La pandemia no frenó la visita a los guayacanes
Los visitantes llegaron a Daule para olvidar al virus y despejarse. Sugieren a las autoridades potenciar el valor de estos espacios
Con las primeras lluvias de la última semana han florecido las decenas de guayacanes que se levantan en los cerros de la parroquia Los Lojas de Daule; y con ello, decenas de turistas de Guayaquil y las provincias de Manabí y Los Ríos han empezado a llegar a la localidad para tomar fotografías o simplemente “despejar la mente”, como lo han asegurado a EXPRESO.
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Leer másDesde el domingo anterior, turistas como la guayaquileña Valeria Salcedo se instalaron en el sitio para recorrer las cerca de 1.000 hectáreas de campo amarillo. “Es la primera vez que vengo. Lo hice porque, debo reconocerlo, con la noticia de que nuevamente hay toque de queda y que se restringen ciertas zonas y cosas me estresé. Los meses anteriores la pasé mal, estuve con mucha ansiedad. Mis hijos me recomendaron venir, accedí para que mi mente no se concentre al menos un día en el virus”, señaló.
Es grato ver a turistas de varios puntos del país aquí, cada vez hay más y eso es bueno. Es la forma de dar a conocer nuestro territorio, nuestros paisajes y cultura.
A decir de Rina Correa, presidenta del Gobierno Parroquial de Los Lojas, a diario se están realizando excursiones en el sitio, cumpliendo todas las medidas de bioseguridad. “No vamos a cerrar este espacio porque precisamente es al aire libre. Eso sí, todos deben desplazarse con mascarilla y en grupos reducidos”, señaló; al precisar que estos árboles que tienen más de 70 años de vida han sido visitados más que nunca este año, pese a la pandemia.
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Leer más“Sorprendentemente ha sido así y para nosotros eso es grato. Muy grato”, precisó.
Eddy León, habitante de la parroquia Juan Bautista Aguirre (Daule), señalo que de igual forma hizo una pausa a sus actividades para ver de cerca este florecimiento, que en el lugar dura poco más de una semana. “No me lo quise perder, este año sí que no quise hacerlo”, precisó.
Para Rocío Jurado, quien llegó también de Guayaquil, ver esa sábana de flores amarillas le transmitió tranquilidad. “Por unas horas, he logrado olvidar la crisis económica y sanitaria que atravesamos. Llevo tres décadas visitando el sitio. Sin embargo hoy la sensación que experimento es diferente. Más nostálgica”, expresó.
Hoy, a través de las redes sociales, hasta nuestros compatriotas de España, Italia y Estados Unidos disfrutan de este florecimiento. Es necesario valorar más estos espacios.
Para los visitantes, es necesario que las autoridades inviertan más en publicidad que permita conocer sus riquezas. “Lo único bueno que ha traído la pandemia, es que hemos podido conocer tesoros que teníamos muy cerca. Por redes sociales, me enteré de que en Daule florecían también estos árboles. Ahora vale la pena invertir en el lugar. A futuro se deberían hacer ferias gastronómicas en espacios cercanos y permitidos, y hasta excursiones para acampar de noche”. Eso, sugirió Genoveva Narváez, guayaquileña, le daría un plus a Daule.