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Las vías. Este es el panorama en las calles de las cuatro manzanas. En algunas aceras, los huecos son similares.JIMMY NEGRETE

El pedido ciudadano que ha quedado en el olvido

Las aceras y vías de las manzanas 22, 23 ,24 y 26 de la XIII etapa da la Alborada están rotas y hundidas. La acción municipal se limitó a las visitas. El ente no confirma si hará la obra

Fue exactamente hace un año cuando los residentes de las manzanas 22, 23, 24 y 26 de la XIII etapa de la Alborada, veían esperanzados que personal técnico del Municipio de Guayaquil revisaba los adoquines hundidos del barrio. Finalmente, sus voces habían sido escuchadas, pensaron, volverían a caminar sin miedo a caerse.

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Sin embargo, esas visitas no fueron nada más que eso. Al menos así lo creen los residentes que hoy hablan con EXPRESO y lamentan que su solicitud no haya sido tomada en serio; y a causa de ello, aquellas vías que antes estaban solo hundidas, ahora estén rotas y con huecos de tal magnitud, que hasta las sillas de ruedas y los bastones con los que se moviliza más de un adulto mayor del sector se quedan allí atrapados.

María Sánchez, presidenta del comité promejoras de la manzana 26 y representante de las otras, todas aledañas, precisó que cuando recibieron a la brigada de la Dirección Municipal de Obras Públicas (en julio de 2020), esta les aseguró que colocarían hormigón rígido en las vías e iniciarían el mantenimiento una vez terminada la inspección. Pero ni el material ni las maquinarias llegaron.

La comunidad.Alrededor de 80 familias viven en las cuatro manzanas que ahora claman por ayuda. En cada una viven entre 20 y 25 familias.

Según Suzy Villamar, moradora de la manzana 26, meses atrás uno de los camiones recolectores de basura casi se vuelca al maniobrar por la curva donde se encuentra uno de los hoyos más profundos. A consecuencia de ello, un bloque de la acera se desprendió, y si bien no generó ningún daño en las casas aledañas, quedó la alerta del riesgo con el que conviven.

“En una próxima ocasión, no vamos a correr con la misma suerte. Somos 4 las manzanas afectadas... ¿Por qué no piensan en el adulto mayor? ¿Por qué no se ponen en los zapatos del peatón? Si lo hicieran, esto no pasaría. No viviríamos en el abandono”, reflexionó Carmen Avilés, una joven que -cuenta- ya no puede pasear con sus abuelos, debido a que las vías no se lo permiten y las aceras no son inclusivas.

Hecho. El canal, que emana olores desagradables, genera molestias a los vecinos desde hace casi tres décadas.

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Frente a esta situación, EXPRESO preguntó al Cabildo si se prevén ejecutar los trabajos de regeneración, de qué tipo y cuándo, y cuál es la razón por la que, pese a las inspecciones, no se hizo nada ni se ha explicado a la comunidad qué pasa con su caso; pero hasta el cierre de edición (pese a que el mail fue enviado hace 10 días), no hubo respuesta.

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Pedazos de concreto desiguales y rotos, permanecen en el recorrido.JIMMY NEGRETE

“Necesitamos que alguien nos diga qué está pasando, no pueden solo hacer caso omiso a nuestras necesidades”, coincidieron.

Los vecinos piden una intervención urgente, puesto que debido a las depresiones sobre el asfalto, el agua también se acumula, lo que genera mal olor y da cabida a los criaderos de mosquitos; precisamente en momentos en los que el Ministerio de Salud ha alertado del aumento de casos de dengue. Hasta la semana 26 de este año, según el boletín epidemiológico de Salud, en el país se registraban 14.136 casos, 6.313 de estos en la provincia del Guayas.

En nuestra comunidad ya estamos molestos por ver que las autoridades vienen, ofrecen y no hacen nada. Es peor en tiempos de campaña.

Piedad Garcés,
residente
Tala. Muchos vecinos tenían mango y otros árboles, que fueron tristemente talados al llegar la obra. El Municipio no se refiere a ese tema, pero asegura que sembrará 400.

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“Las autoridades nos piden que colaboremos y lo hacemos. Tenemos todo limpio, cortamos la maleza, eliminamos hasta el más mínimo recipiente con agua. Ahora qué, ¿esperan que llenemos de asfalto los hoyos? Solo eso nos falta”, cuestiona Mery González, de la manzana 24.

Sin embargo, los adoquines no son el único dolor de cabeza de los vecinos. El estado en el que se encuentran sus parques, se suma a la lista de acciones pendientes. Los de las manzanas 22 y 26, por ejemplo, tienen la maleza a medio cortar, los árboles enfermos y los espacios sirven de refugio a los consumidores de drogas. A esto se suma la inseguridad.

Colaboramos siempre con la comunidad, somos unidos, están las pruebas. Todos los 25 de julio, por ejemplo, pintamos bordillos e izamos las banderas. Mas, urge la ayuda del Cabildo.

María Sánchez,
presidenta de la manzana 26

La comunidad denuncia robos y hasta asesinatos, aun cuando a decir del uniformado Christian Valencia, de la Unidad de Policía Comunitaria de la manzana 26, los delitos han disminuido en un 53,3 %. “Hacemos patrullaje todos los días en los 7 subcircuitos de la Alborada y además mantenemos comunicación con los presidentes de cada etapa”, señaló. Vecinos, como Gregorio Andrade y Lidia Caicedo, lo niegan. “Si el patrullero pasa, lo hace de repente, no hay control”, piensan.

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Situación. Así permanecen los adoquines desde hace algunos años.Cortesía.
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Caicedo pide a los concejales que recorran el barrio y que lo hagan en la noche para que sientan el temor que se ‘respira’. “Hace dos meses, a plena luz del día me quitaron todo, apuntándome con un arma. Solo grité, ni siquiera pude correr. Y es que con el estado de las calles, si tropezaba hasta la cabeza me partía. Hay peligro por todos lados”, señaló decepcionada.

Verónica Soto, a cuyo hijo intentaron robarle de una forma similar, pide que el Cabildo iluminen las peatonales. “No queremos vivir en penumbras. Somos un barrio unido, de gente buena; pero nos falta el apoyo municipal para vivir más en comunidad y como soñamos”, coincidieron los vecinos.