Padres desesperados por las amenazas y extorsiones a los planteles educativos
Directivos de escuela realizan la denuncia ante la Fiscalía. La Policía no se abastece para resguardar los centros escolares
Padres de familia y maestros de la escuela fiscal Blanca García Plaza de Arias, ubicada en el sector de Nueva Prosperina, noroeste de la ciudad, están preocupados. Las extorsiones y amenazas de cobro de ‘vacunas’ que ha llegado a este centro educativo les ha quitado la tranquilidad.
Desde el lunes pasado, bandas delictivas están haciendo llegar panfletos a este plantel y a otros de la zona, a través de los cuales avisan que serán extorsionados con el pago de las denominadas ‘vacunas’ que deberán entregar mensualmente.
Las autoridades educativas de la Zona 8 que abarca los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, informaron que han mantenido reuniones con los padres para darles a conocer las acciones que han tomado frente a esta problemática.
“No es posible que amenacen la integridad de los niños y provoquen temor a la comunidad”, indicó Carlos Benítez, un padre de familia que optó por llevarse a su hijo a su casa para evitar cualquier inconveniente que pueda presentarse luego de las amenazas.
La delincuencia acecha a niños y jóvenes en los exteriores de escuelas, colegios y universidades. La mayoría de centros educativos carece de vigilancia policial.
— Diario Expreso (@Expresoec) August 27, 2022
En el distrito Nueva Prosperina hay 25 unidades educativas. Según miembros de la Policía, ellos no se abastecen para brindar resguardo y seguridad a todas horas.
“Hacemos lo posible por llegar a los planteles. Pero no tenemos el suficiente personal ni la logística necesaria”, indicó un uniformado motorizado que ayer patrullaba la zona.
Es por ello que los padres informaron que se están armando con palos, piedras, machetes y otros objetos para cuidar la integridad de los menores. Ellos indican que los supuestos autores de estas amenazas serían los denominados ‘Lobos’.
Como lo ha dado a conocer EXPRESO en varias publicaciones, decenas de planteles educativos fiscales y particulares de la ciudad atraviesan por este problema que se acentuó con el retorno a las clases presenciales de los estudiantes.
Los directivos reciben llamadas en las que se piden dinero a cambio de no ser afectados por la violencia. Mientras que los estudiantes son víctimas de los delincuentes que les roban teléfonos celulares y las mochilas, a la entrada o salida de los planteles.
Todo esto sucede en plena ejecución del plan ‘Mi colegio seguro’, lanzado por la Gobernación del Guayas y las autoridades educativas para fortalecer la seguridad de los centros escolares.
“Estamos preocupados porque nuestros hijos están indefensos. Las autoridades deben actuar ya”, dijo Amelia García, mientras esperaba en la puerta del colegio que su hijo salga de clases. Este es un panorama que se observa en muchos planteles educativos.
