Parque de la Alborada
Los primeros visitantes han empezado a llegar al parque recién inaugurado en la Alborada, etapa 14.Cortesía

Un terreno olvidado se convierte en el nuevo corazón de la Alborada

Un espacio pasó de ser un basurero a un parque. Los habitantes quieren que se replique la obra en otros puntos de la ciudad

Un terreno olvidado por más de 30 años, convertido en botadero de basura, ahora es un lugar de integración para los vecinos del norte de la ciudad. El Municipio de Guayaquil, a través de la dirección de Obras Públicas, finalizó la construcción de un parque en la ciudadela Alborada, etapa 14, contiguo a la avenida José Martínez Queirolo, devolviendo a los residentes un espacio funcional, tal como lo habían solicitado durante años a través de diversos reclamos públicos.

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La obra, levantada en una extensión de 400 metros cuadrados, según datos oficiales, incluyó la edificación de un muro perimetral y vigas de confinamiento. También se incorporaron rampas accesibles para personas con movilidad reducida y camineras adoquinadas, algo que los residentes habían pedido priorizar debido a la presencia de un gran número de adultos mayores en el barrio.

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Revitalizando espacios comunitarios

Italia López, de 77 años, es una de ellas. Según relató a EXPRESO, por fin podrá salir a recrearse sin el riesgo de caerse o tambalearse en el camino. "En esta etapa de la Alborada, prácticamente todos nos conocemos y nos ayudamos. Por años vi cómo ese terreno se había convertido en un sitio por el que muchos, incluida yo, no nos atrevíamos a pasar. No solo por el mal olor, sino porque se refugiaban allí consumidores de drogas que a veces terminaban robándote. Yo pensaba que mi barrio conviviría con ese 'vecino' al que todos le huíamos para siempre. Me alegra que nuestras necesidades hayan sido tomadas en cuenta. Nos escucharon, y eso es bueno. Ahora toca cuidarlo y recuperar poco a poco la seguridad y las áreas verdes. Ha habido mucho cemento", señaló.

Uno de los detalles más destacados por los vecinos es una rayuela pintada en el centro del parque, que ha fomentado la interacción entre niños y adultos, según cuentan ellos mismos.

Parque de la Alborada
En el sitio, donde no había nada más que tierra y basura, ahora se han sembrado especies nativas, con el fin de que pase el tiempo y cubran el lugar de sombra.Cortesía

“Estamos realmente muy felices por la remodelación que han hecho en esta área. Esto era un basurero, era terrible, daba un pésimo aspecto. El detalle que más me fascinó y que me hizo recordar mi infancia fue la rayuela. Estuve jugando con unos chicos y me pareció increíble; incentiva mucho a los niños a usar el parque", aseguró María Fernanda Pareja, moradora del sector.

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Lidia Vásquez, quien habita en Samanes 1, vecindario aledaño a la Alborada, aseguró que este fin de semana llevará a su familia al lugar para hacer un picnic. "Vi las fotos en redes sociales y me pareció lindo. Quiero ver qué tal está y llevar a mis niños. Un parque siempre será una buena inversión comunitaria. Todos los rincones de Guayaquil deberían contar con uno, de todos los tamaños y tipos. Me sorprende que haya zonas como el barrio Garay o el centro que carezcan de estos espacios como se debe. Me duele también que en lugares como Socio Vivienda 2, Monte Sinaí y Mucho Lote 1 estos espacios sean escasos y, además, estén en mal estado. Eso debe priorizarse. Hoy a tres barrios los transformó. Ya tenemos dónde ir. Imaginen lo que sería si en esos territorios, considerados calientes por la violencia, estos parques llegaran. Habría opciones para recrearse, jugar, imaginar, pasar el tiempo, pero de una manera saludable...", señaló.

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La empresa pública municipal Parques EP sembró árboles nativos, otro de los pedidos de los residentes, quienes por años exigieron tener algo de sombra y más oxígeno en el sector. "¿Por qué no hay bosques urbanos aquí? Con más oxígeno y áreas verdes, Guayaquil podría hasta dejar de hervir", precisó el año anterior Gustavo Carvajal, residente del lugar.

En el norte, vecindarios como Álamos Norte, El Cóndor, todas las etapas de la Alborada, Samanes, Guayacanes, Sauces, Las Orquídeas, Los Vergeles..., quemas. La Francisco de Orellana hierve. Urge que haya cambios. Hoy, en este punto de la Alborada tenemos un pequeño y nuevo pulmón, y estamos felices. Sin embargo necesitamos más, tantos que todos se unen y hagan una sola cobertura verde que nos proteja", agregó Isaac Palomino, residente de la etapa 14 de la Alborada. 

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