Guayaquil: los paraderos de buses, otros bienes que son desmantelados
Un reciente caso quedó filmado y se detuvo al implicado. En 2021 hubo 91 estructuras afectadas por el hurto de piezas. En lo que va del año van 84 casos
No se les escapa nada. En Guayaquil, ni los paraderos de buses se salvan de los delincuentes que, así como lo ha contado EXPRESO, también se sustraen otros bienes públicos de la ciudad como las tapas de alcantarillas, bancas o tachos de basura, para después venderlos.
Las cifras que reporta la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM) indican que esta realidad es más frecuente de lo que podría pensarse. En 2021, por ejemplo, hubo 91 paraderos afectados por el hurto de piezas. En 2022, cuando aún no acaba el tercer mes del año, ya van 84 casos.
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Leer másEvidentemente, si hay estos robos es porque existen interesados en comprar las piezas. Y precisamente el último jueves la Dirección de Justicia y Vigilancia clausuró un local en el que supuestamente se vendían metales sustraídos de las paradas de colectivos. Una problemática que se evidenció, por ejemplo, con los medidores de agua potable.
El negocio cerrado está relacionado al más reciente hecho de este tipo, pues a ese sitio acudió un hombre a vender accesorios que se sustrajo de un paradero ubicado en Aguirre y García Moreno, en el centro de la ciudad.
El acto delictivo quedó filmado por una cámara de seguridad de la zona. En el video se observa a un individuo desprender el filo metálico de abajo, que sujeta la capa de vidrio de la estructura. Luego un compinche lo ayuda a envolver el objeto con trapos y ambos se marchan enseguida.
Uno de los implicados fue identificado y posteriormente policías lograron detenerlo. El sujeto informó en qué lugar había vendido el accesorio. Con esa información es que se logró clausurar el local.
El techo de un paradero se cae a pedazos
Leer másEl involucrado fue procesado por el delito de robo, que conlleva una pena privativa de libertad de cinco a siete años.
Al propietario del local, asimismo, se lo procesó por el delito de receptación de objetos robados, por el que podría recibir de seis meses a dos años de encarcelamiento.
Víctor Vizcaíno, quien vive cerca de donde sucedió el hurto, refiere que el par de sujetos actuó a tempranas horas, a las 06:32, aprovechando que a esa hora la zona no suele estar concurrida.
También comenta que no es la primera vez que se hurtan las piezas de ese paradero. Por eso ahora en el vecindario se han organizado para espantar a los que merodean el sitio con malas intenciones.
“Aquí también robaron los medidores de agua hace un tiempo”, cuenta, lamentando que este tipo de situaciones ocurran por allí, y que en los últimos meses se han multiplicado en la urbe.
Agrega que siempre los delincuentes aprovechan las tempranas horas para andar en sus fechorías, pues así evitan que alguien los enfrente.
Carlos Bedoya, residente del centro, espera que no vuelva a ocurrir este caso y que haya un plan, en conjunto con la Policía Nacional y direcciones municipales, para que determinen cuáles son los lugares donde venden estos objetos de forma legal. “Ellos (los delincuentes) sustraen todo tipo de metal, pero dónde está el trabajo de inteligencia, hay muchas recicladoras que compran estos objetos. ¿Y el control?”, cuestiona el ciudadano.