Ordenanza prohíbe vallas sin publicidad, pero persisten ‘esqueletos’ en Guayaquil
¿Por qué continúan?, la pregunta que muchos cuestionan a la autoridad. Otras solo tienen la lona en un lado
Este lunes 3 de febrero de 2025, Diario EXPRESO da a conocer que pantallas digitales y vallas ahora se trepan a los pasos a desnivel de Guayaquil.
Pantallas digitales y vallas ahora se trepan a los pasos a desnivel de Guayaquil
Leer másSin embargo, el punto 20 de las prohibiciones de la ordenanza sustitutiva a la que regula la publicidad exterior en Guayaquil dice que está prohibido tener estructuras sin exhibir/exponer publicidad exterior o sin la lona de identificación de la empresa propietaria de la misma. Pero la realidad es otra en las calles de la ciudad.
Avenida Pedro Menéndez, Velasco Ibarra o la transitada vía a Daule, son algunas de las arterias de Guayaquil en las que basta alzar la mirada para ver que algunas vallas solo están plantadas con el ‘esqueleto’ o sin publicidad. Es decir, solo figura el largo tubo metálico, el espacio para el medidor con daños, y sin el nombre de quién pertenece aquella monumental estructura. No difunden nada.
Esto, aunque no es nuevo en la ciudad, perdura pese a las reformas y la inclusión de nuevas instalaciones como el caso de las pantallas en los pasos a desnivel. Al respecto, también se ha intentado buscar la voz municipal, pero hasta las 11:00 de este lunes 3 de febrero no hay la confirmación de una entrevista por parte del equipo de Comunicación de la entidad que lidera Aquiles Álvarez.
Ciudadanos se pronuncian
Esta situación, a juicio de ciudadanos como Lidia Chávez, de la ciudadela Bellavista, es llamada como un “mal que no acaba en al ciudad”, por lo que arroja su argumento: “Solo en la avenida del Bombero, o en el lado del cerro hay esas vallas sin nada, no sé qué espera el Municipio para sacarlas, y lo más sorprendente es que llevan años, pero siguen”, recalca.
Ausencia del alcalde y críticas a Diario EXPRESO en el Concejo de Guayaquil
Leer másAl consultarle a Katherine Méndez, licenciada residente en Vergeles, esta situación ya le parece “el cuento de nunca acabar”. Lo dice porque recuerda que se prometió poner la casa en orden, pero aún no observa un cambio significativo.
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