Guayaquil: Las peatonales de los bloques de Sauces 6 están olvidadas
Desde hace 20 años los vecinos están pidiendo la regeneración de las calles. La basura y el consumo de drogas en los parques son otros problemas
Como si fueran la oveja negra de la familia. Así se sienten los vecinos de los bloques de Sauces 6, en el norte de Guayaquil, cada vez que pasean por sus calles y observan la situación de abandono en que estas se encuentran.
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Leer más“Llevamos más de 20 años solicitando la regeneración de nuestras calles, pero la espera continúa”, indica Jorge Enrique Cuesta, presidente del consejo barrial de Sauces 6, mientras recorre las peatonales empedradas, llenas de grietas y maleza que se han convertido en botadero de basura.
Cuesta vive en el lugar hace 34 años y reconoce que las calles principales están asfaltadas, pero el tramo de las peatonales es el más descuidado. “El Municipio ha prometido la regeneración para este año; pero antes también lo hizo. Ahora esperamos que sí se cumpla la promesa”, resalta.
Los habitantes del sector han tenido que colocar piedras, simulando muros de contención, con la finalidad de evitar que carros y motos las transiten. “Estas calles son solo para peatones y no para el paso de automotores que circulan a velocidad sin tomar en cuenta la presencia de niños o ancianos”, menciona Gina Manjarrez Ulloa, vicepresidenta del consejo barrial de Sauces 6, quien habita en la zona 34 años.
Ella denuncia que el tráfico constante de esos vehículos ha terminado de dañar las peatonales, originando serios problemas a los vecinos quienes deben caminar por estas con el peligro de caer en los baches o tropezar con las piedras que salen por el levantamiento de la carpeta asfáltica.
La basura es permanente por el desorden de la comunidad y por la presencia de chamberos que escarban las fundas de desechos que se colocan en las esquinas
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Leer másEn los 19 bloques de Sauces 6 habitan 30.000 personas distribuidas en 488 departamentos, quienes se quejan por la poca atención que reciben de las autoridades para mejorar el entorno de sus calles.
“Estamos a la espera de que los trabajos lleguen antes del invierno para que este sector cambie su imagen y para evitar que se inunde con la lluvia, tal como sucede todos los años”, resalta Manjarrez.
Los carros y motos que circulan por las peatonales, a toda velocidad, no solo han dañado las calles, sino también las tapas de las alcantarillas. Nadie controla este problema.
Cerca de las peatonales está la avenida Gabriel Roldós Garcés, en donde se ubica un parque que se ha convertido en el lugar perfecto para que personas de dudosa procedencia se instalen a consumir drogas.
“Estamos cansados de esta situación y del poco control policial que hay en el lugar. Aquí llegan personas de otras partes a fumar sustancias ilícitas. Otros vienen a dormir y para ello arman caramancheles que se esparcen al día siguiente, provocando mala imagen y desorden en el sitio”, dice un residente que prefiere el anonimato por temor a represalias.
La presencia de vendedores y consumidores de sustancias ilícitas en los parques es un problema con el que tenemos que convivir. La Policía debería reforzar los controles.
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Leer másPara muchos, residir en esta parte de la ciudad y llevar una vida sin sobresaltos se ha convertido en un sueño inalcanzable. Roger Barros, quien habita hace 33 años en la manzana 316, relata que algunos vecinos han tenido que desalojar, en varias ocasiones, a gente en un estado lamentable. “La policía ronda el sector, pero estas no son suficientes para devolver la tranquilidad de quienes allí residen”, enfatiza, al recomendar que “el patrullaje debe ser constante para evitar que el consumo de drogas y la presencia de chamberos y mendigos en las áreas verdes, siga robándonos la calma”.
A estos problemas se suma el de la insalubridad originado, en parte, por la falta de cooperación de los propios moradores. “Hay basura acumulada por todos lados. Hay vecinos que sacan los desechos de sus departamentos cuando el carro recolector ya ha pasado. Pero también hay gente que viene de otros lados a dejar los desperdicios en las esquinas de las calles”, acota otro habitante.
Asimismo, en los exteriores de algunos bloques hay maleza crecida que propicia los criaderos de mosquitos causantes de enfermedades que ponen en peligro a los residentes. “Algunos vecinos tratamos de solucionar el problema, pero no todos colaboran para erradicarlo”, confiesa Manjarrez.
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Leer másA pesar de que no es invierno, en algunas manzanas hay agua estancada porque las alcantarillas están tapadas por la basura y por el mal estado de las calles.
Para el 28 de septiembre, los residentes esperan la visita de las autoridades de obras públicas del Cabildo, que les han prometido regenerar las peatonales.