Guayaquil, a la par en costos de terapia
En la región, los valores de los tratamientos en salud mental no son tan fáciles de alcanzar para la población vulnerable
Hay días en los que Felipe (nombre protegido) no puede levantarse para realizar sus actividades diarias. Apaga su celular, se aísla en su dormitorio. En el 2020 sufrió la pérdida de un tío con el que vivía debido a la COVID. En octubre de 2021 se quedó sin empleo. Semanas después, le diagnosticaron un trastorno depresivo.
Antes de la pandemia, llevaba una ‘vida tranquila con preocupaciones normales’. Luego del fallecimiento de su tío y varias deudas adquiridas, su estado de ánimo empezó a cambiar.
“Yo era bastante unido a mi tío, lo consideraba un padre más. Me golpeó mucho (su muerte), entré en depresión, lloraba mucho, no quería hacer nada. Una vez que comencé a superarlo me quedé sin trabajo”, manifestó Felipe.
El Instituto de Neurociencias atiende a más de 60 mil personas
Leer másPor recomendación de un excompañero de su sitio de labores, acudió a atenderse a un centro privado. Sin embargo, al no contar con trabajo y ya con poco dinero, debió suspender en forma abrupta sus terapias.
“Solo en medicamentos gastaba más de 150 dólares. De mi liquidación ya no me quedaba mucho y ya no seguí asistiendo a las sesiones”, expuso.
Durante algunos meses, una psicóloga que conoció gracias a varios amigos lo ayudó en sus terapias, al cobrarle un valor mínimo por cada sesión (10 dólares). Felipe se dedicaba al comercio de artículos varios para poder costear su tratamiento.
En los últimos tres meses su condición ha mejorado, y volvió a tener un trabajo estable. Pero este caso refleja que mantener un tratamiento enfocado en trastornos mentales, en Guayaquil, es casi imposible para personas con bajos ingresos económicos.
En centros especializados en la atención de trastornos, adicciones y enfermedades mentales del Puerto Principal, una consulta de psicología fluctúa entre 20 y 40 dólares, como es el caso del Instituto de Neurociencias.
Un tratamiento psiquiátrico, cada mes, puede costar entre 120 y 300 dólares, con la medicación incluida. Las atenciones de un psicólogo privado, por sesión, pueden costar entre 40 y 80 dólares, en la urbe porteña.
Pero a nivel regional hay escenarios diversos. Solo en Lima, Perú, hay tres hospitales públicos dedicados a atender la salud mental. Guayaquil carece de un gran espacio médico similar.
Humberto Castillo, exdirector del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado Hideyo Noguchi de Perú, explicó a EXPRESO que desde el 2015, en ese país se han instaurado al menos 320 centros públicos de salud para atención a trastornos mentales.
Ansiedad, ¿cómo afrontarla?
Leer más“Lo que se hizo fue invertir en pequeños dispositivos, centros especializados en salud mental. Se podía montar en una casa, en un centro de salud, en una parroquia, en un colegio, porque se tenía el financiamiento para el personal”, expuso.
Agregó que el objetivo era que estas atenciones sean interdisciplinarias, participativas y próximas a la comunidad.
“Era acercarse a donde estaban los problemas. Y este mecanismo funcionó. El primer bloque fue de 22 centros, empezaron a dar resultados, y el Ministerio de Economía invirtió en más centros”, señaló Castillo.
Respecto a los costos, por ejemplo, en el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado Hideyo Noguchi, la atención por día para un paciente en cuidados intermedios (a personas particulares) llega a 120 soles ($ 31), la atención por hospitalización continuada, al día, llega a 92 soles ($ 24).
Una consulta psiquiátrica en Lima puede costar entre 50 soles (13 dólares) en organizaciones de beneficencia, hasta 500 soles ($ 130), expuso Castillo.
Miguel Vallejos es decano nacional del Colegio de Psicólogos de Perú. Contó a EXPRESO que los tratamientos para adicciones y trastornos, en promedio, pueden llegar a costar 2.000 soles (522 dólares) al mes.
“El sueldo básico es de 1.000 soles. El 25 o 30 por ciento de ingresos de una familia puede estarse yendo en un tratamiento”, lamentó Vallejos.
Hay consenso en que faltan profesionales en salud mental; la duda es cuántos
Leer másJuan Diego Barbaran es principal de Global Salud Mental, centro privado que funciona en Medellín, Colombia. Indicó que antes de la pandemia, un 70 % de personas que llegaban al sitio presentaba problemas de ansiedad y depresión, y el resto por otras patologías.
“Ahora la relación es 90-10; 90 % de personas viene por ansiedad o depresión”, sostuvo.
Explicó que el precio en promedio de las consultas entre los servidores privados en esa ciudad es de 185.000 pesos ($ 46).
En Santiago de Chile, una sesión por psicoterapia individual puede costar desde 19.000 pesos ($ 21); una consulta psiquiátrica, 51.000 pesos ($ 58).
- Las políticas públicas aún son deficientes
El Colegio de Psicólogos de Perú trabaja en mecanismos para la prevención de trastornos mentales desde la etapa de escolaridad de los infantes. Miguel Vallejos, principal de ese gremio, explicó que el bullying y la violencia doméstica pueden conllevar a los menores a, por ejemplo, consumir drogas, sufrir trastornos alimenticios, entre otras acciones negativas.
Por ello, esperan trabajar en conjunto con los ministerios competentes para que en los próximos cinco años, un total de 150.000 psicólogos obtengan nombramientos y sean destinados a instituciones educativas a nivel nacional para cumplir sus labores.
“Todavía hay una resistencia del Estado, por muchos años, en invertir en la salud mental, lo ven como gasto. Estamos tratando de que el Congreso y el Gobierno incrementen la inversión económica”, refirió Vallejos. La dirección de políticas públicas en este ámbito aún es deficiente en zonas de la región.
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