Papá Noel llegó a las playas de dos provincias

Fue un fin de semana lleno de luces, villancicos y programas, cuyos protagonistas fueron los Papá Noel que llegaron a las playas de Salinas (Santa Elena) y General Villamil (Guayas), en lancha y hasta en tren.

En Santa Elena, hubo shows nocturnos en pleno malecón de Salinas y el cerro El Tablazo, en Santa Elena; que para esta ocasión, llenó de coloridas luces sus árboles, postes y hasta la pileta.

Ariana Mejía, quien vive en Ballenita, fue una de las visitantes que acudió al lugar acompañada de su familia. Para ella, que la provincia replique los eventos que, por ejemplo, se hacen en otras ciudades, como Quito y Guayaquil, ayuda a fortalecer el turismo y pone en la mira a una provincia que “se ha quedado estancada”.

“No es mentira que nos falta mucho para mejorar, que el estado de las calles, la falta de alcantarillado y de áreas verdes, sumado a la inseguridad, ahuyenta al turista. Que hagan entonces estas actividades, que dan vida a los sectores o los barrios, ayuda sobre todo a entender por qué urge el cambio. Y es que solo con vida en el entorno, la gente sale y contrarresta la desolación que se vive en las calles”, señaló.

En Playas, los habitantes opinaron de forma similar al ser parte de un pregón que reunió a las familias a lo largo de la calle 15 de Agosto; donde marcharon personajes navideños y carros alegóricos que simulaban ser trineos rodantes y trenes.

En el lugar, Romina Guerrero, guayaquileña que visita cada fin de semana el balneario, hizo un llamado a que las autoridades incrementen la agenda festiva que incita a sus ciudadanos a apropiarse del espacio público. “Si hay actos, si hay siempre una agenda interesante, la comunidad estará motivada a salir y revivir los espacios. Lo que ahora han hecho, está lindo. Sin embargo, no pasa siempre, aquí prevalece todavía el desorden. Hay que priorizar obras y actos”, señaló Guerrero.

Grupo de danza, bandas marciales y musicales; carros alegóricos; y  comité barriales; participaron del pregón donde predominó los colores verdes y rojos, y las canciones navideñas. En el sector, hubo familias que fueron testigos del acto desde los balcones de sus casas y las aceras.  "Quiero evitar las aglomeraciones, me da todavía miedo el coronavirus. Sin embargo, me encanta ver toda festiva mi calle. Como añoraba estos actos públicos, en el barrio", señaló Daniela Encalada, habitante del lugar.