El parque que quedó en el olvido tras la muerte de su ‘cuidador’
Habitantes de los Esteros exigen la intervención del Municipio en una de sus arboledas convertida en guarida de hacheros.
Sucio, deteriorado y a merced de actividades ajenas para la cual fue creado. Así está el parque Elías Jácome ubicado entre las manzanas 8A y 12 A de la ciudadela los Esteros, en el sur de Guayaquil.
Cansados de la inseguridad que genera el abandono de la arboleda, los vecinos han decidido elevar su voz para exigir a las autoridades municipales y de la policía que los atiendan. Ya no saben qué más hacer para evitar que lo que algún momento fue un lugar de recreación para niños y jóvenes, ahora sea utilizado como “guarida de hacheros (consumidores de la droga H) y delincuentes”, según dice Dusya Suárez, moradora del sector.
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Leer más“Este parque está abandonado por el Municipio, nadie lo viene a limpiar, nadie lo riega. Sirve para los indigentes para los ‘hacheros’, dejan esto hecho una porquería. ¡Es terrible!”, lamentó la mujer. Asegura que desde su casa escucha gritos de personas que son asaltadas por el sitio.
Humberto Chiriboga, también morador de los Esteros, añade que desconocidos llegan “a robarse los cables de luz y algunos otros artefactos del parque. Lo único que se ve aquí son ‘fumoncitos’ y ‘hacheros’ que vienen a vivir o a hacer sus cosas. Necesitamos que alguien se preocupe por este parque que está completamente abandonado”, pidió, mientras mostraba el deterioro y los sitios donde se habrían sustraído algunos objetos.
Casi todos los que vivimos en el sector somos gente mayor, ya no hay gente joven por aquí. Solo hay ladrones y hacheros. Necesitamos urgente ayuda de las autoridades.
A la vista de quienes transitan por el parque, se observa la falta de mantenimiento en algunas áreas y el monte que cubre casi todo el lugar.
La líder barrial explica que desde la pandemia ya no realizan actividades para mejorar la imagen del lugar. “Aquí vivimos pocas familias que se preocupan por el parque y todos somos personas de la tercera edad. No hay gente joven que quiera ayudar”, deploró al recordar que la única persona que veía y ayudaba a tener limpia la arboleda, falleció hace poco tras contagiarse con el coronavirus. “A partir de su muerte nadie se ha preocupado”, expresó con tristeza. El morador de 50 años se encargaba de limpiar y mantener en buen estado las áreas verdes, pero la COVID-19 no solo provocó su muerte sino también el abandono del Elías Jácome.
Según los moradores, desde que se creó el área recreativa las autoridades no se han hecho cargo. “Hace más de 15 años hicieron el parque, lo entregaron bonito, pero nunca hicieron más. Nosotros nos quedamos a cargo y hacíamos lo que podíamos. Ahora, con la pandemia lo hemos abandonado un poco porque somos vulnerables ante el virus, pero necesitamos la intervención de ellos para que esto deje de ser lo que es ahora”, sentenció la líder barrial.
Entre cinco familias han tratado de mantener en buen estado el sitio. Le pagan a una persona para que haga limpieza semanalmente, pero no es suficiente y por eso piden ayuda, pues hay otros problemas de inseguridad. “Se quisieron robar las puertas de entrada, si nosotros no le poníamos candado se las llevaban en peso. Las luces también se las han llevado, pero el Municipio sí nos ha ayudado con la reconexión eléctrica, aseguró Suárez.
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Leer másLos vecinos afirman que han llamado a las autoridades para que los atiendan, pero que “nadie nos contesta”.
EXPRESO solicitó al Municipio si atenderá ese clamor ciudadano y si el lugar será intervenido, con la urgencia que requieren sus moradores. Hasta el cierre de esta edición no llegó ninguna respuesta.
Gina Vásquez señala que hay poco patrullaje en el sitio. “Los policías o carros del Municipio se quedan ahí un rato y luego se van. Pasan, sacan a los consumidores y se retiran, luego los consumidores regresan”, detalla. En ocasiones, confiesa que ella trata de resolver esos problemas por su cuenta. “Yo he tenido varias malas experiencias. He ido a sacarlos y ellos me insultan, ya mi esposo me ha dicho que no lo haga porque es peligroso.
El parque solo es dormitorio de los indigentes. Se roban los cables, las puertas y lo que encuentran, nadie toma cartas en el asunto. Este parque está abandonado.
Humberto Chiriboga lamenta que por esa situación, ya no se ve jugar ni distraerse a los niños del sector, pues a la inseguridad se suma el daño de columpios.
Dusya espera que el Municipio asuma el parque “para que las plantitas no se mueran y esté aseado (...) esto se ha vuelto muy peligroso y nosotros somos personas mayores y necesitamos de su ayuda urgente”.