Un peligro creciente para la salud y la infraestructura
La sobrepoblación de palomas en la ciudad es un problema que nadie controla. Expertos dan recomendaciones para evitar su reproducción y exterminio
Se posan y anidan en cualquier tipo de construcción, como aleros, jardineras, ventanas, balcones, entretechos y canaletas, para resguardarse de la lluvia y el viento.
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Leer másSon las palomas, cuya proliferación nadie controla en la ciudad y que se ha vuelto un peligro para la salud de las personas porque, según expertos consultados por EXPRESO, trasmiten enfermedades infecciosas que pueden tener consecuencias fatales, como daño pulmonar, neumonías, hepatitis, afección cerebral e incluso la muerte. Además, malogran las edificaciones de la ciudad.
En la Plaza San Francisco, ubicada en 9 de Octubre y Pedro Carbo, se las ve volando o caminando por centenas. Incluso, revolotean sobre las cabezas y hombros de las personas que acuden a la iglesia, o que se sienta a descansar en el mobiliario o cerca de la pileta.
También se las observa en los alrededores del Palacio Municipal y de la Gobernación; en las afueras de los restaurantes de la calle Panamá y en diferentes zonas de la urbe, donde dejan las huellas de su estadía: excrementos y plumas.
“Están en todas partes, especialmente en las zonas céntricas, donde hay muchos restos de comida. Ellas se alimentan de estos desechos naturales, semillas y comida que las personas les dan. Parecen una plaga”, menciona Carlos Salvador, un médico que tiene su consultorio en pleno bulevar.
Las autoridades deben tomar medidas para evitar la reproducción de esta especie que provoca daño a la población
El galeno narra que diariamente observa cómo las personas dan de comer a las aves que bajan de algunos de los monumentos donde reposan todo el día. “No estoy en contra de estos animales, pero creo que las autoridades deberían hacer controles para que estos no se posen en todas partes”, plantea Salvador, al cuestionar la presencia de excrementos en las bancas, piso y hasta en las estatuas.
Sacar a las aves de su hábitat o exterminarlas no son opciones que se deban considerar nunca.
El infectólogo Santiago Miranda señala que por sus heces, las palomas pueden transmitir diferentes tipos de hongos que las personas inhalan, produciéndose micosis pulmonar, hepatitis y afecciones cerebrales como la encefalopatía.
La alergóloga Mercy Briones destaca que en ciudades de Perú, España e Italia, por ejemplo, se aplican multas a quienes alimenten a las palomas. “Así quieren evitar que se queden en un lugar”.
Pero esto es criticado por los grupos animalistas, que sostienen que hay formas menos agresivas de alejarlas. “Las autoridades locales deben emitir ordenanzas y promover la coordinación intersectorial, fortalecer la educación sanitaria, sobre todo en escolares, para generar cambios de actitudes y prácticas saludables”, opina el ambientalista Carlos Cisneros.
También sugiere recurrir a bocinas ‘espanta aves’ y anticonceptivos (que vienen en forma de polvo y se colocan en sus alimentos) para evitar la reproducción, así como el uso de mallas sobre las fachadas.
EXPRESO consultó al Municipio y al Ministerio de Salud sobre la prevención y medidas que están tomando para evitar la multiplicación de estas aves; pero hasta el cierre de esta nota no hubo respuesta.
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Leer másLa sobrepoblación de palomas también genera daños físicos y estéticos en las fachadas de los monumentos y edificaciones de la urbe. Son varios los inmuebles que se han visto afectados, entre ellos la catedral San Pedro Apóstol, el Palacio Municipal, de la Gobernación, la Jefatura del Cuerpo de Bomberos y la Torre Morisca, todos patrimoniales, enlista el arquitecto Rubén Mendieta, quien ha efectuado un estudio sobre esta problemática.