado incansablemente para brindar una vejez digna a los adultos mayores en estado de vulnerabilidad. Bajo el lema “Por una vejez digna”, esta fundación se dedica al cuidado integral de personas mayores que enfrentan el abandono, la indigencia, la discapacidad, enfermedades como el Alzheimer en estado avanzado y la pobreza extrema. Su misión, según explica Salazar, no se limita a ofrecer un lugar donde dormir, sino a transformar la vida de quienes han sido olvidados por sus familias y la sociedad.

Con personería jurídica otorgada por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), la Organización No Gubernamental se ha convertido en un refugio para los más vulnerables. Su trayectoria, que inició hace 25 años, no solo está marcada por el amor y el compromiso, sino también por los retos que han enfrentado al crecer para atender las crecientes demandas de su noble labor.

Todo empezó con el corazón generoso del doctor José Ricardo Salazar Crausaz, médico civil de la Armada Nacional. "Él no podía quedarse indiferente ante los adultos mayores que vivían en las calles de Guayaquil", recuerda Fernanda. Con determinación, el doctor Salazar comenzó a rescatar a estas personas en situación de indigencia, llevándolas a su propia casa en Durán. Allí les ofrecía cuidado médico, alimentación, ropa, techo y, sobre todo, amor. "No solo les daba lo necesario para vivir, también les daba esperanza, les hacía sentir que aún eran valiosos y dignos de atención", comenta emocionada la vocera.

Esta acción desinteresada marcó el inicio de una obra que pronto se convirtió en una necesidad para la ciudad. Con el tiempo, más y más casos llegaron a la casa del doctor Salazar, enviados por la Policía Nacional, hospitales como el Luis Vernaza y Guayaquil, e incluso ciudadanos preocupados que recogían a los adultos mayores de las calles. Lo que comenzó como un acto individual de amor se transformó en un proyecto institucional, dando paso a la creación formal de la Fundación Clemencia.

Hoy en día, la entidad cuenta con instalaciones otorgadas en calidad de comodato por el Municipio de Guayaquil. Ubicadas en la Av. Honorato Vásquez y Perimetral, estas instalaciones albergan a 50 adultos mayores que han sido rescatados de condiciones extremas. "Cada uno de ellos tiene una historia desgarradora", señala Fernanda. "Algunos vivieron años en las calles, otros fueron abandonados por sus familias, y muchos llegaron a nosotros con graves traumas emocionales y físicos".

En el albergue, estas personas reciben atención integral que incluye cuidados médicos, alimentación, terapia ocupacional, apoyo psicológico y actividades recreativas. "Aquí no solo encuentran un lugar donde vivir, encuentran una nueva familia", afirma Salazar.

A pesar de los logros alcanzados, la Fundación Clemencia enfrenta retos importantes. "Contamos con un equipo de 25 profesionales, entre médicos, enfermeros, psicólogos, nutricionistas y terapeutas físicos, pero lamentablemente no tenemos un presupuesto estable para cubrir sus salarios", explica Fernanda con preocupación. Esto ha llevado a la fundación a depender de la colaboración de voluntarios, quienes desempeñan un papel fundamental en áreas operativas y administrativas.

FINANCIAMIENTO

El financiamiento también es un desafío constante. Salazar hace un llamado al Ecuador entero: "Necesitamos su ayuda más que nunca. Esta obra no puede detenerse. Los adultos mayores que acogemos dependen de nosotros para tener una vida digna, lejos del abandono y el sufrimiento".

FUNDACIÓN

La Fundación Clemencia ofrece varias formas de colaborar. Las personas interesadas pueden unirse al voluntariado escribiendo al número 0967451343 o visitando las redes sociales de la fundación: @fundacionclemencia en Facebook e Instagram. También es posible realizar donaciones económicas a la cuenta corriente del Banco Guayaquil #1559478 a nombre de Fundación Clemencia. "Cada contribución cuenta, sin importar el monto. Con su ayuda, podemos apadrinar la manutención de un adulto mayor y garantizar que tenga una vejez digna", enfatiza Fernanda.

Además, la fundación invita a las empresas y organizaciones a sumarse como aliados estratégicos. "Queremos crear un movimiento de solidaridad en el que todos podamos aportar. Los adultos mayores son parte de nuestra sociedad, y es nuestra responsabilidad darles el cuidado que merecen", añade.

Para conocer más organización no gubernamentales del país, SUSCRÍBETE.