“Los parques ahora son junglas con las que debemos convivir”
Los habitantes del norte denuncian el poco o nulo mantenimiento por parte de las autoridades. Roedores, mosquitos y agua empozada, entre las secuelas
Parques con maleza que llegan hasta las caderas y en el caso de los niños, hasta su cintura o su pecho. El abandono de estos espacios se ha vuelto el panorama habitual a evidenciar por la ciudadanía, en el norte de Guayaquil. Las familias se lamentan por esta situación tan deplorable en la que han quedado las zonas de recreación. Sin embargo la pobre presentación y ‘cara’ de los mismos, no es lo que más preocupa a los habitantes.
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Leer másPadres y niños por igual se lo piensan dos veces cada vez que van a uno de estos espacios que se han convertido en ‘selva’ dentro de los barrios, pero no por el mal aspecto que dan estos sitios, sino por el temor de encontrarse con objetos o animales escondidos entre las matas. Algo que ya ha pasado. En Samanes, por ejemplo, han hallado hasta serpientes.
Sauces, Alborada, Samanes, Guayacanes, por nombrar apenas algunas de las ciudadelas donde los parques han quedado al abandono de las autoridades municipales, a decir de los vecinos, constan en la lista.
“No solo está el hecho de que los niños no pueden jugar por toda la maleza que incluso los tapa, también está la incertidumbre de que les salga alguna rata. Y es que esto es un jungla”, asevera Renato Castro, habitante de la etapa 13 de la Alborada, al referirse del parque de esta ciudadela ubicado entre las manzanas 22 y 23.
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Leer másIsabela González, también habitante de este vecindario, asegura que antes de salir con sus dos niños al parque ubicado junto a su vivienda, debe aplanar con sus propios pies la maleza. “Solo así pueden jugar, pueden ver dónde pisan y no se llevan la sorpresa de primero sentir algo por sus pies”, dice González.
En medio de tanta maleza, los parques se han vuelto también un botadero público donde se ven tarrinas y botellas escondidas entre todas las plantas.
Asimismo, en la manzana 482 de Sauces 8, en la avenida Ricardo Mórtola, y en la manzana 550 de Sauces 9, frente al Mercado Municipal, sufren por el olvido de las áreas verdes recreativas.
“Las resbaladeras y columpios se han hecho una sola cosa con la maleza, al punto que ya ni se ven los juegos”, detalla José Castillo, de Sauces 9.
Sin embargo, ante la indiferencia del Cabildo, los ciudadanos han salido con machete a “cortar la que se pueda”. Lamentablemente, advierten, hay zonas a las que no pueden acceder o que no saben cómo intervenir.
“Ya cansa estar esperando, por eso nosotros mismos cortamos y limpiamos. Se pide al Municipio que venga y nos ayude, y no llegan. Y las veces que lo hacen, es cuando ya los mismos vecinos hicieron gran parte del trabajo. Esto pasa en todo el norte. Pregunte y verá que le dirán lo mismo. No pedimos que ellos hagan todo, eso no; pero que sí nos den la mano en los sitios que hacen falta. Por qué debemos llegar a estos extremos en cada invierno. Los parques son un zoológico”, asevera Ana Yautibug, de la etapa 13 de la Alborada.
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Leer másLos parques que aún se mantienen algo ‘bonitos’ son los que son cuidados por los mismos vecinos. El resto ha quedado en el olvido de las autoridades locales.
Ante esta situación EXPRESO interpeló al Municipio de Guayaquil para conocer por qué no se ha dado el mantenimiento respectivo de varios parques del norte, pero hasta el cierre de esta edición las respuestas no llegaron.
“Cuando quieren, los del Municipio vienen a podar el área y cuando no, pues nos toca ver qué hacemos. Eso también ha desmotivado a los pocos vecinos que limpian”, detalla Lourdes Arce, de Samanes 1, que lamenta el deterioro progresivo del parque ubicado entre las manzanas 133 y 134. Y es que este espacio no solo necesita una poda, los bordillos de sus jardineras están destruidos.
“Son junglas con las que la comunidad se ha visto obligada a convivir”, asegura Ximena Freire, habitante de Guayacanes; que hace énfasis en el descuido que además, como ha venido contando ya EXPRESO, está presente en los árboles que a causa de las plagas se han secado; y los que ahora se han desplomado.
“Que nadie diga que esos más de 40 árboles que se cayeron el pasado miércoles, lo hicieron porque Guayaquil sufrió vientos huracanados porque eso es mentira. Ni en las películas, ni en los documentales de la vida real en una noche se caen todos. Todo esto es parte del descuido por parte de las autoridades. Hay cosas que solos no podemos hacer”, señaló Ana María Contreras, de Sauces.
Hemos pedido entre los vecinos al Municipio para que vengan a cuidar los parques. Pero casi nunca llegan, y si lo hacen, es cuando el barrio ya lo intervino.
Julian Palacios, de Samanes 6, como el resto coincide y alega que tras la maleza hay todavía más descuido. Denuncia que los pisos estás agrietados, con enormes trozos de cemento rotos, con bancas despintadas u oxidadas. “Todo está mal y la ayuda no llega”, piensa.