Las Peñas: la impostergable necesidad de que renazca
Guayaquileños plantean ideas para que el barrio sea la cara turística de la ciudad. Un jardín que mire al río y restaurantes, en la lista
Nadie puede dudar de que Las Peñas tiene historia y arte, además de una vista privilegiada que permite admirar la grandeza del Guayas y hasta el imponente Chimborazo, si el clima juega a nuestro favor. Sus pintorescas calles y esas coloridas casas de estilo colonial que fueron el hogar de reconocidos artistas y al menos once expresidentes de la República, según reza la historia, recuerdan por qué este sitio es tan importante. Y aunque hay visitantes, locales y extranjeros, que recorren a diario sus angostas calles empedradas, pese a que la afluencia está marcada los fines de semana, surge el cuestionamiento de por qué, como pasa con el Casco antiguo en Cartagena (Colombia), Las Peñas no puede ser ese espacio que atrae al turista en masa. Como sí lo hizo en el pasado.
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Leer más¿Qué le falta? Especialistas en materia de turismo, visitantes y residentes dialogan con EXPRESO para, más allá de hacer públicas sus quejas, casi todas relacionadas a la falta de seguridad; enumerar una serie de ideas que apuntan a fortalecer la identidad de este barrio, a darle vida y sombra.
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Para el promotor turístico Raúl Sucunota, quien ha vivido en el centro toda su vida y es un defensor de su rescate, la solución está en, por un lado, atraer la inversión privada con incentivos para abrir hoteles boutique y tiendas exclusivas, y en bajar a la par los precios de los alquileres de los locales; y por otro, en llenar de áreas verdes el vecindario, nombrado patrimonio cultural de Guayaquil.
Las Peñas es un barrio hermoso, pero necesita vida. Que tenga restaurantes, cafeterías, hoteles boutiques para llenar de visitantes el sitio. Uno de los más importantes de la ciudad.
“Hay locales en la parte baja de las casas patrimoniales, sí, muy hermosas, que son pequeños y cuestan alrededor de $ 2.500 el mes. Sé de artistas que ya están por irse de ahí porque como el área se reactiva prácticamente de viernes a domingo, no les resulta rentable alquilar. Si el valor fuese menor, el escenario sería otro. Y si además hubiese mobiliario urbano idóneo: bancas, por ejemplo, además de árboles o maceteros que den sombra, los caminantes llegarían todos los días porque el espacio tuviera vida”, precisó.
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Leer másPara Sucunota, una de las imágenes más bonitas del Casco Antiguo de Cartagena apunta a sus balcones repletos de buganvillas y a ese hervidero de locales de comidas que atrae al ciudadano. “Uno puede recorrer allá las calles empedradas en un ambiente de fiesta. En Las Peñas, que es una zona donde está marcado el origen de la ciudad, podría haber lo mismo. Lamentablemente hay trabas hasta a la hora de sacar un permiso de funcionamiento. No digo que no los pidan, pero sí que hagan que el proceso no sea un dolor de cabeza. Si no quieren que Las Peñas agonice, invito al Cabildo a que piense en todo esto; a que se hagan además actividades culturales para que la agenda esté llena”, argumentó.
La urbanista guayaquileña Sofía Santander coincide en este punto y habla de la necesidad de que el personal a cargo de los tours que se hacen en el Puerto Principal y que tienen a Las Peñas en su radar, tengan más preparación a la hora de dar a conocer el barrio.
“No se trata solo de mostrar las galerías que hay en él, que son como diez y todas lindas; tampoco se trata de mostrar sus artesanías o de llevar a los turistas luego al cerro Santa Ana, otro sitio en riesgo de abandono (ver subnota). Las Peñas guarda una enciclopedia de acontecimientos: sus paredes, el porqué de su angosta ruta, todo tiene una explicación. El incendio que soportó y qué artistas vivieron y viven en él, todo es importantísimo. Pero eso se les olvida u omiten ciertos guías, y eso no debe pasar”, señaló la también arquitecta; quien sugiere que en la planta baja de las casas patrimoniales de la calle Numa Pompilio Llona funcionen restaurantes.
Debe haber flexibilidad en las ordenanzas del uso de suelo, eso permitirá que haya dinamismo a través de espacios que puedan abrirse y sean una atracción turística.
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Leer más“Tener comida de autor o propuestas interesantes en ambientes acogedores, que miren al río o a la misma avenida, que podría estar repleta, a la par, de arte de todo tipo, sería perfecto. Para ello, la Numa Pompilio debería ser peatonal. Prohibir el paso a los vehículos funcionaría. ¿Y dónde aparcarían los residentes? Pues cerca del vecindario. En el entorno hay espacios desocupados o abandonados que bien podrían servir para levantar edificios de parqueos. Hay maneras”, sentenció.
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A estas propuestas se suman otras que se inclinan por la idea de construir una especie de bosque, un jardín ripario, en el terreno que colinda con las casas y galerías que miran al río.
Quienes residen en Las Peñas recuerdan, de hecho, que ya hubo un proyecto en la administración anterior, denominado ‘Jardín Las Peñas’, que planteó que esos terrenos -que son el resultado de tierras sedimentadas- se conviertan en un lugar abierto y verde.
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Leer más“Mucho se ha dicho de que en Guayaquil faltan áreas verdes, por lo que sería lindo que se permita pasear al pie del río. Yo soy de ir mucho a las galerías y en esta zona hay unas espectaculares que tienen incluso balcones. ¿Se imaginan lo fenomenal que sería ver agua y vegetación, además de aves en lugar de sedimento? El cambio sería rotundo”, señaló Natalia Cáceres, habitante de la calle Panamá, que exhorta al Municipio y al Concejo Cantonal a que pongan sobre la mesa nuevamente a este proyecto.
“En su momento, entiendo que fue rechazado porque se pensó que sería un riesgo invertir en una obra levantada sobre el sedimento. Sin embargo, esta no solo que se la puede hacer, sino que la iniciativa es más que buena. Tener un jardín de ese tipo daría cabida a muelles y senderos. Habría gente de lado y lado, mucha vida y, con ello, seguridad. Sería un ganar ganar”, dijo Cáceres, ecologista.
Sobre qué pasó con ese proyecto, la posibilidad de llevarlo a cabo y las acciones que se están poniendo en práctica en el barrio para atraer al turista, EXPRESO solicitó una entrevista a Larissa Marangoni, presidenta de la Empresa Pública Municipal de Turismo; pero desde el departamento de comunicación del Cabildo aseguraron que se encontraba de viaje y que era la única persona autorizada para hablar del tema.
Las fortalezas patrimoniales de Guayaquil
Leer másPara Arnaldo Gálvez, director de la tradicional Casa Cino Fabiani, urge que el Municipio haga reformas a la ordenanza del uso de suelo para solo así lograr que sean amigables. “Aquí no puede haber un lounge bar o una atracción turística porque la ley no lo permite, aun cuando esos sitios serían un ancla para el turismo. Por eso considero que debe hacerse una reforma a la ordenanza, apegada claro a los derechos”, sentenció Gálvez; que hizo un llamado a que en Las Peñas se repliquen los cambios aplicados en la calle Panamá.
“Con que tengamos un 30 % de lo que tienen esa zona, el barrio se reactivaría. Si vas a la Vieja Habana, en Cuba, siendo un país comunista, ves bares, tiendas de souvenirs, iluminación. Ves gente en todos lados. Si queremos, por lo tanto, ver visitantes redescubriendo el lugar, debemos hacer cambios y ser más flexibles”, sugirió.
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- Cerro Santa Ana: La ciudad quiere miradores vivos, con luz y arte
El cerro Santa Ana, que se conecta directamente con Las Peñas, es otro sitio que, a juicio de los ciudadanos, necesita ser intervenido para reactivarse.
Para el promotor turístico Raúl Sucunota, por ejemplo, resulta más que necesario que haya, además de seguridad, más áreas verdes y miradores llenos de vida.
“Los que ahí tenemos están apagados, son solo cemento. La vista desde el cerro es hermosa. Pero hace falta luces, muchas luces que iluminen el entorno, y faroles de hierro forjado que le den identidad. Hoy, son pocos los negocios que acompañan las escalinatas, entonces algo está fallando. ¿Por qué tampoco hay conciertos al aire libre? ¿Por qué no hay suficientes murales?”, cuestionó.
Para Daniel Robayo, quien habita en la calle Panamá, a escasos metros de este vecindario, el Municipio debe promover una agenda cultural propia en el sitio.
“Tengo en mi recuerdo a ese colorido barrio, lleno de gente hermosa y con una vista espectacular que te invitaba a admirar la grandeza del río desde sus escalinatas. Subir las 444 gradas que te conducen al faro era increíble, te movilizabas con una marea de gente a un lado. Esa escena ya no está y me apena porque el vecindario bien podría ser la razón por la que los turistas quieran pasar más tiempo en Guayaquil... La gente quiere fiesta e identidad”, pensó; al exhortar a que las autoridades aprovechen las fechas festivas para hacer eventos.
- Encuesta ciudadana: “Seguridad, siempre hará falta seguridad”
Para el 90,5 % de los lectores que respondieron a la pregunta de EXPRESO, si bien a Las Peñas le urge tener restaurantes y hoteles boutiques, le urge tener primero seguridad.
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Leer más“En lo personal, me parece fenomenal que este barrio histórico esté lleno de establecimientos que den cabida de forma permanente al turista. Me encantaría ir a cafeterías donde se toque jazz, blues y donde haya todo tipo de actos artísticos. Sin embargo, para ir a estos lugares necesitaré primero de seguridad. Y ojo, que no necesitamos únicamente de metropolitanos o policías rondando, sino de iluminación, muchísima en cada rincón. Eso, como visitante te invitará a recorrer Las Peñas y el mismo cerro Santa Ana, que debe tener un entorno similar”, aseguró Adriana Baquerizo, residente de Los Ceibos.
Para Roberto Estupiñán, también guayaquileño, Las Peñas lo tiene todo para atraer a la inversión extranjera. “Solo necesita de más resguardo e intervención. No de sus casas, pero sí del mobiliario urbano. Se me ocurre que haya sitios de descanso amigables cada cierta distancia. Monumentos que nos recuerden por qué el lugar es un tesoro. Todo esto es fundamental, pero, repito, primero debemos sentirnos allí protegidos”, alegó.