Guayaquil: La Panga nace en la ciudad y le apuesta a la comida criolla
Los platillos son elaborados por exchefs de La Canoa. En el restaurante dan trabajo a otros compañeros. La sazón se mantiene, dicen algunos clientes
La pandemia de la COVID-19 dejó sin trabajo a Carlos Yela y Sixto Calderón, quienes eran parte de los chefs de brigada del restaurante La Canoa. Tras el cierre del característico negocio, ambos decidieron no quedarse de brazos cruzados y, contra todo pronóstico, se arriesgaron a levantar un nuevo restaurante donde estén aquellos platillos que conquistaron a los paladares más exigentes de Guayaquil.
Así fue que nació La Panga, la apuesta gastronómica ubicada en el patio de comidas del centro comercial San Eduardo, en la avenida José Rodríguez Bonín, y cuyo menú resalta en una pequeña pizarra donde están escritos los siete platos que se ofrecen. Entre ellos figuran el seco de chivo, la guatita, el encebollado y, uno de los más solicitados por los comensales, el caldo de salchicha, que son precisamente los que cocinaban en La Canoa (ellos eran los especialistas de elaborar la comida criolla guayaquileña).
Me parece una buena idea que los chefs hayan sacado este emprendimiento y que sea con base en la comida criolla. Mi favorito es el caldo de salchicha. Estas propuestas deben extenderse
La inversión para llevar al frente este proyecto fue de $ 8.000 y la obtuvieron a través de un conocido de Calderón, y así fue que pudieron abrir el local, hace una semana. La acogida, a juicio de sus propietarios, ha sido positiva y se sorprendieron de ver a aquellos clientes que antes llegaban a La Canoa ya sea solos o con sus familias. “Teníamos las herramientas y la experiencia ya que el restaurante fue nuestra escuela. Queremos seguir cautivando a más personas, ahora desde otro local”, comenta Calderón, quien permaneció por 17 años en el restaurante porteño.
La Canoa, un legado del sabor criollo guayaquileño
Leer másEn tanto que Yela, quien laboró por tres décadas en el establecimiento, afirma que emprender no fue una cuestión sencilla de lograr, pero tuvo el apoyo de su familia para no decaer. Al igual que su compañero de cocina utilizó todo lo aprendido en el restaurante y dio el siguiente paso.
“Sabemos de nuestra profesión, no hay que desaprovechar las oportunidades y llegó el momento de poner en práctica todo lo aprendido. El mundo no se termina ahí, hay que seguir y qué mejor que sea con la comida ecuatoriana que es tan variada”, manifiesta emocionado mientras accede a una fotografía con uno de los clientes, Alfredo Salvador.
Él llegó ayer al restaurante para continuar degustando el clásico caldo de salchicha. Dice que es su plato favorito y recuerda que apenas se enteró de que los chefs se habían unido para cristalizar este emprendimiento, no dudó en poner en marcha su vehículo y llegar hasta este punto de la ciudad para comprobarlo. “Vivo un poco cerca, en el kilómetro 14 de la vía a la costa, y por eso será más fácil venir. Ha sido una idea magnífica porque los sabores son únicos”, argumenta.
La Canoa bajó a $ 300 diarios, cuando antes de la COVID-19 ingresaban $ 5.000
Leer másPero los cocineros no son los únicos extrabajadores de La Canoa que se encuentran demostrando sus talentos en La Panga. Ahí también laboran dos excompañeros, quienes se desempeñan en el área de caja, y se prevé que la nómina crezca a partir de este fin de semana con la incorporación de otros dos.
Me mantuve en la empresa por treinta años y ahora asumo este nuevo reto con mi colega. Es un orgullo y satisfacción poner en práctica todo lo aprendido y ver nuevamente a los clientes
El horario de atención del restaurante es de 09:00 a 21:00. En el menú también está incluida la popular fanesca, aquel platillo que en escasos días las familias comenzarán a prepararlo a propósito de la Semana Santa.
Sin embargo, los dueños prevén ampliar la oferta gastronómica y darle espacio a platillos como el ceviche de concha, meloso, seco de gallina y el caldo de pata. Yela y Calderón demuestran que el legado de la preparación de la comida típica continúa.