Un parque del barrio Garay vive un mes en penumbras
Las luminarias siguen dañadas. El Municipio dice que ya las arregló
En los últimos días del mes pasado, los vecinos que viven en las calles Leonidas Plaza y Clemente Ballén, en el barrio Garay, se quejaron de que las luminarias están quemadas. Antes de hacer la publicación, EXPRESO consultó al Cabildo sobre este malestar que tiene la comunidad y 11 días después responden lo siguiente: “Las luminarias de la calle Leonidas Plaza, entre 10 de Agosto y Clemente Ballén, se encuentran encendidas desde hace tres semanas, tras un operativo realizado en la zona. Incluso, posteriormente una cuadrilla visitó el sitio y comprobó que las luminarias funcionan”.
Habitantes guayaquileños: “La obra municipal cuando llega no es completa”
Leer másEste Diario regresó el pasado 8 de junio para fotografiar la escena y constatar lo dicho por el Cabildo y encontró que el problema no se ha solucionado. De hecho, el inconveniente se ha incrementado, a juicio de los residentes. Y es que antes eran 8 las luminarias apagadas y ahora 10.
El problema no es nuevo. Por otra queja de los moradores, en el pasado mes de marzo se arreglaron otras luminarias.
Los habitantes señalaron que con frecuencia se dañan las lámparas. “En el caso de las luces del parque, que no funcionan desde los primeros días de mayo, tenemos la hipótesis de que el problema puede estar en los cables subterráneos. Eso lo deben determinar los técnicos. Por estos inconvenientes nos vamos a reunir, para ver qué medida podemos tomar, porque esto aumenta la inseguridad y no queremos más vivir en zozobra”, manifestó Xavier Zurita, presidente del comité barrial.
Guayaquil: Luminarias son restablecidas en el barrio Garay
Leer másEl Cabildo explicó que la vida útil de una luminaria de sodio es de 10.000 a 15.000 horas, lo que significa aproximadamente dos años de funcionamiento nocturno bajo condiciones ideales; y que está cambiando por lámparas LED que sirven más de 30.000 horas. En el vecindario, los residentes exigen una explicación, de porqué las lámparas se dañan con frecuencia.